Taehyung y Lucía han sido mejores amigos por años, ambos son estudiantes de intercambio en Estados Unidos y se convirtieron en su hogar fuera de su país, pero ha llegado el momento de que Tae vuelva a Corea y la idea de alejarse lo hará darse cuenta...
Esta vez, cambiaron los lugares, ahora era Lucía quien se negaba a contestar las llamadas o mensajes de Tae, seguía enojada con él y, sobre todo, no lograba entender qué podría haber hecho como para que él no quisiera verla y había llegado a las mentiras con tal de evitarla. Así que simplemente decidió alejarse de él por unos días en lo que se calmaba. Había aprovechado esos días para estar tranquilamente sola, viendo series y comiendo todo lo que tuviera enfrente.
Llegó el miércoles, el día menos agradable para Lucía, ya que tenía que trabajar en el turno de tarde, entraba a las 2 pm y salía hasta las 11 de la noche. Era el peor horario, pero no tenía de otra más que aceptarlo. Cerca de las 10:50 de la noche, cuando Lucía estaba ya limpiando todo y preparándose para cerrar el establecimiento e irse a casa, llegó un cliente, era un joven de unos 24 años, de cabello castaño y ojos grises. Él decidió ordenar la bebida más compleja de todas, requería de dos licuadoras, la cafetera y mil ingredientes, solo limpiando todo, Lucía saldría más tarde de lo normal. Preparó el café del joven, lo cual le tomó 15 minutos y se lo entregó, él le agradeció y se sentó en un sillón a beberlo mientras veía algo en su laptop. ¿Es que no había leído el letrero? Cerraban a las 11, era hora de cerrar. Pero las políticas del café prohibían que Lu le pidiera que se fuera, así que lo único que podía hacer era esperar.
Pasó media hora, Lucía había ya limpiado todo y estaba lista para irse, si tan solo el hombre hiciera el favor de terminar lo que estaba haciendo. Ella perdió la paciencia y decidió decirle, de la manera más amable posible, que se fuera de una buena vez. Y así lo hizo, el joven parecía realmente apenado, y se explicó rápidamente, había perdido el sentido del tiempo, acababa de llegar de Nueva York, por lo que su reloj estaba en otra zona horaria. Lucía le dijo que no había problema, pero que era hora de cerrar.
-Discúlpame, por lo menos deja que te lleve a tu casa-.
Lucía consideró la oferta, era tarde, estaba cansada y a esa hora ya no había autobuses. Y aunque subirse al coche de un desconocido parecía una mala idea, también lo era caminar hasta su casa a esas horas, cuando ya todo estaba cerrado.
- O puedo pedirte un taxi, es lo menos que puedo hacer-.
De acuerdo, eso parecía una mejor idea. Lucía aceptó.
Mientras esperaban, el joven se presentó. -Me llamo James-. Le sonrió y aparecieron en sus mejillas unos lindos hoyuelos.
- Yo soy Lucía-.
- Vengo de Nueva York, voy a hacer unas materias de verano aquí en la universidad-. Resultó que iba a la misma escuela que Lucía y parecían tener muchos amigos en común. La conversación con él era agradable y, para cuando llegó el taxi de Lucía, ellos ya habían intercambiado números.
Al llegar a su edificio, Lucía se encontraba buscando las llaves de su departamento cuando escuchó que la llamaban por su nombre. Era Taehyung, estaba sentado en el lobby, conversando con el guardia de seguridad. Estaba ahí tan seguido visitando a Lu, que lo dejaban pasar como si fuera un residente más.
- Tae, ¿qué haces aquí? –
- Vine a pedirte una disculpa-. Respondió Taehyung. Tenía las manos en los bolsillos y una expresión tímida. Lucía asintió con la cabeza y le dijo que subieran a su departamento, no tenía caso que hablaran en el lobby, en donde todos los podrían escuchar.
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(En la foto: Taehyung).
Ya adentro, Lu dejó sus cosas en la sala y se sentó, esperando que Taehyung hiciera lo mismo.
- Discúlpame, Lu. No me supe explicar, claro que quería verte, eres mi mejor amiga. Pero han sido días raros-.
- Te has comportado muy raro-. Coincidió Lucía.
- ¿Me perdonas? -Pidió Tae. -Prometo no volver a mentirte jamás-. Dijo, haciendo una cara graciosa. Lucía no pudo evitar reír y Tae sonrió, sabiendo que todo estaría bien. Ellos nunca duraban más de unos días enojados.
Luego Taehyung sacó el celular de su bolsillo.
- ¿Qué haces? -Preguntó Lu.
- Estoy pidiendo pizza, tenemos que ver la película que nos perdimos-.
Y eso hicieron. Lu se cambió para ponerse más cómoda y se sentó con Tae a ver la película en el sillón de la sala mientras cenaban. Pero ella estaba cansada y antes de que acabara la película, se quedó dormida, y, sin darse cuenta, recargó su cabeza en el hombro de su amigo, quien la abrazó hacia él y jugó con su cabello hasta que eventualmente, él también se quedó dormido.