Capítulo 14: Relaciones

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—Tu amigo me da mala espina.

Rin alzó una ceja. Jugueteó con uno de los bolígrafos preferidos de Haru.

—¿Momo?

Haru chisteó. Fue entonces que Rin lo miró. La piel de Haru era tan blanca que podía verse en la semioscuridad del cuarto. Era hermosa, lisa, fría. Como sus ojos de hielo que buscaban algo en el techo.

—Yamazaki. —reveló, pero Rin ya lo había adivinado por su mirada molesta.

—Te dije que no hablaría de él con nadie de la universidad.

Haru hizo un mohín rindiéndose fácilmente.

—¿No piensas irte? —se giró a verlo.

Rin sonrió de medio lado hundiendo la mano entre las sábanas. Llegó a la nieve que formaba la anatomía de Haru, quién inmediatamente sintió un escalofrío.

—¿De verdad quieres que me vaya? —le susurró juguetón.

...

Makoto se frotó la cara. El hambre desapareció al momento.

—¿Estás bien?

Sousuke frunció el ceño.

—Haru no está acostumbrado.

—¿A qué?

—A las relaciones amorosas. Es poco tosco en este aspecto. Es decir, el cree que todo es pura lujuria, pero... Sufrió de veras la última vez que se vieron.

—¿Con Rin?

Makoto se mordió los labios y asintió.

—Pero si Rin es un enamoradizo.

Makoto parpadeó confuso por un momento.

—La última vez me dijo que Rin era...

—Sé lo que dije... —se arrepintió Yamazaki totalmente avergonzado, evitó el tema. —¿Qué pasó exactamente entre ellos? Rin nunca me contó.

—Bueno, al principio Rin se encaprichó con Haru, le flirteó apenas se conocieron. Y Haru, extrañamente, se dejó llevar. Tardó en corresponderle pero una vez lo hizo fue como un tsunami. Comenzaron a verse y... —Makoto tragó saliva. Era exactamente lo que le estaba ocurriendo a él. Cada día con Yamazaki deseaba un poco más, como Rin con Haru. —Discutieron, Rin comenzó a alejarse de repente y Haru lo pasó realmente mal hasta... Hace poco. Si tan sólo supieran expresarse mejor, tenerse paciencia. —suspiró.

Makoto comprendió que si Haru había vuelto a ser el mismo era por Rin. Sousuke, sin embargo se encogió sopesando esa posibilidad. Desaparecer de golpe no parecía algo típico que su amigo hiciera, hubo de haber algo realmente malo.

—Lo hablaré con él. —aceptó.

—¿Me promete que lo hará? —Makoto de sintió aliviado.

...

—Me divertí mucho hoy, Sousuke.

Yamazaki se limitó a sonreír como un bobo viendo que como el muchacho bajaba de su coche e ingresaba en los dormitorios. Suspiró desde lo más profundo de su cuerpo.

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