El de mis sueños (SaiOuma) [Cancelada]

Capitulo 35

El metro ya había llegado a la estación en la que ambos jóvenes tenían que bajarse, las puertas se abrieron y los dos bajaron rápido antes de que se cerrarán, el peliazul seguía sosteniendo la mano de Ouma, ya que como había mucha gente no quería que el más bajo se separara de él.

— Ouma-kun, aquí podemos ir caminando solo son un par de calles y llegamos a la casa de mis padres —comentó mirando al pelimorado.

— ¡Okay Saihara-chan!

Ya estaban afuera de la estación de metro, el peliazul giró a la izquierda y siguió caminando, Kokichi caminaba aún lado de el, mirando que aún seguían agarrados de las manos simplemente sonreía.

Varios minutos después, estaban afuera de la casa Saihara, el peliazul tocó el timbre, y poco después la puerta fue abierta por una de las empleadas.

— adelante, sus padres se encuentran en la parte trasera de la casa —informó y luego se hizo aún lado dejando pasar a los chicos.

— muchas gracias —agradeció para luego entrar por completo y caminar hasta la puerta trasera.

— es muy bonita la casa Saihara-chan —comentó Kokichi el cual miraba a los alrededores.

— gracias Ouma-kun —abrió la puerta y salió, sus padres se encontraban sentados tomando té —buenas tardes, mamá, papá —llamó la atención de los mayores y ellos voltearon a verlos, levantándose de su asiento.

— Shuichi bienvenido —habló la mujer, acercándose y su mirada fue hacia el pelimorado —vaya tu eres Ouma-kun, mucho gusto conocerte, me llamo Miyuki Saihara, mi apellido de soltera es Kanoe —se presentó la peliazul sonriendo.

— y yo soy Hideki Saihara, mucho gusto —se presentó el hombre de cabello negro.

— mi nombre es Kokichi Ouma, es un gusto conocerlos —dijo sonriéndole a los mayores.

— Ouma-kun eres muy lindo —dijo Miyuki acercándose al menor para pellizcarle las mejillas.

— mamá déjalo en paz —Shuichi tomó las manos de su mamá y las alejó de las mejillas de Kokichi.

Ouma y el padre de Shuichi estaban jugando ajedrez, y con el último movimiento, Kokichi fue el ganador.

— Ouma-kun realmente eres bueno en el ajedrez, todas las veces que hemos jugado has ganado —comentó el mayor sonriente.

— es que mi padre me enseñó a jugar —dijo mientras recordaba las explicaciones que le daba su padre.

— Ouma-kun, ¿Quieres más té, cariño? —preguntó la mujer y el pelimorado asintió, y ella le sirvió —Shuichi, ¿Por qué no lo llevas a que conozca más la casa? En algo de tiempo tal vez y sus visitas juntos sean más seguidas, solo espera a que termine su té—dijo mirando a su hijo.