– L, la escritora Tn Rose está aquí.
– ¿En la estación?
– Sí. Dice que recibió una carta de amenaza con un trozo de tela de la ropa de la víctima encontrada esta mañana.
– Ya veo. Envíame las fotografías.
– Sí. Está diciendo también que quiere entrar en el caso. Ella ha ayudado antes en algunos casos.
– Entrar, ah...
[Estación de policía]
– Ash. Por favor...No traigan a esa escritora aquí otra vez.
– Oh, vamos. No seas amargo. Ella nos ha ayudado antes ya.
– Es cierto. Rose es muy inteligente, siempre nos es de ayuda.
– Mi hijo estudia abogacía y no lo estoy metiendo en esto.
– ...L –miró hacia la laptop de Watari.– La señorita Rose es muy inteligente y nos ha ayudado antes en casos complicados, sin embargo sigue siendo una civil y no debería tener acceso a archivos policiales y datos confidenciales. Pero como tú estás a cargo del caso ahora, la última palabra la tienes tú.
– ...Está bien. Déjenla pasar.
El viejo hombre que se quejaba refunfuñó, mientras otros sólo accedieron sin decir más.
El oficial de confianza de la escritora, Paul, salió de la sala y fue a buscarla. A los minutos, volvió a entrar con ella. Tn tomó aire, manteniendo su semblante y sin dejarse intimidar.
[Park Central Hotel]
L mordió la uña de su pulgar y se inclinó un poco hacia adelante, observando a aquella escritora que acababa de entrar a la sala en donde estaban los policías que trabajaban en el caso.
Parecía como si hubiese viajado en el tiempo de los años 40. Era bastante delgada, de estatura media y ojos ámbar. Llevaba una camisa blanca, una falda gris que llegaba debajo de sus rodillas y un abrigo beige más largo que la falda, zapatos negros con tacón, una bufanda azul Francia y guantes negros. Era rubia, llevaba el cabello suelto y ondulado, peinado hacia atrás como solía usarse en los años 40. Su maquillaje era bastante natural, con algo de delineador de ojos, rubor en sus mejillas y labial rojo que resaltaba en su pálida piel.
Era bonita, mucho, aunque por su estilo pareciera venir del pasado.
[Estación de policía]
– Buenos días –saludó a todos. Miró al detective de homicidios.– Detective Hamilton, mucho gusto verlo de nuevo –saludó, acercándose a él.
– Señorita Rose, bienvenida.
– Aquí está la carta, sobre y trozo de tela que me llegó esta mañana –le entregó el sobre de papel madera.– La carta y sobre sólo tienen mis huellas, el trozo de tela no lo toqué.
– Gracias –lo tomó.– Lo analizaremos enseguida. Ah, y...le presento a L, detective privado –señaló con una mano a la laptop.– El hombre de negro es Watari, nuestro contacto con L.
– Ah, he oído de L... –miró a la laptop.– Señor L, señor Watari, es un placer.
– Buenos días.
– Mucho gusto, señorita Tn Rose. He oído que ha sido de ayuda antes en otros casos.
– Sí, es correcto.
– Ya veo. Cuénteme sobre la nota.
– La recibí hace unas horas. No posee emisor o remitente como una carta que viene del correo, lo que quiere decir que la persona que la envió tiene que haber ido hasta el edificio a dejarla. Además...está dirigida a "Atenea". Atenea es mi segundo nombre.
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Anemoia ✒️ L Lawliet
Fanfiction❝Anemoia: sentir nostalgia por un tiempo que nunca hemos conocido.❞ L es un reconocido detective privado, quien ha resuelto una larga lista de complicados crímenes en sus años de trabajo. Ama el café, dulces y todo lo que sea azúcar. Tn es una escri...