Capítulo 23

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CAPÍTULO 23

Lucía había sido una imbécil y lo sabía. Una parte de ella lo había sabido desde el principio, que no debía confiar en él, que él no había merecido una primera oportunidad, mucho menos una segunda.

Estaba sentada en el lobby del hotel cuando vio a Tae llegar corriendo, fue hacia ella y la abrazó. Fue hasta que estuvo en sus brazos que las lágrimas salieron de sus ojos. Taehyung la sostuvo con fuerza y Lu enterró la cara en su pecho, tenía vergüenza de que la vieran llorar, vergüenza de que supieran lo tonta que había sido. Lloró con todas sus fuerzas mientras Tae le acariciaba la espalda y el cabello y le repetía que todo estaría bien, que ahí estaba él y que con él estaba a salvo.

- Lu-. Ella se separó de Tae y vió que Jin, Yoongi y Emily estaban ahí también. Había estado tan inmersa en sus sentimientos, había querido perderse en los brazos de Tae que no se dio cuenta que había más gente alrededor.

- Lu, ¿qué pasó?- Preguntó Emily.

James había conseguido lo que quería o tal vez se había aburrido de ella, pero ese día decidió que había terminado su trabajo y se fue sin decir nada. Lucía volvió esa tarde después de ver a Tae, después de contarle que se iba a casar, que estaba muy emocionada, qué tonta había sido. Ella y James se estaban quedando en el penthouse de un hotel de la ciudad, él había insistido en que se quedaran ahí mientras encontraban el departamento perfecto para los dos. Pero, esa tarde, cuando Lucía llegó y quiso usar su llave en el elevador para que la llevara al penthouse, la llave no funcionaba. Preguntó en recepción y un joven le dijo que ya habían hecho check-out de esa habitación. Lucía insistió en que probablemente era un error, ella y James se estaban quedando ahí. El joven la vio con ojos de lástima y le dijo que James hizo check-out de la habitación esa mañana y se fue. James había dejado las maletas de Lucía en recepción y una nota con cinco palabras: espero algún día me perdones.

Lu estaba segura de que debía ser una broma pesada, James no podía dejarla así como sin nada, en la calle con sus maletas sin siquiera despedirse o dar una explicación. Pero eso es exactamente lo que había hecho.

La primera reacción de Lu fue entrar en su celular a la aplicación del banco y, como temía, su cuenta estaba en ceros. Se habían esfumado dos millones de dólares que James había tomado mientras huía como el cobarde que era.

Se había llevado su dinero, la había dejado sin casa, mierda, hasta el vestido de novia se había llevado el cabrón.

Cuando Jin le explicó todo lo que había descubierto, de pronto todas las piezas cayeron en su lugar. Por eso James se había ido de Los Ángeles en cuanto se enteró que Jin era Kim Seokjin, hijo del empresario al que había estafado. Por eso presumía tanto su dinero, la estaba queriendo convencer de que era exitoso para que confiara en él. Por eso no tenía licencia de conducir. Por eso viajaba en avión privado, para que no le pidieran una identificación. Por eso había insistido en que tomara ese crédito, aun cuando Lucía le cuestionó un millón de veces para qué necesitaban dos millones de dólares si el negocio que tenían en mente no sería tan lujoso. Por eso le había pedido matrimonio. Lucía había sido tan ciega.

- Debió haberse enterado de que lo estábamos investigando y por eso se fue-. Dijo Jin.

- O tomó todo lo que pudo robar y se fue-. Dijo Emily y todos la voltearon a ver. -Lo siento, Lu, pero es la verdad, él se aprovechó de ti y luego se fue, tan sencillo como eso-. Su amiga no era conocida por su tacto a la hora de hablar.

- Emily, no estás ayudando-. Dijo Tae y apretó nuevamente la mano de Lu. No la había soltado desde que llegaron y Lucía estaba segura de que, si no fuera por eso, no podría escuchar todo lo que Jin le estaba contando.

Sweet nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora