¡No Moriré Otra Vez! /Editando/ Tomo I

Cavando mi propia tumba

Capitulo 16 

En la historia original de la novela "Corazones entrelazados", Valeria a penas si tenía un contacto con personajes como yo o Serena, ella se limitaba a ser alguien secundaria, la prometida de Nicolás, y la verdad es que, a penas si se hablaba de su relación con el. Solo decían era ambos eran una pareja realmente hermosa, pero nada mas. Ahora aquella joven, quien se había convertido en mi "aliada" se encontraba sentada frente a mi y a Serena, fingiendo que leía un libro. 

-Li-lila ¿Por que Lady Valeria esta con nosotras?- Serena murmuro mientras temblaba como un papel a mi lado. 

La recién nombrada levanto la mirada, la clavo en Serena, y dibujo una extraña mueca en su rostro, seguramente intentando sonreír, Serena se encogió en su lugar, intimidada por Valeria, y yo tape mi boca, intentando aguantar la risa. 

La mirada verde de la castaña se clavo en mi, como diciéndome que aportara algo. 

-Lady Valeria y yo estuvimos hablando, resulta que tenemos varias cosas...en común.- Sonreí hacia la azabache quien asintió con la cabeza no muy convencida.- Ella escribe muy bien en realidad, pensé que sería interesante intercambiar ideas sobre libros. Se que a ti te gusta leer.- 

Los ojos azules de la joven se iluminaron, y clavo su mirada en Valeria, quien se sonrojo notablemente por la mirada de la azabache. 

-¿De casualidad ha leído "Castiel el demente"?- Pregunto ella. 

-Si, fue muy interesante.- Rápidamente respondió.- Digo.- Se aclaro la garganta y tomo una postura mas elegante.- La lectura se me hizo muy ligera, era fácil de leer e interesante.-  

-¡Eso mismo pensé!- Exclamo Serena.

Ambas comenzaron a hablar sobre libros, Serena hablaba emocionada y maravillada por las historias, mientras que Valeria parecía mas maravillada por la azabache que por el tema en cuestión.  

-Debo ir a buscar un libro, si me disculpan.- Anuncie, y ambas asintieron con la cabeza. 

Fue bastante fácil hacer que Serena se sintiera cómoda con Valeria, ya sabía que lo sería, después de todo, ella no podía pensar mal de nadie por mucho tiempo, en realidad era bastante simple, su amabilidad era inmensa. Solo la había visto reaccionar de forma fría frente a Nicolás, lo cual me intrigaba, pero no pensaba que importara mucho. 

Y hablando del demonio. 

-Lady Lila.- El azabache de ojos carmesí apareció de repente frente a mi.- Lo siento ¿La asuste?- Se acerco preocupado. 

-Estoy bien, su majestad.- Realice una reverencia.- ¿Esta buscando algún libro?- Cuestione, aunque la respuesta me parecía obvia. 

-No. Vine a hablar con el bibliotecario por asuntos del consejo, y cuando me iba la vi.- Respondió el con sinceridad. 

-¿Necesita algo de mi?- Fingiendo desinterés cuestione mientras seguía buscando entre los libros. 

-Me gustaría invitarla a almorzar mañana.- Propuso y un libro se me cayo de la mano por la sorpresa. 

Me agache, lo tome y me levante, clavando mi mirada en el joven frente a mi, que me sobrepasaba en altura por casi dos cabezas. 

A decir verdad yo era a penas mas alta que Serena, y Valeria me pasaba por media cabeza. Este hombre debería rondar mas del metro ochenta. 

-¿Por que?- Mi pregunta pareció descolocarlo, ya que frunció el ceño y me observo confundido.- ¿Por que se acerca a mi continuamente? ¿Que tipo de interés tiene usted en mi?- Cuestione, un poco irritada.- La gente mal entiende su cercanía, piensan que usted....- Guarde silenció.