¡𝑫𝒆𝒋𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒂𝒊𝒏𝒂! «𝚃𝚘𝚖𝚘𝚛𝚛𝚘𝚠 𝚋𝚢 𝚃𝚘𝚐𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛»

36. Malvado cork

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Yeonjun recogió sus crocs, guardó como siete shorts, cuatro camisas, diez bóxers y el cepillo dental. Bórralo.

Joely levantó la mirada de su teléfono, viendo la maleta de su jevo. —Si eres mamarracho coño, llévate una ropa bonita, no vamos a pasar año nuevo en cholas niches, qué te pasa vale.

— ¿Qué llevo? Pa' eso está Kai, él lleva ropa chévere, le tumbo una vaina y ya.

Beomgyu chasqueó la lengua. —Seungho te compró bastante ropa pa' algo, gafo.

—Bueno, 'ta bien.

El catire se puso a buscar en el closet, y esa ropa cayó hecha bola, tenía un desastre parejo en esa vaina. Joely se echó a reír como loco cuando Yeonjun pegó un grito por una cucaracha.

Como la puerta estaba abierta, la señora Yanet pasó al cuarto en sandalias y el limoncito comenzó a quejarse. —AMAAAAAA LOS ZAPATOOOOOOOS, CONCHALE.

La señora lo miró seriamente. —Ay carajito, deja de estarme gritando, que yo no soy amiguita tuya, no te quieras lucir porque está Beomgyu, yo no he visto que él le grita a su mamá, es más, tu cuarto está hecho un desastre.

Alberto se contuvo, viendo la cara de amenaza de Joely. La señora le entregó unas galletas waffles al yerno y salió del cuarto. Yeonjun se lanzó a la cama para quitarle unas galletas al pana. Joely no se las iba a negar.

—APUES MIJO, ME DIERON LA VAINA A MI, NO A TI.

Bueno pensé pues, nada es seguro, las personas cambian.

—Que no te voy a dar, termina de recoger porque Jesús viene, toca corneta y bórralo, te dejo si no estás listo.

El catire se peinó el cabello mientras chasqueaba la lengua, sabía que era mentira que lo iba a dejar.

Era mentira...

Yeonjun bajó volando por esas escaleras, dejó la chancleta en el camino mientras que Beomgyu se estaba cagando de la risa mientras se subía a la camioneta de Jesús, el moreno vio a Yeonjun, frunciendo el ceño.

— ¿Qué te pasó, Yonyun?

— ¿Me vas a dejar, mamaguevo? —miró a su jevo rojito de la risa.

Jesús negó. —Vamos a comprar unas cosas para llevarnos la comida, cálmate bro, te venimos a buscar a las doce, no más, Joely te manda un mensaje para que esperes abajo, si me pueden esperar en conjunto mejor, un solo viaje.

Yeonjun respiró aliviado, casi que se pone a llorar cuando vio a Beomgyu saliendo por la puerta como perseguido y ahora estaba en el asiento del copiloto riéndose a morir, pataleando como loco por la risa.

Jesús le metió un coñazo para que se calmara. —Mira que mandarla a arreglar una pendejada salió caro, no vengas tú a estar de pajuo a dañarme otra vaina.

— ¿Qué te voy a dañar? Gafo.

Jesús rodó los ojos y pasó a ver a Yeonjun. —Vaya pues, que si no están listos me voy pal coño y me llevo solo a mi panita, el hermano tuyo.

El catire asintió y se devolvió de una vez, ahí pisando mal por la chola olvidada en alguna parte de la escalera, según.

El perro de un vecino taba gozando con la chancleta como un juguete.

—Epa, pana, tu perro tiene mi chancleta.

El chamo se volteó, viendo a su perrito escoñetando la broma. El pana paaaaaalido y con una cara que te daban las buenas noches pues, así a lo sarcástico.