¡𝑫𝒆𝒋𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒂𝒊𝒏𝒂! «𝚃𝚘𝚖𝚘𝚛𝚛𝚘𝚠 𝚋𝚢 𝚃𝚘𝚐𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛»

07. Going to Luxor

💛 ━━━━━━ 💙 ━━━━━━ ❤️

—Yeonjun, Yeonjun, Yeonjun —Taehyun movía al catire, pero Yeonjun estaba era durmiendo con la jeta abierta y un chorro de saliva en la almohada.

Bueno, no sé qué mal existirá de dormir en casa ajena y pararse a las seis de la mañana, de paso un sábado. Taehyun se quedó mirando el techo tratando de canalizar sus energías en dormirse otra vez pero la barriga le dio tremendo retorcijón por el hambre.

Se paró de la cama pa' buscar el teléfono de Piolín para jugar, mientras Yeonjun no se dignaba a pararse. El carajo se tapó por completo con la sábana cuando Taehyun se paró de la cama, dando a notar que eso ERA MENTIRA que se iba a parar pronto.

La puerta del cuarto se abrió, la señora con un poco e' ropa doblada. —Hola señora, buenos días.

—Buenos días papi, hazme un favor, pon eso sobre el gavetero —le pasó la ropa y Taehyun lo dejó sobre la broma—, ¿tienes hambre?

—Sí, estaba esperando a que Yeonjun se parara porque me daba pena salir solo.

La señora se echó a reír, le hizo una seña para que la siguiera, Taehyun agarró el teléfono y salió cerrando la puerta. —No mijo, si usted espera por Alberto se irá a morir de hambre, ese carajito se para a las doce, con suerte.

Coño menos mal que la señora entró porque Taehyun le iba caer a coñazos a Yeonjun si se hubiesen hecho las doce y no se despertaba.

El pelirrojo se fue al baño a mear y lavarse la boca porque de tanto jartar el día anterior, olía a todo menos bonito. Cuando salió del baño, la señora le dio una taza de café mientras que montaba unos bollitos, hablando de todo lo que habían hecho en Los Aviadores.

—Esto es tuyo, como lo vi tirado en el cuarto lo lavé también —le entregó la ropa, lavadita y secadita, cálida' vale.

—Muchas gracias de verdad, señora Yanet.

—No te preocupes vale...coño —mientras doblaba vio un pantalón de su amado hijo, roto—, Yeonjun parece que fuese de preescolar, no me explico cómo llega así de roto un pantalón que deja medio culo afuera.

—Ah, eso fue el día que fuimos a jugar a las ballenitas, se echó una resbalada por la bajadita.

—Y después lo ves cosiendo mal la broma...mira esto, con hilo fosforescente, no te digo yo pues.

—Mi abuela arregla ropa, si quiere se lo puedo llevar cuando me vaya, no es muy carera y hace un buen trabajo.

— ¡AMÁ, QUE MI TÍA ESTÁ ALLÁ ABAJO! —se escuchó un grito del catire, desde su cuarto—, COÑO POR QUÉ NO PUEDEN LLAMAR AL TELÉFONO DE LA CASA VALE, QUE LADILLA.

—Este carajito... —la señora se fue a echarle un regaño a Yeonjun Alberto por falta de respeto y porque se le había olvidado que su amigo estaba ahí.

Total que Yeonjun terminó parándose con senda cara de culo pa' abrirle a su tía y a su primo. Taehyun se estaba riendo porque la caligüeva de Yeonjun se esfumó cuando se dio un coñazo con la esquina de la mesa en plena bola.

Estuvo de vuelta con su tía y su primo, se acordó de Taehyun Daniel. Que bolas.

— ¿Todo fino? ¿Quieres algo? Voy a seguir durmiendo, puedes hablar con mi primo, es como yo pero feo —Yeonjun fue empujado por el nombrado.

—Debe ser que eres una vaina arrechísima, marico triste.

Yeonjun entró otra vez a la cocina, husmeando queloque porque el hambre se le explotó.