—¿Cómo estuvo el vuelo?—estábamos en el jardín sentados sobre una banca de madera, la casa era grande y decorada a muy buen gusto en colores neutros, el jardín lleno de flores que daban la vista más hermosa que pudiera imaginar y el aire fresco que acariciaba nuestra cara
—Bastante tranquilo, de hecho se me hizo más rápido de venida que de ida—bromee un poco refiriéndome a la vez en la que me fuí de aquí, tenía tanto miedo de viajar tan lejos y no saber si regresaría pronto, mis padres me animaban pero no como yo quería, Te harás una mujer independiente, Aprenderás cosas nuevas, Lo agradecerás cuando crezcas, es cierto que lo agradezco pero no como ellos esperaban.
La plática era muy amena, contemplar a Jungkook era una actividad que me estaba gustando, sus ojos, su nariz, su boca, su cabello, todo junto era la combinación perfecta y necesaria para mí, mientras pasaba su mano por detrás de la cabeza parecía estar posando para un comercial o algo así, es su naturaleza verse genial, su otra mano sosteniendo la mía en un intento por calmar los nervios sólo hacía mis mejillas enrojecerse, no tengo nada de autocontrol.
—Creo que a tus amigos no les agrada que esté aquí, parecen sentirse incómodos—su reacción fué algo neutra, se acomodó mejor y sostuvo mi mano a la altura de su pecho
—No es eso, es que estamos tan acostumbrados a convivir sólo los siete que quizás les resulta complicado pero mejor...ven, te enseñaré la casa
Nos levantamos y regresamos adentro, la gran mayoría estaba en la sala viendo una película que por la escena que se presentaba en éste momento puedo deducir que la recomendó Eunbi, una fanática del terror y la tortura, era la segunda entrega de Hostel, lo lamento por los que no la están disfrutando, de hecho nadie lo hace a excepción de ella que está más que entretenida, pasamos primero a la cocina y era bastante amplia en color grisáceo con una isla de siete asientos, los diseños eran muy modernos y casi me dan ganas de aprender a cocinar sólo para ensuciar la vajilla, el comedor constaba de una mesa de cristal y con las sillas a juego, en tonos claros y por supuesto, los ventanales en una esquina con vista al jardín, por ellos corría agua simulando una especie de cascada, subimos las escaleras en forma de caracol y llegamos a la planta alta que también era muy grande, Jungkook me dijo que tenía nueve habitaciones aquí, siete de ellos y dos para invitados aunque nunca se ocupaban, los pasillos eran tonos pastel y tenían fotos de ellos que adornaban el recorrido, desde que eran adolescentes hasta ahora, pero no eran el tipo de fotos que te salen en la búsqueda por internet, éstas eran más personales, cosas significativas para ellos.
Llegamos a una puerta de madera que al igual que las otras estaba muy brillante, la abrió y era su habitación, en colores azulados y con una iluminación que estaba bien, la gran cama en el centro y repisas llenas de libros, cd's antigüos y uno que otro álbum, más fotos de los chicos y los que supongo son sus padres. El escritorio con una laptop y dos lámparas en las esquinas, también tenía su propio balcón, el baño era extenso y muy limpio, de hecho todo su cuarto estaba reluciente.
—Quien hace la limpieza debe terminar agotado...—paso un dedo por el estante de discos y está sin un gramo de polvo
—Pues si me canso, pero es satisfactorio
—¿Tú limpias ésto?—pregunto sorprendida girando sobre mis talones hacia él que viene atrás de mí
—Nosotros limpiamos toda la casa, lavamos nuestra ropa, nos encargamos del jardín y cualquier defecto que se presente, digamos que somos muy autosuficientes
Dentro de la habitación también hay una puerta que no es la del baño, entramos y es su armario, lleno de ropa casual, deportiva, trajes elegantes, zapatos, relojes, corbatas, como si ésto mismo fuera una tienda del centro comercial. El tour por el segundo piso finalizó y llegamos al tercero en donde habían espacios más personales, Namjoon, Hoseok y Yoongi tenían su estudio individual, el resto prefería compartir una sala de práctica muy acogedora y también una especie de mini cine. Regresamos a la planta de abajo y en la parte trasera estaba una piscina techada con la paredes de cristal, todo era verdaderamente fascinante, por último el estacionamiento que contaba con ocho autos que eran una furgoneta y siete autos personales, cada uno tenía su estilo y no se parecían en nada.
—Solamente tu armario era del tamaño de mi casa—Jungkook rió un poco y me miró de repente, pareció recordar algo
—¿Tienes dónde quedarte? Pensé que podrías irte a mi departamento, nunca lo ocupo y no está lejos de aquí
—¿Eh? No, de hecho me quedaré en casa de Dahye—asiente lentamente metiendo las manos a sus bolsillos
—¿Quieres volver adentro?
—Si, pero lo mejor es que ya me vaya, tenemos que desempacar y se está haciendo tarde
Las despedidas fueron muy cortas, subimos a la camioneta de Suho y nos dirigimos a casa de Dahye, para ella es difícil volver y recordar que sus padres ya no están, que su casa sigue intacta a pesar de los años y las fotos de ellos siguen en las paredes, entramos a su habitación y tal como recordaba de niña, los murales pintados por ella misma que más bien eran garabatos, el montón de osos de peluche ocupando todo el espacio en la cama, su armario lleno de ropa en tonos pastel como a ella le gusta, no pudo evitar contener el llanto, ahora está muy segura que sus padres nunca se olvidaron de ella ni mucho menos, la tenían siempre presente a pesar de estar lejos, en eso la envidio un poco.
—Necesitamos redecorar todo—se limpió una que otra lágrima que corría por su mejilla y buscó una bolsa en el cuarto de limpieza
—¿Estás segura? Por años quisiste que todo siguiera igual
—Ya lo sé, pero quiero que hagamos de ésto un lugar nuevo, con Eunbi y Yuna, ustedes que son mi familia y ésta nuestra casa
Me entregó una bolsa igual de grande que la suya y empezamos a guardar todo, varias cajas fueron necesarias para la cantidad de cosas que había, era media noche y aún andábamos vagando por la casa, el personal de limpieza que contrataba Dahye mientras no estábamos era muy bueno así que nos resultó sencillo.
—Los amigos de Jungkook me agradaron
—Son muy divertidos, no conviví mucho con ellos pero veo que también son una gran familia
—Aunque Sojin me saca de mis casillas
—¿Sojin?
—Si, así se llama el más grande, nunca pones atención a los nombre Yeri—lanza un cojín directo a mi cabeza y ríe seguido de eso—el que parece odiarte es el rubio, dime, ¿Le hiciste algo?
Suspiro profundamente, yo también noté que no le agrado nada, hay algo raro con él que me causa confusión, parece ser muy divertido y risueño pero con mi sola presencia cambia radicalmente. Espero cambiar eso.
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Jamais Vu - Jeon JungKook
FanfictionDe pequeña, ansiaba crecer lo más rápido posible y convertir mis sueños en realidad a lado de mi amor de la infancia, pero después de habernos alejado, de un día para otro, me ignoró por completo y no volví a saber nada de él. Pasaron los años y se...