El Juez tomó asiento y miró al Jurado.
– Señores del Jurado, ¿Tienen su veredicto?
– Sí, Su Señoría.
La cabeza del Jurado entregó un papel al oficial, quien se lo llevó a Juez; aquel lo leyó y se lo devolvió a aquel primero.
– Lea el veredicto en voz alta, por favor.
– En el caso del Estado contra el señor Daniel Gilliam, este Jurado encuentra al acusado...culpable de todos los cargos.
Los murmullos comenzaron a oírse en el lugar.
– La Corte agradece al Jurado sus servicios –regresó la vista hacia adelante.– La Corte falla a favor del Estado –tomó su mazo.– Declaro al acusado culpable de nueve cargos de homicidio en primer grado, un cargo de intento de homicidio, dos cargos de lesiones con el agravante de que uno de ellos fue a un Oficial en actividad, nueve cargos de profanación de cadáveres, seis cargos de amenazas e intimidaciones, un cargo de secuestro de un menor de edad, y un cargo de falsificación de identidad. Sentencio al señor Daniel Gilliam a ser recluido en la zona psiquiatrica de la Isla Rikers –sentenció.– Se cierra la sesión –golpeó con su mazo la base de este.
Gilliam exclamó sorpresa mientras todos comenzaban a murmurar, y se levantó rápidamente.
– ¡No fue mi culpa! ¡Tánatos me lo ordenó, él quería esas almas! ¡Y Zeus quería que devolviera a su hija favorita al Olimpo! ¡Tn Rose no existe, ella es la verdadera Diosa Atenea, debe abandonar su cuerpo mortal y ascender de nuevo al Olimpo!
– ¡Sáquenlo de aquí!
– ¡Zeus nos castigará a todos!
Dos policías se acercaron a él rápidamente, para arrestarlo y sacarlo rápidamente de la sala.
[The Ritz-Carlton Hotel]
L le dio un sorbo a su taza de café, todo había acabado finalmente.
– Watari, regresa en cuando puedas. Quiero ir al hospital.
– Oh, ya me preguntaba cuándo irías a ver a la señorita Rose al hospital.
– Sí. Con el secuestro del niño y el juicio, se me complicó un poco. Pero ahora que todo acabó, quiero ir a verla.
– Estaré ahí enseguida.
– Gracias.
La llamada finalizó.
[Más tarde]
[New York Presbyterian Hospital]
L ingresó a la habitación en donde tenían a la escritora, cerró la puerta y se acercó a ella. Frunció levemente el ceño mientras mordía la uña de su pulgar, sentía una presión en su pecho al verla.
Tn seguía inconsciente, había entrado en coma poco después de ser ingresada al hospital. Tenía conectado un respirador artificial que la ayudaba a respirar, un oxímetro en su dedo que medía sus pulsaciones, y una aguja clavada en la vena del pliegue de su codo que conectaba con una bolsa que contenía una solución intravenosa, la cual colgaba de un gotero. Le habían hecho un lavado de estómago y varios estudios, pero llevaba varios días en coma, casi un mes.
– Tn... –tomó su mano.– ¿Cuándo despertarás? –murmuró.
La puerta se abrió de pronto, dando paso a un joven de sudadera negra. Aquel exclamó sorpresa al ver al detective, quien rápidamente soltó la mano de la fémina.
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Anemoia ✒️ L Lawliet
Hayran Kurgu❝Anemoia: sentir nostalgia por un tiempo que nunca hemos conocido.❞ L es un reconocido detective privado, quien ha resuelto una larga lista de complicados crímenes en sus años de trabajo. Ama el café, dulces y todo lo que sea azúcar. Tn es una escri...