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Capítulo 30

Nadie entendía porque Lucy había dicho que dolía, entendían la conexión que ella y los espíritus estelares compartían. Erza ayudó a su esposa a levantarse del suelo y sentarse en la silla más cercana a ellas.

—¿Por qué duele? —Pregunto Erza mientras se ponía de cuclillas frente a la rubia, dejando descansar sus manos sobre las piernas de Lucy.

—No siento nada, todas las emociones se han ido, solo hay un hueco lleno de oscuridad, soledad y frialdad. Duele no poder tenerlos, sentirlos como antes, puedo sentir el dolor de los dioses, están peleando muy duro contra Chronos. El dolor de Poseidón es el que estoy sintiendo mas, Aquarius lo atacó y no pudo defenderse, Artemisa tuvo que intervenir. Los dioses están tratando de mantenerme al tanto pero solo obtengo frases entrecortadas.

Erza asintió con lentitud sabiendo que todos los dioses estarían haciendo lo posible para que todos los espíritus estelares salieron bien de todo, pero sabía que en el proceso ellos saldrian lastimados causando que Lucy sintiera todo eso.

—Ultear, Sho, Yukino y Hisue están trabajando en llaves que nos ayudarán a cerrar los portales de los espíritus estelares, eso los enviare a un lugar seguro donde Chronos no podrá tener el control sobre ellos y usarlos en tu contra. Ahora tenemos que buscar la manera de entrar en el mundo estelar y detener a Cronos antes de que las cosas pasen a más.

Lucy miró a Erza directamente a los ojos, sabía que la pelirroja tenía razón que tenían que mantenerse en pie y pensar con claridad pero cada vez se le hacía más difícil. Erza empezó a moverse de un lado a otro, pensando en la mejor manera de distribuir a todos y que las peleas terminan a su favor.

—Lucy voy a necesitar la lista de todos los espíritus y sus locaciones. Mientras tanto les daré a todos un espíritu para pelear.

.............

Hisue y Yukino estaban exhaustas, no sabían cuánto tiempo había pasado desde que habian empezado a crear esas llaves. Ambas magas estelares habian obtenido la ayuda de Sho y Ultear, estaban tratando de hacer lo posible para no usar mucho de la ayuda de Asuka, no querian que la niña se quedara sin magia y energía.

Yukino dejó salir un jadeo cayendo sobre su espalda en el suelo. —Necesito un descanso. —Jadeo la albina tratando de recuperar la compostura. —La última vez que me sentí de esta manera fue cuando ayudé a Lucy a abrir la puerta Eclipse.

Hisue ayudó a Yukino a sentarse contra la pared, entendía que la maga estaba cansada miró a todos lados sin saber cuánto tiempo había pasado. —Solo nos quedan cinco llaves más por terminar. —Dijo Hisue. —Tener a Sho y Ultear ayudando de esta manera ha hecho que avancemos más de lo que esperaba.

Yukino dejó salir un suspiro. —Bueno, ambas tienen mucha magia así que esto para ellas no es mucho. En los juegos mágicos todas ellas ya tenían el Second Origin y desde entonces su mana ha ido creciendo. Todas esas transformaciones requieren de mucha mana y control.

Hisue se sorprendió un poco ante la nueva información pero sabía que tenía sentido después de ver como esas magas habian peleado por tanto tiempo contra Tártaros sin siquiera detenerse a tomar un respiro.

—Creo que tenerlas de mi lado será de mucha ayuda. —Murmuró Hisue sentándose al lado de la albina.

Yukino movió su cabeza para mirar a la princesa. —Muchos las verán como tus aliadas pero ellas te verán como familia, mas si proteges a las más pequeñas.

Hisue sonrió y dejó salir un suspiro. Ambas magas estelares se quedaron tranquilas por unos minutos, querian recuperar sus fuerzas antes de volver a trabajar hasta quedarse sin ni una gota de magia.

Los Ojos del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora