Taehyung y Lucía han sido mejores amigos por años, ambos son estudiantes de intercambio en Estados Unidos y se convirtieron en su hogar fuera de su país, pero ha llegado el momento de que Tae vuelva a Corea y la idea de alejarse lo hará darse cuenta...
La casa estaba repleta, habían colocado mesas hasta en la playa y aún así apenas había lugar para ellas cuando bajaron. Jin era bastante reservado, pero seguía siendo un hombre de negocios y conocía personas en todo el país que invitaba a su fiesta de año nuevo. Sin embargo, siempre guardaba lugar para sus amigos. Una mesera se acercó a las chicas y les indicó que a ellas las esperaban en la terraza, ahí, Jin había reservado unas cuantas mesas para sus amigos íntimos. Desde esa terraza tenían una vista increíble del mar y del resto de la fiesta.
- ¡Lucy!- Exclamó Jimin en cuanto la vio y corrió a abrazarla, la tomó por la cintura y la levanto del piso dándole vueltas en el aire. – Siempre me siento alto cuando estoy contigo-. Bromeó y Lu le dio un golpe en el hombro.
- ¿Cómo te fue?- Preguntó Lucía riendo.
Jimin empezó a contarle que visitó a su familia, paseó por su pueblo, fue a Seúl y, lo más importante, no se había olvidado de traerle sus dulces favoritos a Lucía y una dotación de leche de banana que a ella le encantaba.
- Eres el mejor Jiminie-. Dijo ella emocionada de ver a su amigo después de ese par de semanas que estuvo fuera del país.
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(En la foto: Jimin)
- ¿A mí no me vas a saludar?- Preguntó Namjoon, ella le dio un gran abrazo, luego se saludaron y comenzaron a conversar un poco.
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(En la foto: Namjoon)
Poco a poco, Lucía fue saludando a todos sus amigos. No se había dado cuenta de lo mucho que los había extrañado hasta ese momento. Mientras conversaban los meseros se aseguraban de mantener sus copas llenas y Lucía estaba algo sonrojada por el alcohol para cuando vio a Tae.
Taehyung era guapo, eso era simplemente un hecho que no estaba a discusión. Cualquier persona que tuviera podía verlo y hasta percibirlo. Lu había sabido que su amigo era el guapo desde que lo conoció, pero cuando lo vio vestido en su traje de gala, las mariposas en su estómago se volvieron a emocionar como el primer día.
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