Una verdad oculta

498 35 146
                                    

Aquí les traigo otro capítulo y les aseguro que les gustará, para los que solicitaron saber sobre la hija de Regina y David, aquí les va.
Que lo disfruten😘
----------------------------------------------

La mañana llegó más pronto de lo que esperaban, el primero en abrir los ojos fue David y decidió quedarse muy tranquilo para no sobresaltarla, no sabía cuál sería la reacción de Regina una vez despertara, quería que este momento de tenerla entre sus brazos, con sus corazones latiendo a un solo compás, no terminara jamás, esa noche había sido tan maravillosa, estaba seguro de lo que sentía, no la dejaría escapar tan fácilmente, lucharía con todas sus fuerzas, así fuese en contra de ella misma y ahora que sus memorias habían vuelto, que sabía que era la madre de su hija, menos, con mayor razón estaría a su lado e iría al mismo infierno, si fuera necesario para encontrarla, Cora les debía una explicación por todo lo que les había hecho vivir, pensaba, pero el movimiento de Regina lo hizo que saliera de golpe de sus pensamientos.

“Buenos días preciosa”, dijo muy tiernamente, ella aún tenía el sueño dibujado en su rostro.

“mmm”, fue el único sonido que salió de sus labios e intentó levantarse, no pudo, los fuertes brazos de David se lo impidieron.

“¿es lo único que dirás y además piensas dejarme aquí solo?”, protestó David.

“Nuestra hija David, tengo que ir a enfrentar a mi madre, no hay tiempo que perder”, dijo sin dirigirle la mirada, no quería mirarlo, no quería que la delataran sus ojos, había sido inmensamente feliz la noche anterior y sabía que esa felicidad no sería para siempre, que tarde o temprano tendría que escuchar de sus labios lo que más temía y no creía estar preparada.

“Tienes toda la razón, tu mamá nos debe más de una explicación y ya no somos los jovencitos de antes, lo que nos hizo pasar fue muy cruel”, explicó sin darle oportunidad a que dijera nada, su silencio, su evasiva en la mirada, eran señales claras de que se estaba debatiendo en confiar plenamente en él por su situación con Snow, pero eso no duraría, tenía planeado derrumbar todos sus muros, todas sus dudas y se aseguraría de que jamás volvieran a interferir entre ellos, solo quería que existieran los dos amándose plenamente por lo que se le ocurrió algo.

“Estaba pensando…”, comenzó a hablar David, pero hizo una pausa, todavía permanecían abrazados y Regina se negaba a pronunciar palabra, solo se deleitaba con su dulce voz y con el sonido de su corazón, era una canción tan bella la que escuchaba, pero todo esto la aterraba, tenía miedo acostumbrarse muy rápido y que volvieran a arrebatárselo de entre sus manos sin que pudiera defenderse y ahora menos, que la magia no había vuelto, sin magia no sabría cómo defender a David si llegara a ocurrir algo, pero el silencio no duró mucho más, David prosiguió.

“quería proponerte que nos quedáramos aquí en el castillo por unos días, así nos calmamos un poco, todo ha ocurrido tan rápido que no hemos tenido tiempo para pensar si quiera”, explicó él y sintió que toda la atención de Regina se dirigía a él, por fin, esos ojos mirándolo, no se cansaría nunca de esa mirada tan expresiva.

“¿Me equivoco o está usted tratando de seducir a la Reina Malvada y mantenerla cautiva en su propio castillo?, ¡egoísta!”, ese sarcasmo de ella el cual amaba tanto, no, amaba todo de ella y mucho.

“y si te digo que sí, ¿qué harías?”, la dejó sin habla y eso era muy difícil, Regina siempre tenía respuesta para todo, aprovechó su silencio para robarle un beso, lo estaba deseando tanto, ella se sorprendió por la intimidad del momento, pero no opuso resistencia.

Fue un lindo beso, apasionado, necesitado, deseado, pero lento, muy lento, cuando el aire fue necesario, no querían separase, ambos notaban su indecisión, hasta que al fin se separaron.

Jamás te olvidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora