El de mis sueños (SaiOuma) [Cancelada]

Capitulo 42.

Ambos chicos caminaban alejándose del festival, Saihara se encontraba algo nervioso, sabía que iba a tartamudear al momento de decirle lo que sentía, mientras llegaban al lugar iba planeando lo que le diría a Ouma, no era muy romántico a si que posiblemente no diría un gran discurso.

Habían llegado al puente de madera, la luna se veía reflejada en el pequeño río que había ahí, un lugar realmente lindo, Kaede si que había pensado que ese lugar era el indicado.

La vista de ambos subió al escuchar un silbido agudo y luego un estruendo, los fuegos artificiales habían comenzado, el peliazul suspiro y miro al pelimorado.

— Ouma-kun, h-hay algo que he querido decirte desde hace un tiempo —comenzó a hablar, debido a la luz de los fuegos artificiales se veía el ligero sonrojo que tenía.

— ¿Qué es Saihara-chan? —preguntó el más bajó, con una ligera sonrisa en sus mejillas.

Shuichi volvió a suspirar se acercó un poco al de ojos amatistas para continuar hablando.

— y-yo, bueno, verás, es que, bueno —comenzó a balbucear, solo escucho la pequeña risa de Kokichi, se tranquilizó un poco y más seguro continúo —bien, hace tiempo me di cuenta de que yo no te veo solo como un amigo, y que cada que mi corazón se acelera al tenerte cerca de mi es por qué, t-te amo, Ouma-kun y me preguntaba si ¿Quieres empezar a salir conmigo, y ser mi pareja? —por fin lo dijo, solo se sonrojo más, no recibía respuesta del más bajo, pensó que su silencio era una forma de rechazarlo, y agacho un poco la cabeza, al menos lo intento y eso cuenta.

— levanta la cabeza Saihara-chan —tras escuchar eso, el de cabellos azules le hizo caso y vió como Ouma sonreía al igual que sus mejillas estaban ligeramente rojas —¡Claro seamos pareja! Si soy sincero, yo también te amo y me di cuenta de ello hace poco, creo que siempre fue así solo qué no quería admitirlo por qué no te quería perder como amigo —mientras decía eso, se fue acercando a Shuichi para abrazarlo y pegarse a su pecho.

El abrazo fue rápidamente correspondido, se quedaron así unos cuantos minutos, los fuegos artificiales ya estaban por acabarse, hace tiempo que el oji-ámbar quería besar nuevamente a Kokichi, pero esta vez le preguntaría.

— O-Ouma-kun —separándose un poco del nombrado, tomó su cintura mientras lo veía a los ojos y continúo — ¿M-Me permitirías besarte? —preguntó, Kokichi sonrió y asintió.

El pelimorado levantó su cabeza cerrando sus ojos, esperando a que el contrario se acercará, Saihara tomo el mentón del más bajo y se fue agachando poco a poco, las respiraciones de ambos chocaban por la cercanía, Shuichi al igual que el de ojos amatistas cerró sus ojos, y terminó por juntar sus labios con los del contrario, depositando le un cálido beso lleno de amor. Al cabo de unos minutos ambos se separaron.

Y de repente algo llegó a la mente de Kokichi.

— sabes Saihara-chan, hace tiempo tuve un sueño similar a este, claro que con unos cambios —comentó, una vez que el beso terminó.

— ¿Y cuando fue eso? —preguntó con cierta curiosidad.

— el día que te quedaste en mi casa cuando cuidaba a Hiro-chan —contestó.

— vaya que casualidad, justo ese día yo te… no nada —casi se la salía decir que lo beso cuando dormía.

— ¿Ese día qué , Saihara-chan? —Ouma tenía curiosidad sobre lo que, su ahora novio, casi le decía.

— b-bueno, no creo que haya sido nada malo, p-pero ese día, yo te b-bese mientras dormías, y-y también te dije lo que sentía por tí, a-aprovechando que me habías dicho que cuando tenías demasiado sueño no recordabas nada —contestó, mientras rascaba su nuca algo nervioso.

— vaya, vaya, Saihara-chan es un aprovechado, dime ¿No hiciste nada más verdad? Nishishi~ —decía mientras alzaba su brazo para poder jalar la mejilla del más alto.

— ¡No! ¡Juro que no hice nada más! ¡Solo fue un beso! —contestó sonrojado.

— lo sé, después de todo eres incapaz de hacer algo más, por qué eres una muy buena persona —alzó su brazo y le dió un par de palmadas en el hombro al igual que le sonreía.

— ¿Deberíamos regresar con Kaede e Iruma-san?

— claro, volvamos con ellas.