THE SPY | Terminada.

CAPITULO SEIS.

Sentada en mi cama, Martina sonríe abiertamente.

— Yo,emh... quiero agradecerte.

La miré estupefacto.

—¿Agradecerme? ¿Por qué? ¿Por que logré que te dispararan?

—No. —pareció costarle decir aquello— Por haber intentado no arruinarlo....aunque yo misma lo arruinase después.

—No fue nada—dije automáticamente—Pero,¿qué paso allí?

Se mordió un labio. Parecía tan linda. Digo,interesante.

—Cuando tomé la pistola, la puerta frente a mí se abrió. Disparé...Y el tipejo se vino sobre mí. Intento ahorcarme,pero llegué a disparle a tus esposas. Y estamos aquí hablando— sonrió lentamente— realmente creí que moriría.

—Jamás te hubiese dejado morir ahí sola.—No se como  ni de dónde saque las malditas fuerzas para decir eso. Sus ojos se abrieron como platos,y sonrió. Mal-di-cio-ón ♪♫.

—Bueno,gracias. El punto es—siguió— que te agradezco por no haberme dejado morir allí,aunque te pedí que lo hicieras.

—No importa,está bien.

Sentí que mis piernas ya no me sostendrían mucho más,por lo que  me senté a su lado. Maldito amor. Maldita Martina. ¿Por que rayos tienes que gustarme tanto?

—Puedo notar que te da curiosidad saber lo que hay entre ese hombre y yo.—dijo,despacio— la verdad es que....

—No tienes que contarmelo si quieres.

—No.—dijo ella,y cerró los ojos con fuerza—Quiero hacerlo— Y siguió.

»Cuando yo era pequeña,mis padres trabajaban para la CIA. Tenía un hermano mayor, Francisco. Me llevaba ocho años. Cuando yo tenía diez,mis padres lo reclutaron. El tenía ideales completa y absolutamente diferentes,y creía que clasificar al mundo sería la mejor opción....—abrió sus ojos— matar a los críminales y hacer obedecer a la población para que hiciese lo mismo. Mis padres enloquecieron con la idea.  Loecharon,y el los odió....se fue de la casa. Y luego volvió....pero con un grupo de asesinos expertos. Mataron a mis padres.... No sé ni cómo salí viva de eso. Se alió al Metal y su grupo... y nunca más volví a verlo. Ese tipo —cerró los ojos son fuerza,y tres lágrimas cayeron — se encargó personalmente de acuchillar a mi mamá.

Al terminar de hablar,se quebró y el llanto y los gemidos brotaron por si solos de ella. Se tapó la cara con las manos. Me quedé viendola como si fuese estúpido,hasta que caí en la cuenta de que estaba llorando. Estiré los brazos y la abracé. Se quedó dura,aún sacudiendose e hipando. La solté sólo cuando se calmo. Sacudió la cabeza.

—No. Lo último que quiero que sientas por mí es pena.— su voz sonó ahogada y triste.

—No siento pena por tí. Yo...creo que eres genial por haber resistido tanto. —Su mirada chocó con la mía y sonrió.

No puedo.

Debo decirselo.

No.

¡DÍCELO,MALDITA SEA!

—Martina..

Mi teléfono suena.

—Atiende. Yo puedo irme...

—No,no es necesario. — «July» se leía en la pantalla. decidí atender.

—¿Hola,Juls? Ahora no puedo...

Una horrible voz me atendió.

—Hola,niño bonito. ¿Quieres hablar con tu hermana?