Jamais Vu - Jeon JungKook

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[Taehyung]

Tenía el sobre entre mis manos, la habitación se había vuelto completamente silenciosa después de la salida de Taemin, es claro que esperan alguna explicación de mi parte, por la reacción que tuvo Eunbi y lo que dijo acerca de las cartas, debido a que nos ocupamos en Jimin que permanecía en cama, nadie se animaba a preguntar algo pero sí exigían respuestas, sobre todo Jungkook.

—Yo...—dí una bocanada de aire para poder continuar—cuando tenía siete años, mis padres me llevaban al parque después de salir de la escuela, muchos de mis amigos también iban así que pasaba el rato jugando con ellos, un día, jugando a él escondite, corrí para ocultarme detrás de un árbol y por accidente empujé a una niña que estaba parada ahí, le pedí disculpas y la ayudé a levantarse, parecía algo asustada e inquieta así que me olvidé de mis amigos y permanecí a su lado, era muy flaquita y curiosa, con el cabello largo y mejillas regordetas, su nombre era Lee Yerim.

Retrocedí a esa época, en la que todas las tardes esperaba por ella para jugar, comer helado o algodón de azúcar y platicar sobre nuestro futuro, era algo que le ilusionaba mucho, deseaba convertirse en CEO de alguna empresa o también fantaseaba con ser fiscal, más lo primero, otra de las cosas era que afirmaba que seríamos novios al llegar a la adolescencia. Me parecía gracioso y admito que la idea me gustaba, el cariño que le tenía era verdaderamente inmenso, la cuidaba y mi deber era protegerla, sus padres vivían de viaje en viaje y su hermano estudiaba en otro país, estaba sola.

Un año de vernos casi diario, no asistía a una escuela así que el parque era su única distracción y yo, su único amigo.
Un día sus padres nos descubrieron y como forma de castigo, se iría lejos a estudiar, donde esa fuera su prioridad.

—¿Es cuando se fué a Canadá?—preguntó Jin

—Si, yo me sentía muy mal, la idea de no verla me afectaba más de lo que creí, éramos tan sólo niños que se encariñaron uno con el otro, la imágen de Yerim siendo arrastrada por sus padres y llevándola lejos me atormentaba día y noche, mis padres se preocuparon y me insistían para comer o salir de la casa a distraerme, eran constantes negaciones hasta que llegó la primera carta, era Yerim escribiendo desde su instituto en Vancouver, había logrado conseguir la ayuda de una de sus profesoras y lo primeros días de cada mes, me enviaría una igual

—¿Cuánto tiempo te escribió?—entrecerró los ojos y frunció el ceño

—Diez años

—¿¡Diez años!?—gritó sorprendido—pero entonces, ¿Aún se hablaban cuando te uniste a Big Hit?

Negué—yo le dejé de responder dos años atrás, porque quería centrarme en el grupo, porque en cierta forma la ataba a mí, y porque ella me veía como el amor de su vida, yo nunca pude verla de esa manera

—No puedo creerlo—pasó su mano sobre su cabello—cuando la presenté como mi novia, ¿Tú sabías quien era?

¿Le miento? No, no es momento de seguir ocultando la verdad.

—Lo sabía—soltó un quejido—en cuanto comenzamos a recibir dinero por nuestras promociones, contraté a alguien para que la buscara, quería estar seguro de que vivía una vida feliz, que seguía su sueño y no había rastro de lo que fué su vida en Daegu

—¿Porqué no me lo dijiste?—reprochó Jungkook con coraje, y tenía razón—pudimos evitar mil cosas

—Porque le aseguré a Bang PD que no me metería en tu relación, que estaría al margen de todo y aceptaría las consecuencias de haber aceptado separarme de ti