La Cruzada

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Las tierras del nuevo mundo que llamaban "Tierra C" eran apenas una parte de lo que muchos conocían, más allá de las fronteras y el océano existen grandes mares y extensiones de tierra inexploradas, quizás habitadas por otros pueblos o por animales salvajes, aunque en realidad había lo que Sirius llamaba "pueblos libres", pequeñas ciudades, aldeas, pueblos y comunas sin sometimiento alguno de las cuatro naciones del planeta que vivían rudimentaria y sencillamente a pesar de que disponían aun de tecnologías avanzadas como el internet o la generación de energía a través de motores de plasma, pero sus vidas eran tranquilas y humildes al fin y al cabo. En cuanto a lo religioso varias de ellas eran ateas o agnósticas, otras practicaban alguno de los viejos credos de la vieja Tierra, pero una buena parte practicaban el Culto al Sufridor sirviendo en obediencia a la Iglesia del Sufridor que no parecía querer interferir en sus vidas, hasta que se dio la oportunidad no de gobernarlos, si no de protegerlos de una amenaza frívola.

Hasta hace algunos años mientras la guerra civil azotaba a las naciones de Tierra C, en las comarcas de los Pueblos Libres se dieron indicios de la llegada de los cultos heréticos de los "juggalo", al principio algunos de los habitantes de aquellas tierras los recibieron amistosamente hasta que descubrieron sus rituales y modo de vida la mayoría de ellos repulsivos y perturbadores, a tal punto de darles la espalda, pero ni así pudieron detenerlos, empezaron a raptar gente para lavarles el cerebro e incluso sacrificarlos en "misas negras", varios de estos pueblos aunque juraron nunca pedir ayuda a los países de Tierra C tuvieron que tomar esa opción, acudiendo a la misma Iglesia del Sufridor que envió a su brazo armado para purgar la herejía: La Orden del Martillo.

Es el año 13 de la Fundación y han transcurrido casi 3 años desde el arribo de las fuerzas de la Orden a las tierras de los Pueblos Libres, trescientos caballeros bien armados y pertrechados al mando del hermano capitán Turlim Cintum han marchado por kilómetros visitando a los pueblos "limpios" de cualquier señal de herejía así como le han dado guerra a otros que estaban corrompidos a mas no poder por los blasfemos payasos reduciendo a cenizas sus cuerpos y templos impíos, en una de esas batallas capturaron a su sacerdotisa jefe, más de un millar de cultistas con maquillaje de payaso a base de cal, hollín y sangre fueron quemados y ejecutados, a ella le darían un tratamiento diferente.

- ¡Capitán Cintum! – gritaba Kymeri Yavrov, capitana de otra de las compañías.
- No grite hermana Yavrov. – respondió. – ¿Qué es lo que ocurre?
- Hemos capturado a la heresiarca.
- Capellana Gertrude venid, atraparon al "pez gordo".

Un par de caballeros traían casi a la fuerza a la líder de los herejes, una chica con pintura ritual de payaso en la cara y cabello azul vestida con una enorme túnica purpura con decorados de su culto, los dos capitanes junto a la capellana salieron de su tienda para mirar a su prisionera.

- Miren lo que tenemos aquí. – dijo Turlim.
- Tu patético "Sufridor" no es más que un falso. – le replico la chica mientras le escupía al troll.
- Todos los de tu tipo dicen lo mismo y miran donde están ahora.

Él se limitó a señalarle con la mano las enormes piras con cientos de juggalos ardiendo, la capellana rezaba oraciones para sacralizar el ritual y evitar impurezas blasfemas, cuando Turlim le había llamado ella se dirigió a la hereje y le miró fijamente.

- Los herejes tienen nombre, así que dinos el tuyo ahora. – le dijo Gertrude a la chica.
- Me llamo Abby, y no vuelvas a decirme hereje.
- Tu y esos fenómenos de circo son una amenaza, peligro para todos, si los dejáramos vivir convertirían este mundo en algo así como... el infierno en la tierra.
- Yo solo traigo las enseñanzas de Gamzee, la redención, el camino verdadero al "Carnaval Oscuro" que nos llevara a la gloria de los "Alegres Mesías".
- Callaos. – dijo Gertrude mientras abofeteaba a Abby. – Tu vil y sucia lengua no podrá tentarnos a la oscuridad, pécora mujer.
- Ustedes los que siguen al muerto ese llamado "Sinsigno" van por un camino equivocado, por el error ¿a que los conducirá? A la estupidez y tu pronto vas a sentir uno de esos bonitos martillos que usan en tu...

Historias de la Tierra C: Los Capítulos PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora