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Abusos sexuales y violencia

La mayoría de los estudiantes ya se encontraban en sus respectivas habitaciones, todos menos Pansy, ella estaba sentada en un sillón de la sala común, necesitaba despejarse, su conversación con Rexanne la había destruido por completo, pero ella no era estupida, sabía que Frey la engañaba, lo amaba, lo amaba tanto que le perdono todo lo que él hizo, pero ahora, ahora todo era diferente, se sentía horrible, porque Frey seguía estando en su corazón, sentía como su mundo se caía poco a poco, la traición, la angustia, la desesperación, todo estaba retumbado sin piedad dentro de su cabeza, sobre todo la imagen de su mejor amiga acostándose con Frey, como él la miraba como si no existiese otra persona, se sintió insuficiente, sucia, estupida, horrible y sus inseguridades salieron a la luz nuevamente.

—Amor— la llamo Frey —¿que te ocurre?—

No supo como reaccionar, pero aún así se tragó el nudo de su garganta y se obligó a formar una falsa sonrisa.

—Nada, estoy cansada—

—¿Donde estuviste anoche?—

—Dando un paseo, me sentía mal—

—Mmh— tarareó el —¿Vienés a mi habitación?—

La garganta de Pansy se secó, sabía lo que él quería, pero no podía, no ahora, estaba tan dolida que se sentía muerta, como si de un momento a otro todo fuese a romperse.

—No me apetece ahora Frey—

Él frunció el ceño ante sus palabras, la ira no tardó en presentarse agarrando con fuerza la muñeca de Pansy.

—Luego me preguntas que porque no te presto atención— gruño —Eres tan patetica que me das asco—

—F-Frey—

—No— negó —Daphne tenía razón, eres solo una puta más, al menos ella no esta gorda como tú, ¿te has mirado a un espejo?, te sugiero que no lo hagas, porque te darás asco, tanto como el que me das a mi—

Sus ojos lagrimearon ante su confesión, y el sentimiento de culpa se instaló en su pecho, pensaba que ella llevaba la culpa, que se lo merecía, que lástima que eso no era cierto, la estaba manipulando a su antojo, como hizo en verano, la obligó a tener relaciones con él, supo que estaba con Daphne, aunque su amiga más que arrepentida parecía orgullosa, la obligó a taparse, a no hablar con nadie, a no responderle de mala manera, pero él decía que eso era amor, mentira y ella lo creyó.

—Ahora subiremos a mi habitación te guste o no— ella asintió derrotada.

Le rezaba a Merlín para que él no se propasase demasiado.

Al llegar se sentó en la cama cabizbaja, todavía estaba llorando, pero hacía lo posible para no hacerlo.

—Deja de llorar— gruñó —Soy tú novio, tienes que satisfacerme—

—No me apetece ahora Frey, por favor— rogó, la voz quebrada, reflejando cómo se sentía realmente.

—Patetica— murmuró —Tan patetica, por eso me acuesto con Daphne, al menos ella sabe valorarme, y me cuida, si sigues así no me dejarás otra opción, tú eres mia— recalcó —Tú padre firmó el contrato—

Se abalanzó sobre ella sujetando con una mano sus muñecas sobre su cabeza y con la otra la estranguló.

—Ahora te voy a follar, quieras o no quieras—

Atacó su cuello causándole un sentimiento a de repugnancia a la morena, estaba asustada, temblando, las lágrimas de sus ojos brotaban sin piedad, cada beso dejaba una marca, se sentía sucia, asqueada de su propio cuerpo, pero debía hacerlo, tenía tanto miedo a que la dejase, aguantaría el dolor un poco más, como siempre hacia.

PsychopathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora