Capítulo 4.
Gire mi cuerpo avergonzada y trague en seco, ahogándome un poco con la comida.
-Que curiosa señorita, dándole la espalda a los príncipes del imperio.- Nathaniel exclamó con diversión.
-Lo siento, su majestad.- Sonrojada me gire nuevamente y realice una reverencia hacia ambos.
-No tienes que ser tan formal ¿Lady Lila, no es cierto?-
-Si, su majestad.- Respondí con la vista clavada en el suelo.
Maldición, tenía que irme de ahí, Lila no debería hablar con el príncipe hasta después de la fiesta de te de la reina.
En silenció los dos jóvenes se adentraron en el balcón, Nathaniel sonreía hacia mi dirección, mientras que Nicolás tenía su vista clavada en algún punto del patio.
Tosí falsamente y una sonrisa forzada se dibujo en mi rostro.
-Bueno...si me disculpan, tengo la garganta seca.- Con intención de irme nuevamente realice una reverencia pero el segundo príncipe me interrumpió.
-Oh, espere aquí Lady Lila, yo iré por una copa para usted.- Sonrió.
¿Acaso ese príncipe no se cansaba de sonreír? Una mueca de disgusto se dibujo en mi rostro, el era demasiado insistente, y no podía negarme tanto a la "ayuda" de un príncipe.
-Muchas gracias, majestad.- Satisfecho, Nathaniel asintió con la cabeza y entro al gran salón nuevamente.
Suspire y frote mi frente irritada, parecía que el era realmente terco, no sería fácil alejarme.
-¿Algo la perturba, mi Lady?- La grave voz del primer príncipe me hizo acordar que el todavía estaba ahí.
Sus semblante era serió y frió, no había un rastro de expresión amable ni nada parecido, a cualquiera le hubiera hecho sentir incomoda tanta formalidad, pero después de la actitud despreocupada de Nathaniel, prefería mil veces este tipo de tratos.
-No es nada su majestad, solo me siento algo cansada.- Sonreí y me acerque a la baranda.
-¿Es la fiesta lo que la agota, o tal vez una persona?- Indago.
-¿Por que lo dice?- Fruncí el ceño desconcertada.
-Desde que se presento a nosotros, usted luce como si quisiera escapar de mi hermano menor, lo cual me sorprende.- Fue directo al punto.
Trague en seco nerviosa.
-Solo soy tímida.- Me excuse.
-Pero conmigo usted habla con naturalidad.- Refuto.
-Tal vez me sienta mas cómoda hablando con usted.- Parecía una buena excusa, pero no era del todo mentira.
¿Quien podría hablar naturalmente con alguien que sabía que la llevaría a su perdición?
Los ojos de Nicolas me analizaron fríamente luego de mi respuesta, pero no volvió a emitir una palabra, por un momento pensé que lucía sorprendido, pero era casi imposible descifrar lo que aquel hombre frió pensaba.
Ambos guardamos silenció, solo podía escucharse la música que venía de adentro y el bullicio de la gente.
Observe de costado al príncipe.
No había duda de que era hermoso, pero tal vez no de la misma forma que Nathaniel.
Nicolas irradiaba madurez, tranquilidad, era el tipo de persona con la que te daba miedo abrir la boca y decir algo estúpido, pero aun así aquel desinterés que tenía hacia mi en este momento me reconfortaba.
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¡No Moriré Otra Vez! /Editando/ Tomo I
Ficção AdolescenteNo esperaba que toda su vida diera un giro inesperado, y menos renacer en la antagonista de una novela que ya leyó. Pero su única meta ahora es. ¡NO MORIR JOVEN OTRA VEZ! ADVERTENCIA: Está historia es 100% mía, todos los personajes, y trama ME PER...