Caramelo ~ VMin (Kim TaeHyung y Park Jimin)

Capítulo 4~Familia

-¡Papi caramelos! -TaeHyung corría detrás de su padre por los pasillos del super mercado tratando de convencerlo, con su fantástica e infalible táctica del puchero y ojitos que pestañean, tratando de convencerlo de que le comprara de unos de sus tantos caramelos favoritos.

-No TaeHyung, aún quedan muchos en casa. -Se negó de nuevo el señor Kim, mirando a cualquier lado que no fuera su hijo para no caer en la tentación.

-De estos no quedan. -Se giró a señalar con decisión los caramelos en ele estante. -Por favor papá, ¡quiero caramelos! -Gritó fuerte, cuando vio a su padre pasar de largo el pasillo e irse al siguiente donde estaban los congelados.

-¿Tae? -Esa voz, el llamado, la reconocería en cualquier lugar.

-¿Hyung? -Preguntó fuerte, dando una vuelta rápida al pasillo contrario al que había ido su padre vio al chico con el que pasaba todas las mañanas entre semana esperando que su mejor amigo terminara el desayuno con su novio. -¡Minnie Hyung!

Lo gritó con tal alegría que varias personas en ese pasillo sonrieron involuntariamente. Dando uno cuantos saltos tiernos, que hacían rebotar su cabello castaño suave, llegó hasta el mayor para apresar esas adorables y adoradas mejillas.

Su Hyung era tan guapo y esponjoso. Estaba tan enamorado que no podía evitar sentir una inmensa felicidad al verlo fuera de su rutina de entre semana.

-Tae, mi espacio personal. -Se quejó Jimin con sus labios fruncidos por la presión que el menor hacia en sus mejillas.

-Oh, sí, perdón algodoncito de azúcar. -Dijo soltando al mayor, Tae sabía que a su Hyung no le gustaba que lo tocaran. Le había quedado muy claro aquel día que lo llevó a casa, pero era innevitable para Tae que era tan cariñoso.

-¡TaeHyung! -El llamado de su padre retumbó por el super mercado, a los segundos apareció a su lado encarando al menor. -¿Qué te tengo dicho de acercarte a la gente con aires siniestros y que te ofrecen caramelos? -Jimin miró a su acompañante, su hermanastro mantenía un gesto sorpresivo en su rostro ante lo que veía.

-Que son malos papá; que me van a raptar y a las dos horas liberar porque nadie podrá soportarme como tú, entonces tú ya estarás muerto del susto. -Respondió TaeHyung rodeando sus ojos y bufando molesto. Jimin levantó la ceja ante la extraña conversación.

-Exacto. -Concedió el señor Kim con un gran asentimiento, Jimin comprendió un poco de dónde había nacido ese dramatismo del menor.

-Pero él no es un tipo siniestro; es Minnie Hyung. -Se quejó Tae volviendo a hacer puchero. El señor Kim abrió su boca sorprendido examinando al chico bajito y tatuado a su lado.

-Oh, ¿algodón de azúcar? -Jimin, sintiéndose un idiota, asintió a la pregunta del hombre. -Kim SeHun, soy el padre de TaeHyung. -Le ofreció su mano y una reverencia, Jimin hizo igual. -Gracias por soportarlo.

-¡Papá! -Se quejó al instante TaeHyung.

-¡¿Qué?! -Le respondió en igual tono su padre.

-Soy Jimin, él es mi hermano NamJoon. -Habló el pelinegro, queriendo mostrar la educación que recibió a pesar de lo extraño que le resultaba todo.

-¿Eres el novio de SeokJin Hyung? -Preguntó emocionado TaeHyung, incluso sujetó las manos del alto y moreno chico. Jimin frunció sus cejas y golpeó las manos del menor con un ligero toque para que soltara a su hermanastro. -Tu novio es muy guapo. -NamJoon pareció salir de su shock, aunque seguía algo perdido.

-Gracias. -Concedió. -Tú también eres muy bonito. -Revolvió el cabello del menor, este le parecía una ricura.

-Gracias Nam Hyung. -Jimin mordió su labio inferior, pensando; qué se sentiría tocar ese lacio y brillante cabello castaño. -Porfis, papá, ¿me compras los caramelos? -Le preguntó a este, porque a ver, él estaba feliz de conocer a Nam Hyung y ver a su algodón de azúcar; pero los caramelos eran un tema muy importante.

-Ya te he dicho que no Tae. -Se negó de nuevo SeHun, esta vez no pensaba dar su brazo a torcer. -Adiós muchachos. -Se despidió con su mano.

-Pero, ¡papá! -Gritó Tae, haciendo berrinche, antes de seguir a su padre. - ¡Adiós Nam Hyung! ¡Ha sido un placer! -El aludido sonrió amplio devolviéndole el gesto de mano alegre y enérgico al menor. - ¡Hasta mañana Minnie Hyung!

-Hasta mañana Tae. -Se despidió Jimin en un tono más bajo, al terminar de ver al menor perderse entre los pasillos, la figura de su hermanastro se colocó frente a él enarcando una ceja con curiosidad y sonriendo de lado burlón. -No digas nada.