Jamais Vu - Jeon JungKook

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—¿Te vas tan pronto Yerim? Si acabas de llegar

—Discúlpame con todos Hobi, y dile a Jungkook que hablamos después—tomé mi bolso del sofá aprovechando que todos estaban en la cocina sacando la tarta de cumpleaños y preparando las velas

—¿Taehyung volvió a tratarte mal?—inquirió preocupado, si tan sólo hubiera sido eso

—No es eso, pero mi manager está afuera, sólo tenía permitido venir un rato

—Te entiendo, es justo ahora cuando comienzas a ser presa del tiempo—dió una palmada en mi hombro y me acompañó a la puerta—suerte en todo Yerim, gracias por acompañarnos

—Gracias a tí Hobi, nos vemos—subí a la camioneta que me esperaba en una esquina, era cierto que tenía poco tiempo libre, y ahora, debía suplicar por unas horas extras

—¿Podemos ir a mi casa? De verdad es muy urgente—la señorita Kang debía ocuparse de un nuevo grupo próximo a debutar y como yo necesitaba "alguien con mayor experiencia" me asignaron un nuevo manager, el señor Bae Dongwoon, un tipo alto, delgado y muy agradable, creo que tiene alrededor de 40 años

—Señorita Lee, debe ir a la agencia a practicar para la presentación de mañana en el evento de fin de año—me recordó algo tan importante como eso

—Prometo quedarme toda la noche—supliqué en mi último intento que dió resultados

Las luces estaban encendidas y para ser sábado, me extrañó que alguien estuviera en casa, usualmente suelen irse de fiesta o tomar un poco de cerveza en el lugar donde Suho trabaja. Con la llave que aún conservo, porque debo decir que ya no vivo aquí sino en un departamento de la agencia, abrí la puerta encontrando justamente a la persona que yo buscaba.

—Yerim, ¿Qué haces aquí? No nos avisaste que venías—se acercó a abrazarme pero me aparté—¿Pasa...algo?

—¿Porqué no me lo dijiste?

—Así que finalmente lo sabes—soltó un pesado suspiro—pero supongo que no porque él te lo haya dicho

—Eunbi, ¿Cuánto tiempo ibas a mantenerte callada?

—No por mucho, sólo quería que él hablara frente a frente contigo, ¿Estás de acuerdo que hay algo raro con él?—Olvídalo, mejor cuéntame cómo es que te enteraste

Me dí por vencida ante ella, no puedo enojarme ni culparla porque sé que se calló para evitar problemas, nos sentamos en la sala para hablar tranquilamente.

—Creo que desde que lo ví, es casi imposible olvidar esa cara y... Recientemente, en mi viaje a Daegu, visité a los señores Kim

—¿Su madre te dijo algo?

—Me enseñó una caja llena de cartas, ahí guardó todas las que le envié

—Al menos fué considerado—exclamó molesta—me cae en la punta del hígado Yerim, no merece que vuelvas a dirigirle la palabra, ¡Te abandonó!

—Si pero no—ladeó la cabeza confundida—también me escribió Eunbi, pero por alguna razón no me las hizo llegar, tal vez... ¿Miedo? Sinceramente no sé que es

—Dices que te escribió—asentí—¿Qué decía?

—Contaba cómo entró a Big Hit, dejó Daegu para venir a Seúl a los dieciséis, fué duro para él

—¿Esa es su excusa?—frunció el ceño—por dios, tú dejaste Corea para ir a Canadá a los seis años, así que no venga a decir que fué duro

—Pero su familia era protectora y cálida, en mi caso siempre estuve sola, no hubo muchos cambios, también me cuenta sobre los chicos y la relación que formó con ellos con el paso de las semanas, meses, y su tan esperado debut, el día que dejé de escribir, el también lo hizo