XIV

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— Vamos Jae-eon, ya casi llegamos — hablo entusiasmado el chico con los nervios de punta

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— Vamos Jae-eon, ya casi llegamos — hablo entusiasmado el chico con los nervios de punta

—¿Es seguro? —pregunto caminando con miedo la pelinegra

—Claro que si— sonrió a medias —¿porque no lo seria?

—No lo sé—

—Llegamos—suspiro win mientras miraba atrás— Vamos al centro del bosque, hay un lindo paisaje por allí y también hay un lago dicen que hay cisnes y el agua es cristalina

— Esta bien—

Cada vez que se adentraban más al bosque una pequeña parte de la pelinegra decía que deberían regresar, que ese lugar no era seguro, y que les podía pasar algo malo, pero decidió mejor no decir nada.

—Ya casi llegamos— toco el hombro— No mueras de miedo por favor— sonrió

—Está bien—

Cada que caminaban más, se lograban ver sombras entre los pinos, se lograban escuchar susurros. Ahora que se encontraban mucho más dentro del denso bosque sintió sudor en su mano para segundos después ya no sentir la mano de su amigo, volteo y lo busco con la mirada, pero no había rastro de él, con temor miro las huellas del suelo, pero eran demasiadas, no solo eran las de dos personas si no eran de al menos unas 10 más.

—Win ¿Dónde estás? —pregunto la pelinegra con temor

—Jae! Jae-eon! —grito pidiendo auxilio— Por aquí!

—Win! No juegues así conmigo—reprocho espantada mientras caminaba hacía donde se había escuchado el grito de auxilio —¡¿Win? —Sin embargo, no hubo respuesta, solo se escuchaba como si alguien caminara cerca de ella para después escuchar el grito desgarrador del chico—¡Win!, ¡Win! ¿Dónde estás? — camino más rápido mientras miraba a todas partes.

—Jae-eon, Jae-eon ayúdame—Los pinos eran movidos y aquella voz era como si el aire la llevara, como si el aire hablara.

Los gritos de Win cada vez eran más fuertes haciendo que atormentaran y rompieran el alma de la chica, no sabía para donde dirigirse, los gritos que provenían de todos los lados la tenían tan confundida, el primer grito fue al sur el segundo fue al oeste, el tercer grito fue para el este y el último fue al noreste, no sabía a qué lado dirigirse, tenía tanto miedo, pero quiera ayudar a su amigo.

—¡¡Win!! —grito con miedo mientras corría hacía el noreste —¿dónde estás?

La pelinegra corría con todo su ser, estaba tan cansada pero no lo encontraba, sus piernas en cualquier momento flanquearían y sus pulmones estaban a reventar, ardían porque n tomaban el suficiente oxígeno, estaba muy desesperada, las lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas y su cabeza le dolía por pensar en qué lugar podría estar aquel. Solo debía parar un momento y respirar para concentrarse, respiraba profundamente, pero sus respiros se volvieron acelerados al escuchar susurros provenientes de los pinos, pero aquellos susurros eran incomprensibles, no parecía ser algún idioma aquel podía parecerse al latín, los susurros cada vez eran más y se hacían más fuertes hasta que de alguna forma cesaron y la chica alzo su rostro. Al alzarlo miro a un chico de cabellos negros alto y con un rostro que no expresaba absolutamente nada.

RED MOON (ᴇɴʜʏᴘᴇɴ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora