El Demonio de Orejas de Conejo

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Entre las ruinas de una ciudad abandonada un grupo de jóvenes se han atrevido a enfrentar a una chica que a pesar de tener una apariencia inofensiva ha logrado derrotarlos a casi todos, ni siquiera el poder de la psíquica Nidia Norton fue suficiente para detener a Deyanira, cuyos poderes superan a lo que hayan visto antes, pero Nidia ya no está combatiendo sino descansando en un edificio abandonado gracias a que Hextia Tiberius la saco de allí.

- Tal parece que te dieron una paliza. – decía Hextia burlonamente.
- Mas o... uggghhh... menos. – dijo Nidia resintiéndose del dolor.
- ¿Se te olvida que tienes una pelea pendiente conmigo?
- No, pero esto no lo hago para evitarte, lo hago para evitar que esa chica destruya el planeta.
- ¿La de orejas de conejo?
- Esa misma.
- Se ve que es muy poderosa.
- Demasiado.
- ¿Y tus amigos los "acólitos"?
- También fueron derrotados, de hecho, Elliot murió a manos suyas.
- ¡¿Elliot?!! ¡¡¡Hija de Puta!!!
- Así es.

Hextia apretó el puño y se levantó lleno de ira, saco su lanza blanca y se dirigió a un hueco al exterior del escondrijo.

- ¿Adónde vas? – le preguntaba Nidia.
- A patearle el culo a esa bruja.
- Es muy peligroso, no la subestimes.
- Lo tendré en cuenta.

En medio de la ciudad Deyanira buscaba a algún acolito al cual poder matar, especialmente a Harry Anderson, se quedó de pie mirando a su alrededor y empezó a llamarlos a pelear.

- ¡Vamos niños estúpidos, vengan y peleen conmigo, se creen los salvadores de este mundo condenado, pero la realidad es que terminaran igual de muertos que este planeta, acepten su destino y mueran, a menos que quieran pelear, si son tan valientes vengan y enfréntenme como dicen!

En eso Hextia aparece plantando desafío frente a ella.

- Yo te desafío culo gordo.

Deyanira miro a una Hextia desafiante y armada con su lanza, la chica bajo de un promontorio de escombros y apunto con su arma a la chica con orejas de conejo.

- No se quien seas, pero veo que eres muy poderosa. – hablo Hextia. – Así que por que no dejas de parlotear y vienes a pelear.
- ¿Otra niñata al servicio del patético Thulle?
- No pertenezco a los acólitos, ni siquiera a la Orden del Martillo, pero ellos son mis amigos y te juro que pagaras por todo lo que les ha hecho.
- Que tierno, te enterrare con ellos en este baldío miserable.

Hextia fue la primera en soltar el primer golpe arrojando su lanza hacia Deyanira, pero ella logra quitarse de la trayectoria del arma solo para ser sorprendida con el zapato de Hextia pateándole la cara y enterrándola en el suelo, tomo su lanza y casi le da un tajo a Deyanira que se quita a tiempo.

- Muy poderosa y todo, pero muy lenta. – dijo Hextia.
- No me subestimes mocosa.

La teraferox ataco con su lanza intentando conectar a Deyanira que se esquivaba cada golpe, pero dio un tajo que se volvió una onda expansiva psíquica que mando a Deyanira contra un poste metálico.

- ¿Espera, tú también eres? – dijo dudosa Deyanira
- Así es, una psíquica.

Hextia alzo su mano mandando a la chica de orejas de conejo contra un camión de carga abandonado, cayo sobre ella y le dio una lluvia de potentes puñetazos cargados con energía psíquica, Deyanira resentía de cada uno de los golpes e intento usar su espada para quitarse a Hextia de una vez por todas, pero su rival armada con la lanza se le adelantaba y con telequinesis la azotaba contra el suelo rematándole con una patada.

En el escondrijo Nidia miraba como el sol se ocultaba para dar inicio a la noche, en eso aparecían unas figuras misteriosas que resultaron ser Magda Serket y Dennis Strider quienes la levantaron al verla malherida.

Historias de la Tierra C: Los Capítulos PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora