– Así que le envió las flores... –murmuró, mordiendo la uña de su pulgar.
– Lean, por favor ten mucho cuidado; sé que la policía está cuidándote, pero aun así ten mucho cuidado, no sabemos quién puede ser Thanatos o estar trabajando para él.
– Sí, entiendo. No te preocupes, estaré alerta.
– Y llama a mamá. No quería decirle lo que pasó, pero...estuvo intentando llamarte, y como no contestaste me llamó a mí. Sabes cómo es, siempre se da cuenta si estamos ocultándole algo.
– Lo sé –rió.– Tengo muchas llamadas perdidas de ella. No te preocupes, la llamaré después de hablar contigo.
– Bien. Y avísame cómo sale tu tomografía.
– Sí, hermana. Tú también ten cuidado, eres el principal objetivo de ese loco idiota.
– Claro. No te preocupes, estoy con L.
– Genial. Llamaré a mamá ahora, para que deje de preocuparse –rió.
– De acuerdo. Cuídate. Adiós.
– Claro, también tú. Bye.
La llamada finalizó. Tn miró a L, ambos pensaban en lo mismo: las flores.
– Las envió.
– Sí, pero no las llevó él.
– Mejor. No quiero a ese demente cerca de mi hermano.
– Lo entiendo.
– Necesita protección. Tal vez Thanatos no quiera matarlo, pero podría dañarlo de nuevo.
– Podríamos traerlo al hotel si quieres.
– ¡Me encantaría! ...Ah, pero él tiene universidad. No puede seguir faltando, se atrasará en sus clases y detesta eso.
– Entonces que regrese al campus. Podemos ponerle custodia policial, policías tanto uniformados como vestidos de civil.
– Supongo que eso sería más conveniente para Lean, así no faltará a clases...aunque me pone nerviosa la idea de que ande afuera solo.
– Tranquila, me aseguraré de que tu hermano esté a salvo.
– ...Gracias, L –sonrió.
El detective sintió un pequeño escalofrío y su corazón acelerado de pronto; se sentía extrañado, pero antes de poder pensar en ella, la computadora hizo un pitido, llamando la atención de ambos. En pantalla apareció la letra W.
– Watari.
– L, el Detective Hamilton ha acabo de interrogar a todos los testigos del accidente. Tengo la información.
La escritora se levantó del sofá, se acercó rápidamente al pelinegro y se sentó a su lado.
– Dime.
– La camioneta era una Toyota Hilux 4x4 del año 2000 color blanco, nadie vio la matrícula ya que la había quitado. Tampoco al conductor, el vehículo tenía un ladrillo en el acelerador.
– ¿Nadie vio tampoco quién colocó el ladrillo?
– No. Dijeron que la camioneta llevaba horas ahí, y nadie vio a la persona cerca.
– Ya veo...
– Es todo lo que pudieron obtener de los testigos.
– Está bien. Gracias, Watari. Infórmame si hay algo más.
ESTÁS LEYENDO
Anemoia ✒️ L Lawliet
Fanfiction❝Anemoia: sentir nostalgia por un tiempo que nunca hemos conocido.❞ L es un reconocido detective privado, quien ha resuelto una larga lista de complicados crímenes en sus años de trabajo. Ama el café, dulces y todo lo que sea azúcar. Tn es una escri...