Al salir de la habitación y cerrar la puerta delicadamente, salió también de las instalaciones del hospital. Necesitaba tomar aire y procesar lo que iba a decir.
Lo que estaba a punto de hacer, sería una de las cosas más complicadas que haría en su vida. Pues la madre de Izuku era demasiado sobreprotectora con él, y si algo mínimo le sucedía, aquello rompería su corazón en mil pedazos.
Sin duda, la noticia iba a hacerla preocupar demasiado. Y él se sentiría culpable de eso.
Dudando, llamó desde el teléfono de su pareja. Aparentemente la madre preocupada le había llamado demasiadas veces. Una llamada entrante a estas horas de la noche, iban a preocuparla más de lo que cualquier otro podría.
Y sin terminar, al segundo timbre del primer intento, ella en seguida contestó.
—¡¿IZUKU?! ¡Me tenías preocupada! Desde ayer en la mañana no respondes mis mensajes ni llamadas! Me va a dar algo si lo vuelves a hacer.
Del lado del bicolor, no respondió y dudó en continuar.
—¿Izuku?
—¿H-Hola?
Habló dudoso, causando terror al otro lado de la línea.
—¿Quién es? ¡¿Un secuestrador?!
Eso definitivamente lo puso más nervioso.
—No, ¡Señora Midoriya! Soy yo, Todoroki Shōto. Usted me conoce, tal vez mi voz se escucha extraña desde el teléfono.
—¡Oh! ¡Lo lamento, joven Todoroki! Su voz se escucha realmente extraña... Disculpa molestarte, pero, ¿Dónde está Izuku? Desde ayer en la mañana no responde a mis mensajes, ¡Me preocupa mucho!
Todoroki, desde su lugar, sufrió al contarle lo sucedido. Esa noche, no sabía de qué lugar tomó fuerzas o la valentía de poder decirle que su hijo había tenido un accidente, se rompió los huesos de los brazos y tenía fracturas en las piernas, ahora se encontraba en el hospital por un repentino dolor, y se encontraba descansando.
Lastimosamente alcanzaba a escuchar los llantos de Inko al escuchar lo sucedido. E internamente, se preocupó emocionalmente de lo que estaba por suceder. Además de sentirse decepcionado por no poder salvar o hacer algo más por aquella persona que sacrificaría todo por él, se sintió vacío por minutos al no mencionarle a la preocupada madre respecto a la posibilidad de su verdadera enfermedad.
Atentamente escuchó a la mujer y sus respuestas. Tomaría el primer vuelo hacia la ciudad, ya que el tren iba a tardar mucho si tomaba por esa ruta.
Volvió a ingresar al hospital y esta vez se quedó sentado al lado de la camilla de Izuku. Lentamente se quedó dormido en la silla en la que se encontraba, reposando sus brazos sobre el delgado cuerpo durmiente del otro.
Hasta que el bicolor despertó una hora después, luego de sentir a alguien acariciar su cabello. Él inmediatamente levantó la cabeza y se vio aliviado.
Izuku había despertado ya, eso le ponía feliz.
Cuidadosamente trató de abrazarlo, pero el oxígeno que iba conectado a él no le permitió hacerlo sin causar molestias.
Llamó al doctor para avisar que su paciente había despertado. Recién lo vio, hicieron algunos exámenes y preguntas para saber sobre su estado.
No mencionaron tampoco respecto a la posible enfermedad de la que padecía. No querían alterarlo y empeorar las cosas.
Horas más tarde, llegó la madre preocupada hacia las instalaciones del hospital.
Todoroki trató de calmarla aunque todo fue en vano. Al entrar desesperada a la habitación, lloró en frente de la camilla. Estaba preocupada por su hijo y estado saludable. Pues después de todo, a pesar de las condiciones, parecía estar bien.
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• Cura De Un Anhelo • | Tododeku
Hayran KurguAU. Shōto era un joven exhausto y sin fuerzas que encontró en Izuku aquella luz llena de esperanza. La cual lo levantó de sus penas y ofreció un lugar dentro de su cálido y dulce corazón. Porque él, fue el único que estuvo ahí para escucharle. En e...