Fugitivos

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Capitulo 28


La neblina acompañada de la llovizna dificultaba el camino, ya era casi medio día, y nos encontrábamos a una considerable distancia de la academia, cerca de la frontera del Este. 

La noticia de nuestra huida  todavía no se había esparcido, probablemente no sería hasta el día de mañana que nuestra ausencia fuera notada. Aprovechamos para descansar en un pueblo cercano. 

Felipe nos abrió la puerta, estacionaron el coche, y caminamos hacia un bar cercano, la zona en la que nos encontrábamos parecía una feria, la gente gritaba desde sus puestos promocionando su mercancía, y al estar cerca de la frontera, habían mas inmigrantes en las calles que pueblerinos. 

-Ya vuelvo, deberían ir a comer mientras.- Rafael hablo.- Iré a dejar el carruaje en algún estacionamiento cercano.- Asentí con la cabeza, y el carruaje comenzó a andar. 

Junto a Felipe, Tanya y Serena nos adentramos en aquel humilde bar. Tomamos asiento, y una mesera de grandes curvas, rostro redondo y rechoncho, con una linda sonrisa se acerco. 

Al observar sus ropas, note que desencabajamos en aquel lugar, usaba una blusa blanca suelta sin cuello, un ajustado corset de cuero marron, y una larga falda negra. 

-Disculpa.- La llame luego de hacer nuestro pedido.-¿Podría recomendarme un lugar donde comprar vestimenta?- Pregunte y esta asintió. 

-A dos calles, en la esquina frente al puesto de verduras.- Respondió con una alegre sonrisa. 

-Gracias.- Me limite a responder, y esta asintió para luego girarse y dirigirse a atender otra mesa. 

Rafael no tardó en llegar unos minutos después y tomo asiento junto a Felipe. Serena se encontraba sentada a mi lado, con la mirada gacha mientras jugaba nerviosamente con sus manos.

-Le recomiendo no lucir como alguien indefensa por aquí, señorita.- Rafael miro con preocupación a la azabache y ella levanto la mirada. -Esta zona es conocida por su comercio, pero no estamos muy lejos del Paso.- El castaño tomo la cerveza que la camarera dejo frente a el.

-No pedimos esto.- Cuestione confundida.

-Aqui solo hay esto, lindura, si quieres agua hay un arrollo cerca de las colinas.- La mujer me guiñó un ojo y dejo cuartos grandes vasos frente a cada uno para luego irse.

-¿Qué es el valle del Paso?- Serena pregunto curiosa.

-Es una de las capitales del mercado negro.- Felipe respondió, con la mirada clavada en la mesa, lucía asustado y preocupado.

-Las noticias aquí vuelan, no llegaremos a pasar la noche antes de que nos reconozcan.- Rafael le dió un largo trago a su cerveza y seco la espuma en sus labios con su muñeca.

- Nosotras debemos buscar otra ropa, luego hay que buscar una ruta segura para seguir.- Exclamé, mientras tomaba el vaso de cerveza y lo observaba desconfiada.

-Lo adecuado sería acampar, no habrá nadie en el bosque por el invierno, pero será difícil mi Lady.- Tanya comento mientras hacía una mueca.

Los jóvenes asintieron y Serena suspiro, se enderezó y jalo el vaso de cerveza para luego vaciar su contenido en un solo trago.

-¡Serena!- Exclamé sorprendida.

Rafael río, levanto su vaso e imitó su acción.

Felipe y yo nos observamos inseguros y le dimos pequeños sorbos a aquella amarga bebida.

¡No Moriré Otra Vez! /Editando/ Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora