¡𝑫𝒆𝒋𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒂𝒊𝒏𝒂! «𝚃𝚘𝚖𝚘𝚛𝚛𝚘𝚠 𝚋𝚢 𝚃𝚘𝚐𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛»

04. Chewy borradores

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Yeonjun bajó las escaleras bostezando como diez veces, un poco e' lagañas en la cara, arrastrando los pies con caligüeva. Vio a su tía en la entrada del edificio con un coñazo de bolsos y más atrás a su primo, Youngjae.

Eran las seis y cincuenta de la mañana, su tía iba a aprovechar el agua en casa de los Choi Gonzáles pa' lavar el verguero de ropa que tenía sucio porque en Campo Alegre no había agua desde hace como tres semanas. Su primo tenía la misma cara de aguevoniamiento, pararse a las cinco de la mañana pa' irse a Las Acacias con un poco de bolsero que parecían corridos no era para nada fino.

—'Ción tía —saludó a la mujer.

—Dios te bendiga papi, ayúdame con esto por fa' —le pasó tres bolsos bolivarianos que estaban que explotaban.

— ¿Ya saliste del closet? —preguntó su primo, mirando el color del cabello—, no me puedes decir que no, pareces una vaina rara con eso.

—Deja la broma con Junsito y ve moviendo ese culo para que bajes a buscar los que faltan.

Yeonjun se rió en la cara de su primo, ambos subieron las escaleras hasta el segundo piso porque el ascensor en esa vaina no servía, como casi todo en Venezuela. Gracias a Dios que Yeonjun vivía en el piso 2, pobre de las personas que vivían en el último piso.

El catire dejó los bolsos en la sala del apartamento, agarró su bolso y entró a la cocina pa' beber otra vez café. Su mamá estaba cocinando unas arepas para los recién llegados.

—Bendición, nos vemos más tarde —le dejó un beso a su mamá en el cachete y salió.

—Eres una rata y yo jurando que me ibas a ayudar con los bolsos —dijo Youngjae, lanzando el bolso a la sala.

—No mano, yo voy es tarde, nos vemos —le dio una nalgada a su primo y salió corriendo las escaleras, de vaina y no se lleva a la tía por delante.

Estaba casi que corriendo, no iba tan tarde pero si se ponía a caminar con aquella paciencia iba a llegar directo a seccional pa' que le dieran un pase y ay no, las coordinadoras sabían que él vivía por ahí mismo así que no le iban a dar un coño.

Cuando llegó al liceo, ya todos estaban cantando el himno.

—'Ñuelamadre.

Se arrecostó de la reja esperando que terminaran, el subdirector lo miró y Yeonjun le sonrió como si nada. No lo iban a regañar nada más a él porque no era el único llegando tarde, nosi.

Por obra de Chávez, hizo contacto visual con el pelimorado, quien negaba ante la tardanza de su amigo, antes que todos se largaran a los salones, Soobin Alberto se acercó al rescate de su tocayo.

Pero Beomgyu ya estaba hablando con el hombre.

—Lo que pasa es que yo dejé un cuaderno en su casa ayer y lo mandé a buscarlo, ¿verda'? —Yeonjun asintió, sacó su cuaderno de los Power Rangers y se lo entregó al pelinegro, pa' mete la coba.

El subdirector no tuvo de otra que pasar al catire. Beomgyu era muy pana de esa gente, contactos en el lado oscuro pues.

—Naguevoná Joely, eres tú mano, te amo –le dio una nalgada al pelinegro y saludó a Soobin—, nos vemos mi amor, te brindo un nestea en receso.

Beomgyu sonrió burlón. —Te hago una segunda ahí balurda y ya me andas jalando bolas, pa' que te dejes coger debe ser fácil.

MA

RI

CO

Soobin se estaba cagando de la risa mientras empujaba al catire para que siguiera a sus compañeros para ir al salón porque madre grito que le iba a pegar al pelinegro.