¡No Moriré Otra Vez! /Editando/ Tomo I

Un vergonzoso primer encuentro.

Capítulo 3.

La música comenzó a sonar nuevamente, y los nobles comenzaron a acercarse al trono para presentar sus saludos.

-¿Sucede algo, Lila?- Louis me observó preocupado.

Mi rostro palideció, las manos me temblaban, en cuanto ví a Nathaniel sentí miedo, del futuro, de morir otra vez.

-Tengo sed, discúlpame Louis.- Agache la cabeza y salí tan rápido como pude de la pista de baile.

Me acerqué a una de las mesas y me servi una copa de vino.

Trague la bebida en un solo trago, y luego respire hondo.

¿Y si me enamoraba del principe? Tal vez eso podría manejarlo, pero por sobre todo debía evitar intentar asesinar a Serena.

-Hija, debemos presentar nuestros saludos.- Dafne apareció a mi lado y sin darme tiempo a responder me jalo del brazo obligandome a seguirla.

Sentía mi corazón a mil por hora, intenté relajarme, no debía lucir sospechosa.

Subimos los escalones, y llegamos a nuestro destino.

-Sus majestades, es un placer estar aquí está noche.- Mi madre realizó una reverencia con total elegancia y yo la imite en silencio.

La mirada de los tres príncipes se plantaron nosotras, y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

-Tu hija a crecido con gracia y elegancia, Lady Dafne, no se podía esperar menos de la hija de la mano del rey.- La reina exclamó, con una linda sonrisa.

-Es un placer recibir un halago de su majestad.- Me sonroje y nuevamente hice una reverencia.

En algún momento que Dafne y la reina comenzaron a platicar deje de escuchar.

Me sentía observada e incómoda.

Mire de reojo y me encontré con la verde mirada del segundo príncipe, inmediatamente aparte la vista de el dejándolo un poco desconcertado.

Lila se enamoraba de el principe porque el la consideraba una amiga, y la halagaba constantemente.

No podía dejarme llevar por eso.

Dirigí mi mirada a uno de los grandes relojes que se encontraba sobre el trono.

11:15.

-¿Lila?- Dafne me llamo, sacándome de mis pensamientos.

-Lo siento.- Avergonzada regrese mi mirada.

-La reina nos invitó a tomar el té.- Comento feliz la mujer.

-Será un placer, su majestad.- Sonreí al igual que ella.

Iris, la reina asintió con la cabeza.

Nos despedimos y nos giramos dispuestas a salir de ahí.

Por alguna razón decidí observar hacia atrás.

Sentía una mirada sobre mi, una mirada fría, como si estuviera analizandome.

Los ojos rojos del primer príncipe estaban clavados en mi.

Me sentía incómoda, pero decidí sonreir, intentando alivianar la tensión en el aire.

Por un momento pensé que el semblante serio del principe se había relajado un poco.

(...)

11:28

Un noble desconocido junto a una joven comenzaron a subir por las escaleras hacia el trono.