De pequeña, ansiaba crecer lo más rápido posible y convertir mis sueños en realidad a lado de mi amor de la infancia, pero después de habernos alejado, de un día para otro, me ignoró por completo y no volví a saber nada de él.
Pasaron los años y se...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sigo creyendo que es una mala idea, siempre es mala idea venir con ellas a los clubs nocturnos y dejar que beban de más. La música es buena, mezclas de pop, electrónica, no sé mucho de esto, los colores neones resaltan sobre todo y el ambiente es "tranquilo". No soy muy buena bailando así que desde que entramos me postré en esta silla, nuestra mesa está algo cerca de la barra pero aún desde aquí puedo ver la pista, Eunbi afortunadamente está platicando "pacíficamente" con Suho y eso es buena señal, no niego que me siento incómoda siendo mal tercio sentada justo a lado de ellos, me da pena. Dahye se encontró con su cita de hace dos semanas y ahora están bailando sensualmente en el centro de la pista, puede ser tan provocativa como lo desee aún más si se apoya de su vestimenta, el vestido rojo totalmente ajustado le queda de maravilla. Jugueteo un par de veces con la bebida dentro de mí copa, soy enemiga del alcohol debido a que no lo puedo controlar, es como si me aplicarán anestesia en el cuerpo y no pudiera reaccionar cuerdamente. Por cierto a Yuna no la encuentro, dijo que iría por su abrigo al auto pero no regresa y ya me preocupé. La multitud impide que recorra con la vista el lugar aunque creo que no servirá de mucho.
—Eunbi—la castaña se gira en mi dirección—Yuyu no regresa, creo que iré a buscarla-seguido me levanto del asiento tomando mi bolso y cruzándolo sobre mi torso para asegurarlo
—Espera—se suelta del agarre de Suho—yo te acompaño, aunque es probable que esté besuqueándose con un desconocido justo ahora
—Yo también iré—responde el chico castaño, ¿es que está de moda ser castaño? Porque ahora mismo tengo el color indicado
—No—los obligo a sentarse tomándolos por los hombros uno a uno—será rápido, sólo quiero asegurarme que esté bien-sonrío antes de irme
Aunque intento pasar lo más rápido posible entre la ola de personas es complicado, recibo uno que otro empujón sin importancia pero lo que no logro hacer es distinguir a Yuna, su cabello pelirrojo debería facilitarme las cosas sin embargo hay como 10 pelirrojas más bailando y ninguna de ellas es la que busco. Logro llegar a la entrada del lugar y alguien me gira por sorpresa, el grandulón de seguridad con cara de pocos amigos, más bien con cara de mafioso me pregunta si regresaré, ¿Qué le importa si regresaré?, Lo recuerdo, tiene que ponerme el sello en la muñeca para poder entrar sin problemas y la coloca, por fin me libro del fortachón y lo que sigue es llamar a Yun, marco sin fin de veces su número pero no responde mis llamadas, el auto lo aparco una calle antes de llegar, ¿porqué?, pues porque no encontró lugar más cerca.
El club no está en una de las mejores zonas de la ciudad, de hecho afuera se pueden distinguir a personas vendiendo droga o manoseándose sin tener pena cosa que ignoró a mi paso.
—Yerim—hago un llamado a mí misma deteniéndome frente al auto de Yuna y no encontrarla allí—¿Qué hago?—reviso nuevamente mi celular pero no hay respuesta, es que está chica me va a dejar los cabellos morados del enojo