ᴘʀᴜᴇʙᴀ

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Pov._________.

— ¡Sirius!.— Gritó James a su amigo, que se encontraba en su habitación.— ¿Quieres apresurarte?.—

— No todos los días vuelvo a Hogwarts, debo verme presentable.— Respondió, molesto con la insistencia de Potter.

— Aún tenemos algo de tiempo.— Dije, esperando calmarlo.

— Ya lo sé amor, pero necesito ver a Harry.— Suspiró preocupado, llevaba días sin poder estar tranquilo.

— Extrañaba verte con los colores de Gryffindor.— Cambié de tema, para distraerlo y lo logré, pues sonrió.

— ¿Aún me veo bien?.—

— Muy bien.— Reímos juntos, para después besarnos.

— Listo, podemos irnos.— Interrumpió Sirius, bajando las escaleras.

— ¡Por fin!.— Exclamó James, levantando las manos.

A través de la red flu, llegamos al castillo. La habitación donde arribamos, estaba ocupada por familiares de los demás participantes. Todos hablaban entre si, ignorándonos, esperábamos que sucediera, por las notas de Rita Skeeter, lo que me molestaba era ver a James tan incómodo.

— Potter.— Alguien habló a nuestras espaldas y al girar, nos encontramos con la profesora McGonagall.— ¿Cómo? ¿Están juntos de nuevo?.— Nos señaló y James, asintió.

— ¡Minnie!.— Dijo Sirius, muy emocionado y la abrazó.

— Sirius.— Murmuró no tan efusiva, aunque le devolvió el abrazo.— Me alegra verlos de nuevo.—

— ¿Y mi ahijado?.—

— Pronto vendrá y podrán pasar unas horas con él.—

— ¿Podremos hablar con mi hija también?.— Pregunté, tenía mucho sin verla, por lo que la extralaba y necesitaba hablarle de mi compromiso con James.

— Claro, pero después de clases.—

— Oye ¿En qué casa está?.— Cuestionó Sirius, no le gustaba hablar mucho de mi familia.

— Hufflepuff.— Le compartí orgullosa y él sonrió.

— Bien, debo ir a decirle que están aquí. Nos vemos más tarde.— Se despidió la profesora.

Algunos minutos después, Harry cruzó la puerta, feliz de ver a James y Sirius, aunque a mí también me saludo con efusividad.

— ¿Cómo estás?.— Murmuró James, en un fallido intento de ocultar su preocupación.

— Nervioso.— Confesó Harry, sonriendo amablemente.

— Lo harás bien, no te preocupes.— Intervine, creyendo que si le mostrabamos apoyo, se sentiría mejor.

— Mi ahijado hace todo bien.— Recriminó Sirius, ligeramente arrogante.

— ¿Puedo decirle?.— Me preguntó el mayor de los Potter y acepté, sabiendo a qué se refería.

— ¿Pasó algo?.— Harry se preocupó, pero Sirius le hizo señas de que no era nada grave.

— Si.— Tomó mi mano y la levantó para que pudiese ver el anillo en mi dedo.— Nos comprometimos.—

— ¿Lo dices en serio?.— Se asombró, para bien y se acercó a abrazarnos.— ¡Muchas felicidades!.—

— Gracias, Harry.—

— ¿Han pensado en una fecha?.—

— No, primero queríamos decirles.— Aclaró James.

— Espero pueda ser en verano, así Adhara y yo, asistiremos.— Sugirió y a ambos nos pareció la mejor opción.

James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora