—Todo está correcto, señora Tachibana.
Salió de su ensoñación para escuchar atentamente al doctor. Makoto había ingresado a la universidad una año después debido a que estuvo trabajando día y noche para ayudar a pagar el hospital cuando su madre estuvo enferma. Años después y tras las revisiones ocasionales era un verdadero alivio que todo aquel esfuerzo valió la pena.
Una vez el doctor le dio unas recomendaciones básicas de salud y se despidió de ellos con una sonrisa en la cara, Makoto salió de la consulta con su madre bien sustenta a su brazo. La señora Tachibana era feliz paseándose con su hijo así. No podía ocultar que se sentía orgullosa de su niño fuerte e inteligente, pero lo que más adoraba era su amabilidad incondicional. Incluso temía que alguien pudiera llegar a dañar su corazón tan puro.
—¿Qué tal las clases? —preguntó ella con curiosidad.
—Muy bien. Estoy muy satisfecho con cómo avanza este semestre.
—¿No se te dificulta siendo delegado?
—No, lo encuentro entretenido. Así conozco a mucha gente e incluso puedo ayudar a los demás alumnos. —sonrió Makoto.
—Makoto, cariño, también debes preocuparte por ti mismo.
Makoto se detuvo haciendo que su madre le imitara.
—Traes el rostro algo sombrío. No es propio de ti. ¿Ocurrió algo?
Inmediatamente pensó en él.
Miró al suelo. A esa hora Yamazaki estaría preparándose para la exposición. ¿Qué habría hecho finalmente? ¿Prepararía la dinámica que le propuso? Su profesor tenía muchas cualidades como profesor pero no era especialmente bueno en animar a un público. Lo imaginaba con el ceño fruncido por la falta de participación en lugar de buscar un método que empujara a la gente a ello. Así era en clase, algo gruñón a pesar de ser un gran profesional en lo suyo.
—Estaba invitado a una charla informativa con unos profesores. —Su madre preguntó con solo un gesto en su rostro. —Era este fin de semana.
—¿Qué día?
—Mañana.
La mujer lo pensó deliberadamente. Los niños no tenían exámenes cerca y a ella le vendría genial un viaje, salir de la rutina. No había más que pensar.
—Vamos a casa, tenemos que prepararnos. —siguió el camino con el paso acelerado.
—¿Qué? —Makoto hizo el ademán de alcanzarla.
—Vamos a por los niños, nos vamos contigo a la ciudad.
—Pero ya les dije que no iría. —añadió.
No hubo respuesta ni un sólo gesto. Sus tacones resonar on rápidamente por la urgencia. La señora Tachibana empujó a su hijo hasta su coche.
Makoto acabó por reír.
...
—¡Señor Yamazaki! —Makoto abrió la puerta de par en par, sin llamar, con las gafas medio caídas, la voz agitada y la respiración entrecortada.
El aludido levantó la vista asombrado.
—¿Qué haces aquí? Es muy tarde.
Yamazaki se despegó del escritorio sobre el que estaba apoyado y le prestó total atención. Recordaba perfectamente que ese chico debía estar en su ciudad.
—¿Aún sigue en pie su propuesta?
Sousuke frunció el ceño.—Sí... Claro, de hecho creo que podríamos posponer la presentación un día si faltara tiempo. —dijo sin entender la situación.
—No es necesario, podemos hacerlo ahora.
El rostro de Makoto se iluminó y Yamazaki se quedó prendido de su sonrisa. La ilusión ajena le invadió por un momento. Se aclaró la garganta.
—Es muy tarde, Tachibana. —repitió y frunció el ceño de nuevo. —¿Y tu madre?
—Está bien.
—Ibas a pasar el fin de semana con ella. —Yamazaki se rascó la sien. No quería sonar paternalista pero no había forma de que no fuera así. Recuerdos amargos vinieron a su mente. —No descuides a tu familia por esto. No es necesario.
Makoto se reajustó las gafas con un dedo.
—Ella está aquí con mis hermanos. Vendrán a ver la exposición de mañana.
Yamazaki suspiró con una sonrisa.
—Bien, entonces... —abrió sus brazos y los dejó caer, sin saber muy bien qué había pasado. Le pareció divertido, sin embargo. —Vamos a tratar de comenzar algo.
Makoto sonrió.
Os dejo otro capítulo cortito.
Espero que pueda subir algo pronto. Si no es así deseame suerte en la presentación de mi proyecto. Sí, estoy como Makoto solo que me juego una nota jajajaja... No me hace gracia 😢Os quiero
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Crush
FanficTercer año en la universidad. Segundo trimestre. Notas impecables. Delegado de clase. Y una optativa nueva elegida a conciencia porque... El alumno perfecto tiene una debilidad: está enamorado de un profesor. Pareja principal: SouMako Pareja secunda...