- Capítulo 9: Sentimientos -

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Todoroki observaba a la ventana del auto. Y al llegar a la academia y bajar de él, salió corriendo hasta su salón.

—¡Se dice gracias! —Exclamó su hermana desde el automóvil.

Todoroki no prestó atención mientras continuaba corriendo. Sabía que Aizawa le iba a castigar por llegar tarde.

—¡Todoroki-kun!

Y ahí fue cuando repentinamente detuvo sus acciones. Su respiración se agitó y por un momento el tiempo se detuvo. Shōto volteó a ver a quien clamaba su nombre.

La preocupación entera que tuvo en llegar tarde, desapareció recién escuchó el llamado de Midoriya.

—Midoriya —Respondió él.

—Todoroki-Kun... ¿Por qué estás tan agitado? Recuerda que la otra semana comenzarán las vacaciones y por esa razón Aizawa-Sensei no vendrá a clase, supongo que prefiere continuar durmiendo... —Aclaró él.

El otro estaba frustrado. Su agitación y adrenalina estaban indignadas. Iba a suponer que su hermana también lo estaria.

—Oh... Ahora lo recuerdo —Suspiró con pesadez— Mi hermana tuvo que traerme, la estación más cercana en mi casa está en mantenimiento —Dijo.

—No te preocupes, todas lo están por un problema de seguridad. Ya sabes, lo de siempre —Rió.

Ambos caminaron lentamente a clase, al parecer pocos asistieron ese día.

Y aprovechando que Tokoyami no fue a clase, Midoriya se sentó en frente de Todoroki. Allí mantuvieron una larga conversación hasta la hora del almuerzo.

Ya que no había nadie allí, decidieron llevar sus almuerzos hasta la azotea propia de la escuela. Ver el paisaje desde lo más alto de la academia era hermoso.

Las nubes despejadas en medio de un cielo azul decoraban bastante bien. Hacía que los ojos de Midoriya relucieran mucho más que antes.

Midoriya entonces se acostó en el suelo, observando detenidamente cada detalle que llevaban las nubes. Cada característica y la forma que traían.

Shōto le imitó. No sabía de qué le iba a servir hacerlo, pero tan solo quería sentir lo mismo que su amigo. Quería saber su secreto para ser tan buena persona. Para ser tan "increíble", como en su cabeza llamaba.

Allí, ambos recostados viendo las nubes, le traía un aura positiva

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Allí, ambos recostados viendo las nubes, le traía un aura positiva. Puede que no intercambiaran miradas o palabras. Pero realmente disfrutaba estar en compañía con él.

Era con quien más se sentía cómodo. Con la única persona que aceptaba compartir un almuerzo. U ofrecer su sagrada comida.

En resumen, Midoriya se convirtió en su pieza más importante en cuestión de meses. A pesar de lo duro que fué al principio, esa pequeña persona consiguió ablandar el corazón del joven más fuerte de su clase, y según rumores, el más atractivo.

• Cura De Un Anhelo • | TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora