El de mis sueños (SaiOuma) [Cancelada]

Capitulo 10

Ya era domingo, Shuichi se estaba vistiendo para ir a la presentación de Kaede, el viernes junto con Ouma e Iruma, habían quedado de verse en el parque a la 1:40 pm (ya que la presentación de Kaede sería a las 2 pm y de ahí irse al lugar en el que la oji-rosa tocaría el piano.

Estaba saliendo de su casa y saco su teléfono para ver la hora, iba en buen tiempo, después de haber caminado un rato llegó al parque, y al parecer Ouma aún no llegaba, ya que solo estaban hay Kaede y Miu, estaba hablando con ellas de cualquier cosa, y después de unos cinco minutos llegó Ouma.

— tardaste mucho enano —le dijo Iruma al pelimorado.

— de seguro le surgieron contratiempos, Iruma-san —comentó Kaede, mientras tenía una mano en el hombro de su novia.

— así es —habló Ouma mientras asentía.

— creo que ya deberíamos ir había el auditorio —dijo Shuichi.

— ¡cierto! vamos —habló la de ojos rosados para luego agarrar la mano de su pareja y empezar a caminar con ella.

— vamos nosotros también Ouma-kun —le dijo Shuichi al más bajo.

— ¿también nos vamos agarrados de las manos~? —preguntó con cierto tono de voz burlona.

— ¿e-eh? b-bueno no hay problema si quieres que v-vayamos agarrados d-de las manos —comentó algo sonrojado.

— Nishishi, lo decía de broma, pero no importa —dijo para luego agarrar la mano de Shuichi.

Ouma y Saihara empezaron a caminar detrás de las rubias, mientras hablaban de varias cosas, ya habían llegado al auditorio, así que entraron, ambas rubias se soltaron de las manos, ya que Kaede tenía que ir a otro lado para esperar su turno. Shuichi, Kokichi y Miu se fueron a sentar en los lugares que les correspondía.

Después de que varias personas pasarán tocando distintos instrumentos, era el turno de Kaede, se sentó en la banca que estaba enfrente del piano, y empezó a tocarlo. Las melodías que emitía eran realmente hermosas, a todos en el lugar les encantaba lo que escuchaban, Kaede realmente tenía talento para el piano.

La presentación de Kaede había terminado, la rubia se levantó de dónde estaba sentada e hizo una reverencia al público, y todos le aplaudieron, bajó del escenario para se acercarse a dónde estaban su novia y sus amigos.

— ¡Akamatsu-chan realmente es muy buena tocando el piano! —comentó el pelimorado sonriendo.

— gracias Ouma-kun —agradeció la rubia sonriendo un poco.

— ¡bien hecho Akamatsu! —dijo Iruma con una sonrisa ladino.

— y ¿a qué lugar les parecería bien ir a comer? —preguntó la de ojos rosados.

— cualquier restaurante o puesto de comida estaría bien —habló el peliazul.

— vayamos a un restaurante que está cercas, y tampoco es muy caro —dijo Kaede y todos asintieron.

Empezaron a caminar, Kokichi y Miu estaba hablando, o tal vez peleando, Shuichi y Kaede solo veían como esos dos peleaban, hasta que a él peliazul se le vino a la mente preguntarle algo al la oji-rosa.

— oye Kaede —llamó la atención de su amiga.

— ¿que pasa Shuichi?

— ¿que crees que… signifique soñar con alguien al que aún no conoces y tiempo después conocer a esa misma persona? —preguntó.

— hmm, no lo se ¿talvez tu y esa persona estaban destinados a conocerse y soñabas con el o ella como una advertencia de que lo verías? —dijo mientras ponía un dedo cerca de su labio y parecía algo pensativa.

— ¿eso crees?

— ¡si!  ¿por qué lo preguntas? —dijo curiosa.

— b-bueno, es que, un mes antes de que Ouma-kun llegará, empecé a soñar con el, aunque su rostro no se veía muy claro, y también el día en el que el llegó a la escuela, dejo de aparecer en mis sueños —contestó.

— ya veo, ¿acaso era por eso que siempre te veía pensativo? —preguntó a lo que el peliazul asintió —me lo hubieras dicho antes, y dime ¿te gusta Ouma-kun?

— pero que dices? Ouma-kun es solamente mi amigo —dijo algó sonrojado.

— lo mismo decía yo de Iruma-san —rio un poluego de de decir eso.

— aparte conozco a Ouma-kun desde hace poco, no me puede llegará a gustar alguien tan rápido

— bueno, si tú lo dices.

Un par de minutos después Kaede se puso alado de su novia, y Ouma aún lado de Saihara, luego de unos momentos habían llegado al restaurante.