– Tenemos otro sospechoso además de tu hermano.
– ¿Quién?
– El hombre del retrato hablado –dejó el dibujo del retrato sobre la mesa.– Watari me envió en la mañana la información de esta persona.
– ¿Quién es?
– Su nombre es Daniel Gilliam, tiene 28 años y es orientador en el Museo Metropolitano de Arte. Estudios completos, y licenciatura en Historia del Arte.
– Es...un perfil que calza con el asesino.
– Es lo que pensaba.
La laptop del detective hizo un pitido, llamando la atención de ambos. L se levantó de su sofá, se acercó a aquella y contestó la llamada. La letra W apareció en su pantalla.
– Watari.
– L, malas noticias.
– ¿Qué sucedió?
– El Oficial Paul tuvo un accidente, una camioneta blanca lo sacó del camino. Además, en el auto iba el joven Lean Reid.
Tn abrió los ojos y la boca como platos, sorprendida ante lo que acababa de oír, se levantó rápidamente del sofá y corrió hacia aquella mesa, deteniéndose junto al detective.
– ¿Qué sucedió con mi hermano? ¿Está bien?
– Señorita Rose...Lo lamento. Su hermano está ahora en el hospital, perdió la consciencia en el accidente y parece estar en grave estado.
– ¡¿Qué hospital?! ¡Debo verlo!
– Tn, no.
– ¿Ah? –lo miró.
– El asesino está tras de ti, eres su principal objetivo. No puedo dejar que salgas así nada más.
– ¡Pero mi hermano-!
– No te dejaré salir, Tn. Y, de hecho, ya es tiempo de que cambie de hotel –miró a la laptop.– Watari, te lo encargo. E infórmame cómo prosigue el chico.
– Entendido.
La llamada finalizó.
– ¡L! –se quejó la joven.
– Lo siento, Tn. Pero dejarte salir es peligroso. Estoy seguro que quien provocó el accidente fue Tánatos.
– Pero... ¿Por qué mi hermano?
– Porque quiere dañarte y no puede acercarse a ti porque estás bajo mi protección.
– ...
Los ojos de la joven se cristalizaron, soltó un sollozo y abrazó con fuerza a aquel pelinegro, rompiendo en llanto. No le importaba estar en la mira de un asesino, pero temía por la vida de su hermano menor; y ahora, lo que más necesitaba para calmar sus nervios, era un abrazo, y aquel joven era el único que tenía cerca. El detective quedó estático ante el contacto, no esperaba tener a aquella fémina tan cerca; sus manos temblaron, pero las levantó un poco y, torpemente, correspondió. No sabía qué decir o hacer, así que sólo se quedó en silencio mientras ella se calmaba.
– ¿Tn...?
– E-Estoy...bien...
La escritora sollozó, se separó un poco de aquel de ojos negros y secó sus lágrimas; sus mejillas se sonrojaron al tenerlo tan cerca.
– Ah. L-Lo siento –lo soltó.– Yo...Uhm...Disculpa.
– E-Está bien, no te preocupes. ¿Te sientes mejor?
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Anemoia ✒️ L Lawliet
Hayran Kurgu❝Anemoia: sentir nostalgia por un tiempo que nunca hemos conocido.❞ L es un reconocido detective privado, quien ha resuelto una larga lista de complicados crímenes en sus años de trabajo. Ama el café, dulces y todo lo que sea azúcar. Tn es una escri...