Tracey estaba en trance, sus ojos ya no expresaban nada como consecuencia del hechizo imperio. La chica tenía una sonrisa maliciosa en su rostro mientras que Mattheo no parecía inmutarse ni lo más mínimo por el acto tan atroz que había cometido su amada. Pero él era el hijo de Lord Voldemort hacía falta mucho más que una maldición imperdonable para aterrorizarlo. La chica se acercó lentamente a Tracey y le agarro el rostro con dureza.
- Respóndeme – dijo fríamente.
-No lo sé. Pero creo que Tom no está con ella por voluntad propia– le respondió.
La azabache se alejó y finalizo el hechizo, para despues mandarle un hechizo "Obliviate". Salió del baño con Mattheo pisándole los tobillos. Llegaron a un pasillo abandonado y él la estampo de la pared agarrándola del cuello. Ella le sonrió de manera macabra haciendo que el no pudiera esconder la profunda adoración que sentía por ella. Se abalanzo sobre sus labios agarrándola con firmeza de la cintura. Sus labios encajaban a la perfección, él no podía separarse, eran tan suaves y carnosos que se le hacía imposible. Bajo con lentitud sus labios hasta la oreja de la chica, la cual lamio y succiono haciendo que Rexanne gimiera. Ella comenzó a jugar con el cabello negro azabache de Mattheo, tirando de él.
Rexanne comenzó a bajar las manos poco a poco. Primero sus clavículas, luego su pecho bien tonificado, su abdomen, y por último sus pantalones. Paso la palma de su mano por la longitud de Mattheo y la empezó a acariciar sobre la ropa mientras que el chico gemía en su oreja.
- Para Rexanne. Eres la exnovia de mi hermano – dijo Mattheo con la poca voluntad que le quedaba y la chica sonrió sobre su cuello.
- ¿Oh, ¿sí? .... - se burló la azabache y acercó la boca a su oreja – Pero tu cuerpo no dice lo mismo. Puedo sentir como te pones duro solo para mí. Como quieres escucharme gemir, sé que quieres destrozarme el coño. Quieres oírme gritar tu nombre cuando me corra sobre tu polla, como tus manos tocarían todas las partes indebidas de mi cuerpo. Quieres ver la lujuria y el deseo de mis ojos, quieres destrozarme como solo tú sabes. Quieres que te monte, que nuestras caderas choquen mientras te follo sin piedad. Se como tu mano quiere estar dentro de mí, como me miras las piernas cuando llevo falda, deseando arrancármela y follarme delante de todos. Yo no soy la exnovia de Tom, soy la chica por la que mueres – le susurro y él no pudo evitar que un gemido se escapara de sus labios cuando ella metió la mano en su pantalón.
- Te voy a destruir – dijo finalmente y la agarro con firmeza por la cintura.
Se aparecieron en el barco de Mattheo, para ser más precisos en su habitación. La chica y él se miraron a los ojos viendo la pasión del momento emanar por sus cuerpos. Ella comenzó a analizar el cuerpo de su amante mordiéndose el labio. Mattheo era atractivo. Él, por otro lado, no podía dejar de mirar todo su cuerpo. La chica comenzó a quitarse la camisa lentamente viendo que como su nuevo amante se mordía el labio ante las vistas.
Agarro el dobladillo de su ropa interior y se lo quito quedando completamente desnuda frente a él. Mattheo la agarro de la nuca, dejando marcas rojas, por la fuerza ejercida, y choco sus labios nuevamente. Ella comenzó a desabrocharle la camisa y a pasar su mano por los abdominales, Mattheo era un poco mas robusto que Tom. La chica le quito el cinturón del pantalón y lo tiro al suelo haciendo un estruendo. Poso su pequeña mano en el pecho de Mattheo y lo tiro sobre la cama. Se puso de rodillas y dejo su cabeza a la altura de su polla.
- Me temo que la que te va ha destruir soy yo Mattheo – se burló de él y le quito la ropa interior.
Escupió en el glande y comenzó a masturbarlo con lentitud burlándose de su amante. El chico gruño y lloriqueo, ella estaba haciendo movimientos rápidos, pero luego bajaba la intensidad y no se podía correr.
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Psychopath
FanfictionCuando dos mentes poderosas se juntan son capaces de idear grandes planes, pero cuando juntas eso con la maldad todo puede ocurrir. Rexanne Avery, una psicopata. Tom Ryddle, un psicopata. Mattheo Ryddle, un socipata. La mezcla explosiva. Cuando...