Capitulo 32

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Narrado Por Emily
En todo el viaje me dedique a mirar por la ventana y conversar con el de cada estupidez que se me ocurriera. El intentaba reconfortarme a través de las risas y sonrisa no falsas con sus bromas y anécdotas e inclusive me contó la vez que el ah ido a buscar mis entradas. Nunca pude sentir mis manos temblar tanto mientras reía. No podía creer lo que ha hecho el junto a Zayn y Harry. Era sin duda, algo demasiado increíble para mí.
-Hay un problema –me informa el luego de unos minutos en silencio en los que me dedicaba a observarlo por el rabillo del ojo sin que él pudiera darse cuenta de ello- Los medios saben dónde vivo y no será bueno que vean a un tipo rubio de ojos azules con rostro distante al mío ingresando con una muchacha.
-Uhm… supongo que no –hice una mueca y el me acompañó en ella- ¿Entonces qué haremos? –
-Lamento informarte que iremos a un hotel. Sé que querías ir a mi casa pero no podemos… Lo lamento
Maldecía a mis adentro pero lo contuve con muchas fuerzas.
-Está bien, no hay problema –dije por lo bajo
-No cambiará nada entre nosotros… solo el lugar. Lo importante es que estemos juntos –le sonrío en acuerdo y emoción en sus palabras
Jamás podré serenarme cuando lo escucho decirme esas cosas.

Una hora, no mucho, después de una eternidad aguantando mi ansiedad y ganas de llegar como si fuera una niña esperando a llegar a un parque de diversiones, aparcamos en un hotel.
-Bien, eh aquí –el auto deja de funcionar y las puertas se destraban pero ninguno bajamos de allí- Espero que esta semana pueda remediar todo el daño de este día
No sabía si se dejaría, lo molestaría o el podrá pensar que soy una loca cuando estiré mi mano y acaricié su mejilla suavemente pero a él no le afecto en lo más mínimo mi toque inesperado. Solo fue mi inseguridad lo que hizo que yo piense esas cosas.
Él tomó mi mano y la llevó a sus labios para besar las puntas de mis dedos y luego, mis nudillos. Mis mejillas se sobrecalientan a fuego lento y él sonríe al verme. Sus ojos brillan y luego se voltea para salir del auto. Yo salí y el apretó sus labios al ver que yo salí antes de que pueda abrirme la puerta.
-No debes hacer todo por mí –le grito por encima del ruido del tráfico dado a que aparcábamos a un costado de la avenida-
Niall rodeo los ojos y resopló para voltear nuevamente y bajar mi bolso. El rio y comentó
-¿Sabes? –ambos caminábamos a la entrada- En el viaje me di cuenta sobre el tema de mi casa y ahora… -rio nuevamente mientras negaba con la cabeza vehemente- No tengo ropa para pasar los días aquí a menos que luego vaya a buscar ropa ¿No te molestará, no?-negué con mi cabeza- 
-Buenas tardes-saluda el señor canoso de traje con modales y un excelente acento cordial-
-Buenas tardes –corresponde Niall dejando mi bolso en el piso-
El hombre le entregó el último juego de llaves. Una pequeña llaves de la cual era la de la puerta principal del ambiente y otra para el garaje.
El me dio la llave pequeña junto a su llavero y tomó la llaves del garaje separándola de la aro de metal que las unía. Me pidió que le entregue mi bolso para llevarlo al ambiente una vez estacionado el auto pero yo se lo negué una y otra vez diciendo que yo podía hacerlo por mí misma.
-Testaruda –rezongó- Iré a buscar ropa y estacionaré el auto luego ¿Si?-ascendí corriendo mi labio a un lado-
Yo no quería separarme de él. Lo necesitaba y quería quitarle esas cosas de su rostro.
-Volveré en un rato. Por favor, no salgas –yo negué frenéticamente frunciéndole el ceño- Volveré luego. No me extrañes
-Imposible –murmuré y él me sonrió-
El bajó al haber depositando un firme beso en mi frente y yo tome mi bolso pero rápidamente cayó al suelo. Era más pesado de lo que pensé. Tuve que ir arrastrándolo por el pasillo hasta el ascensor y mientras este subía, yo arreglaba mi cabello lleno de friz en el espejo. Una vez que las puertas se abren, yo salí nuevamente encorvada intentando subirlo a mi hombro.
-¿Quieres que te ayude? –una risita proveyó del hombre moreno-
-No, estoy bien –le di una sonrisa nerviosa y avergonzada-
Parezco una niña
-Insisto –dice el alzando sus cejas y aunque yo lo negué, el camino adelante mío y tomó mi bolso.
-Wow, ¿Qué llevas ahí adentro? –Bromea riendo y mis mejillas arden por la timidez-
-Ropa –respondo sonriendo
-¿No llevas dos perros o un bebe? 
-¡No! –chille y el rio fuertemente-
Reía tan alto como Niall lo hacía resonando por los pasillos.
-¿A dónde te llevo esto?
-A… -hice una mueca entrecerrando mis ojos para ver el llavero de la llave- El D-10 ¿Puede ser? –el ascendió-
Era un muchacho de unos 20 y algo. No era feo, él era atractivo pero no me atraía a pesar de todo.
Caminé intentando no hablar porque, sinceramente, tenía vergüenza pero el bromeaba y me preguntaba cosas idiotas hasta haber llegado, finalmente, a mi destino.
-Eh aquí, D-10 –anunció- ¿Quieres que lo deje en tu casa?
-No, no –le digo rápidamente agitándome mis manos delante de él insistiendo- Muchas gracias por su ayuda, se lo agradezco-
-Insisto, puedo dejarlo en su habitación.
-No, gracias –le digo seria-
-Está bien, woah chica serénate –mis mejillas otra vez apenada-
-Lo siento es que estoy apurada –miento-
-¿Apurada?
-Tengo que ir al baño –le explico dando vuelta los ojos-
-Oh bueno-él sonríe- Un placer haberte conocido ¿Cómo te llamas?
-Emily.
-Bueno, Emily, nos veremos
Espero que no.
-Adiós, gracias por su ayuda –el asiente una vez y me deja el bolso en la entrada para luego, marchase gloriosamente-
Infle mis mejillas mientras ingresaba la pequeña llaves y la abrí. Si bien era este un edificio enorme y hermosamente, costoso, lleno de turistas y lujos, la habitación era un infierno (en buen sentido, maldición)
Al abrir la jodida puerta, me sentí inmediatamente, pobre por así decirlo aunque yo sabía que no lo era y tenía lo necesario.
El living aparece a simple vista conformando a sillón del cual estaba situado a mi costado poseyendo la habitación con un plasma y un enorme y lujoso sillón de cuero del cual poseía allí almohadones de colores rojos opacados. El cuero era negro al igual que la televisión. “Para tener una buena tele, debes tener un buen sillón”-Dice padre y eh aquí la muestra. A un lado, un enorme cuadro de líneas rebeldes y llameantes de diversos e intercalados colores cuelga de la pared blanca e impecable. El piso era lizo y de madera pero era de color claro. El techo era del mismo color que las paredes y más allá del pequeño comedor que, solo estaba dividido por una pequeña pared que llegaba hasta ella mitad, había un gran galpón. Las ventanas eran los muros y puertas a la entrada y salida de este y con solo eso, llenaba de luz la sala de estar. Antes de entrar a este, estaba el comedor del cual se conformaba por una mesa de vidrio para dos personas y un florero aparcando una esquina.
Caminé pasando esas dos habitaciones de las cuales enrealidad eran una y llegue al galpón. La vista daba a un gran jardín y en él podía ver los árboles y el gran logo del edificio plasmado en el piso con cerámica. A un costado había gimnasio y me sentí tentada por ir pero luego me negué por completo sabiendo que vine a pasar esta semana junto a Niall y eso iba a ser. En el galpón había dos reposeras y un pequeño tendedor de ropa a un costado y yo me recosté en una de esas reposeras probándolas. Eran demasiados cómodas y podría hasta dormir allí mientras que el ruidos del viento golpea con fuerza las hojas de los arboles pero luego tendría sin duda alguna, mucho frío en esta época del año.
Me levanté y cerré las ventas-puertas corredizas. Mire a mi alrededor y veo colgado en el living un aire acondicionado. Yo no sabía cómo funcionaban esas cosas y no quería tocar eso a miedo de cagar el motor con mi torpeza.
Seguí mi recorrido a una de las puertas que había al costado del comedor y allí estaba la pequeña pero linda y simple cocina. Era un horno plateado, la mesada y la heladera. Entre la mesada, en una de ellas, había una cafetera y en el muro colgando en un mueble echo por varas, se encontraba un microondas.
Seguí mi recorrido hacía la otra puerta y allí había un cesto, una palangana y un lavarropas. Luego seguí hacía el otro lado y allí en un pequeño pasillo se hallaba la habitación que contenía allí una cama matrimonial. 
“Mierda” –oía mi voz murmurando al notar que dormiría junto a Niall del cual en realidad, no tenía problema pero… no sé qué mierda, me sentía algo nervioso
La habitación tenía un enorme ventanal, un mueble en la pared con puertas corredizas y un enorme espejo en el centro al correrlas del lugar y en la pared frente a la cama, otro plasma.
Y como sucedió con el sillón en la mesa ratonera frente a este, el control estaba en el mueble solo que este, se hallaba en una de las mesitas de noche.
Me acosté en la cama y tome el teléfono que se hallaba en la otra mesita. Ambas tenían veladores.
Llame a casa: nada.
Llamé a Izzy.
-¿Hola? –Era la voz de Jason-
-¿Qué haces atendiendo el teléfono de Izzy? –Entrecerré mis ojos y el rio-
-Ey, ¿Cómo estás? 
-Mejor –respondo con sinceridad- ¿Cómo están ustedes?
“¿Es Emily? ¡Pásamela!” –la voz de Izzy suena en el fondo y luego Jason responde lejos del teléfono un “Cállate Izzy, intento hablar con ella” “Pásamela ¡Es mi amiga! ¡No, no lo hagas! ¡No!” y ahora risas. El estúpido le hacía cosquillas. Puse los ojos con una sonrisa.
-Lo lamento –vuelve a mí con la respiración agitada y divertida
-Son unos idiotas –bromeo y luego escucho otra vez pelearse
-¡Nena! –chilla Izzy y oía ruidos continuos
-¿Qué haces? 
-Estoy bajando las escaleras –ríe- ¡No jodas Jason! ¡Déjame hablar con ella! ¡No! –chilla y luego se ríe nuevamente-
-¡Emily! –Jason
-¡Mierda, decídanse o corto la puta llamada! ¡Me están haciendo enojar!
-¡No, no te enojes! –dicen ambos en alta voz
-¡Si, si me enojo! –los imito
-¿Y cómo es su casa? ¿Es lujosa? ¡Debe cagar dinero! –la voz de Jason pregunta curioso
-No estoy en su casa, estoy en un hotel y… genial –me ahogaba mientras veía los detalles de las pinturas en las paredes- Chicos, es completamente genial y Jason, ten cuidado con lo que dices –le advierto y el ríe obviamente, recordando las muchas veces quien lo eh golpeado por meterse con mi grupo favorito
-¿Por qué no están en su casa?-pregunta Izzy
-Por la prensa –les explico- Nos descubrirían
-Ah –responde ella apagada-
-Que mierda –murmura Jason
-Lo importante es que estoy con el –silencio- Niall fue a la fiesta luego
-¿Qué? –ambos dicen- 
-¿Para qué? –pregunta Izzy frenéticamente-
-El bajó del auto estando dormida y fue a darle una estúpida paliza a Brad
-No hizo nada mal-dice el estúpido de mi amigo
-¿Eres torpe Jason? –Dice Izzy- ¿En que podría remediar golpearlo?
-Yo que sé –le dije respondiendo por Jason- Solo sé que fue una idiotez. Ambos salieron golpeados.
-¿Ese chico no sabe pelear o qué? –dice Jason burlándose.
-Si sabe es solo que el… no es como tú, el no necesita pelearse a cada rato por cualquier idiotez de hecho, yo jamás eh visto fotos de él peleando con alguien… él no es un tipo agresivo
-Su amenaza me había sonado diferente –bufa Jason recordando la primera vez que se chocaron-
-El… no es así
-Como sea Emi ¿Y qué sucedió allí?
-Yo bofetee a Brad y Niall lo golpeo y… nada más que solo eso, es solo que fue humillante para mí volver allí
-Claro, te creo. Se lo duro que habrá sido volver ahí –dice Izzy- ¿Te han dicho cosas?
-Si –susurré pasando mi mano por mi pelo- Fue un desastre
-Es un torpe Niall –murmura Izzy con su voz pequeña como siempre
-No hizo nada malo, Izzy –defiende Jason- Si yo fuera el novio de Emily hubiera hecho lo mismo
-Bueno, pero no lo eres así que cierra la boca. Los hombres son unos estúpidos.
-Yo creo que si fuera hombre lo haría igual pero seriamente digo esto por Niall… yo no quiero ninguna herida física ni emocional en él. Yo daría lo que fuera porque no se entristezca-les digo
-Lo sé, sé cuánto lo amas –dice Izzy-
-Ni lo menciones –dijo Jason por lo bajo
Conversamos un poco más y entonces, terminé la llamada para mandarle un mensaje a mi madre pidiendo disculpas por no haberla podido saludar y le envié un audio contando que me fui de la fiesta dado a que me paso “algo” humillante y no quería estar ahí. Luego, les dije dónde estaba y les envié fotos del lugar.
Deseaba ahora más que nunca, tener contención de mi padre para sentirme protegida por el como siempre lograba hacerlo desde que era pequeña.
Saqué mis cosas del bolso, guardé las cosas en el mueble y quité de mi bolso una toalla, shampoo y acondicionador al igual que mi rasuradora. El baño frente a la puerta del dormitorio era sumamente hermoso. Tenía lo necesario y lo esencial que podría pedirse de un baño: un inodoro blanco al igual que todo el mobiliario, una ducha rodeada por mamparas, un lavamanos y un bidet.
Me di un baño largo bajo el agua tibia mientras pensaba en todo lo que me ha sucedido hace un par de horas y mientras veía mi piel expuesta, recordaba lo expuesta que estuve ahí también.
Salí rodeada en una toalla y colgué mi ropa interior en una corrida en el tendedor.
Volví a la habitación y me vestí –contando la ropa interior- con jean, remera y un pulóver color cremita.
Varias cosas fueron agregadas en el bolso esta mañana.
Me puse mis pantuflas y me arrastré abrazándome hacía el baño. Allí, me quité la pintura corrida con mis elementos y cepille mi pelo para luego secar el piso con los elementos que había en el lavadero. Me senté en el sillón y comencé a leer una revista que eh comprado hace tres días pero que no llegué a tiempo de ojear.
La puerta se abrió cuando llegué a la tercera página y un rubio de piel artificial llamado Niall, entró con una maleta con ruedas. La dejó en la entrada y me sonrió al verme.
Yo palmee a delante mío inclinándome hacía allí para que se acueste en mis piernas y el suspiro mientras se acercaba a mí. Se sacó sus zapatillas y se sentó en el lugar situado. Acariciaba su pelo con una sonrisa somnolienta mientras que el cerraba sus ojos relajado.
-Me hacías falta –le confieso
-No te haré más falta ahora.
-Fue un día duro
-Yo lo ablandaré –bromea y yo le sonriso dándole un pequeño golpe en el brazo
-Torpe –le digo, y beso su pelo-
-Pero me quieres
-Te adoro-el tira su cabeza hacía atrás-
-Y yo aún más –dice mirándome por encima de sus pestañas y yo me inclino para besarlo desde cabeza-
-¿Te crees Spiderman? –bromeo rosando y moviendo mi nariz en la suya de un lado a otro dado a que el me beso de cabeza-
-Tal vez, Meriyen –yo reí y él sonríe- 
-Sí, eres bobo
-Tuyo-me contesta completamente sonriente-
-Mío-le correspondo con un hilo grueso de emociones en mi voz-
La puerta llama y el cierra los ojos maldiciendo entre dientes y sé que pasar tiempo conmigo le está surgiendo efecto al hacerlo.

Una estrella inalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora