Su verdadero rostro

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Su hija estaba perdida, una vez más se sentía impotente por no haber podido evitar que la separaran de ella, entre la angustia por no saber dónde estaba y la debilidad de su magia, la cabeza le daba vueltas como un carrusel, Henry se dio cuenta de su estado y la abrazaba sin querer soltarla, los niños que allí permanecían presenciaron todo el intercambio, a ella poco le importaba que la vieran vulnerable, Ruth era su prioridad, se recordó de quién era, se puso su mejor máscara de Reina Malvada y se transformó, su alter ego la ayudaría a vencer cualquier situación.

"señora alcaldesa", llegaba el chofer del autobús en ese momento, lo vio golpeado, con varias heridas, además, de que se tocaba la cabeza, seguro se la golpeó en medio de la conmoción, "llamé al hospital enseguida llega la ambulancia", se alejó del lugar para poder obtener una mejor comunicación con su celular, por eso no lo vio cuando llegó.

"los niños necesitan atención médica", comentó fríamente apuntando el grupo de niños alrededor de ella, "y por lo que veo, usted también", el hombre frente a ella, asintió con la cabeza.

"mamá, mi hermanita", Henry elevó su mirada, veía el miedo dibujado en su rostro.

"en cuanto llegue la ambulancia y los lleve al hospital comenzaré a buscarla", el pueblo no era grande, pero no tenía ni la menor idea por dónde comenzar, no podía auxiliarse de la conexión con la niña porque sospechaba que quien se la hubiese llevado impedía que la encontrara con algún hechizo y quien único tenía esa habilidad, era su mentor, comenzaría por la tienda de antigüedades.

"no quiero que le ocurra algo", dijo con sus ojitos cristalizados.

"mi niño, ¿confías en mí?", ahí sí ya no hablaba la reina, si no, Regina, la madre llena de miedo por la seguridad de uno de sus hijos.

"sí", respondió sin titubeos, justamente en esa mañana él le había prometido estar con ella siempre, apoyarla en todo, esta era su oportunidad para demostrarlo.

"haré todo para encontarla", besó su frentecita y pasó la mano por su cabello, terminando la conversación, las sirenas de las ambulancias se escucharon aproximarse, los paramédicos ayudaron a los niños para que se subieran en los autos y se fueron de la escena, Henry no quiso dejarla sola, le costó trabajo lograr que fuera al hospital, pero con la condición de mantenerlo informado, lo convenció, quedándose sola en medio del camino, intentó teletransportarse sin poder lograrlo, su magia seguía débil, como para realizar un hechizo que requería todas sus energías recargadas.

Caminó unos minutos, estaba cerca del refugio de animales, y qué mejor ayuda que la de su hermana, llegó al lugar, le explicó lo ocurrido, ella estuvo dispuesta para ayudarla, de inmediato, las teletransportó a la tienda de Gold.

"la tienda está cerrada, ¿no vieron el cartel?", las recibió el hechicero con su tan buen carácter.

"¿dónde está mi hija?", preguntó Regina en mala forma.

"¿perdiste a Ruth otra vez?, eso sí es una sorpresa, seguro estabas distraída con tu nueva aventura amorosa", dijo con sarcasmo.

"no estoy de humor para tus intrigas", se acercó a su rostro, sostuvo las orillas de su traje estrujando la tela, le habló bajito y entre dientes, rabiaba por su tan acostumbrada poca cooperación.

Gold miró hasta donde estaban sus manos, las quitó con desdén y recitó su trabalenguas, "si quieres encontrar a tu hija, primero analiza lo que has hecho últimamente, allí obtendrás la respuesta que tanto añoras", le atormentó aún más su mente, pero ella, experta en ocultar sus sentimientos, no se lo demostró.

"vamos Regina, aquí solo estamos perdiendo el tiempo", la tomó de la mano e interrumpió un intenso intercambio de miradas entre su hermana y el Ser Oscuro, quien parecía estarse regodeando con su tristeza.

Jamás te olvidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora