Anemoia ✒️ L Lawliet

✒️ Prólogo

❝Anemoia: sentir nostalgia por un tiempo que nunca hemos conocido.❞

[New York, USA]

El vehículo negro se detuvo delante de aquel edificio, y un hombre de traje se acercó para abrir la puerta trasera. Tn sonrió, agradeciendo, y bajó, para luego ser escoltada por aquel hombre hacia la puerta principal. Se dirigieron hacia una enorme sala, donde una larga fila de personas sonrieron y la saludaron al verla llegar.

– Hola –sonrió.– Muchas gracias por venir –rió.

Aquella joven se acercó a la larga mesa, se detuvo junto al cartel que anunciaba su libro para que le tomasen una fotografía y luego se sentó. Un hombre se acercó a ella, inclinándose para hablarle.

– Como ves, hay mucha gente. Recuerda, nada de fotografías.

– Ellos me piden fotografías.

– No podemos tardar, señorita Tn.

– De acuerdo. Entendido.

El hombre rió.

– Lo siento –sonrió.– ¿Comenzamos?

– Sí. ¿Me traes café?

– Claro –asintió.

Aquel editor dio una seña al guardia y se dirigió a buscar el café. El hombre que recibió la seña dio el permiso a la gente para ir pasando de a uno. Aquella primera persona, un joven con uniforme escolar, se acercó a la mesa con una enorme sonrisa.

– Señorita Tn Rose, es un honor para mí conocerla. Soy seguidor suyo desde hace años –le entregó el libro que cargaba.

– Qué joven eres –sonrió.– ¿Cuál es tu nombre?

– Alexander Swanson.

– Mucho gusto, Alex –rió.

La joven escritora tomó el bolígrafo, abrió el libro que el chico le entregó y lo firmó, mientras intercambiaban algunas palabras con él.

– Bueno, Alex –cerró el libro y se lo entregó.– Gracias por venir, y por tu apoyo –sonrió.

– Gracias a usted –lo tomó.

El chico se despidió y comenzó a caminar hacia la salida, mientras otra persona se acercaba a la mesa. Tras unos minutos, el editor regresó y le entregó un vaso de café recién comprado en una cafetería cerca.

[Winchester, Inglaterra]

Watari ingresó a la sala empujando un carrito, se detuvo junto al detective y tomó la tetera y la taza para servir el café.

– El Agente Rivers, del FBI, llamó hace unos minutos. Dijo que el secuestrador y asesino de Detroit fue llevado a la prisión estatal hace unas horas –dejó la taza delante de él.

– Muy bien.

– También... –tomó el plato con el trozo de pastel.– Mientras estabas duchándote, recibí una llamada –dejó el plato delante de él.– Era William Moore de ENF Corporations, quiere contratar a Eraldo Coil para una investigación.

– ¿Volverá a llamar?

– Por la noche.

– Está bien.

[Noche]

[New York, USA]

Tn entró a su apartamento, finalmente había llegado a casa tras un largo día. Se quitó su bolso y abrigo y colgó este último en el perchero que estaba en la pared junto a la puerta, se quitó los zapatos e ingresó. Su teléfono comenzó a sonar. Dejó el bolso sobre la mesa, lo abrió y sacó su celular, para contestar.