- Capítulo 2: Indiferencia -

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Sufrimiento y frialdad. Eso mismo era lo que representaba su rostro cada día.

La expresión de sentimientos transmitía a otros una calidez, una sensación de tranquilidad.

Y al contrario, la frialdad alejaba a otros de sí mismo. Lo cual automáticamente le convertía en un antisocial. Esa frialdad que su padre transmitió.

No iba a decir que deseaba ser como otros, porque por más que lo tuviese en cuenta, no le importó desde un inicio.

"Amigos no servirán de nada, van a estorbar en tus propósitos."

Pensó desde hace ya mucho tiempo. Desde que todo comenzó a sus cortos cinco años de edad.

Aunque comenzó a asistir a clases desde sus 8 años, nunca comprendió cómo socializar. Durante el tiempo dentro de casa, su único apoyo emocional fue su hermana; no había nadie más importante para él en su vida ahora.

Todoroki podía ser muchas cosas; serio, frío, arrogante. Pero dentro de su corazón, su papel era representar el sufrimiento.

Y físicamente reprimirlo. Tal y como su padre le enseñó; "los débiles expresan dolor".

Aunque a pesar de ser uno de los únicos consejos que de él tomó, parecía funcionarle en todas partes.

Pero lo que no sabía era que esa misma rabia le hacía más débil sin darse cuenta. Cuando se rompía internamente. No tenía a nadie a quién decirle cómo se sentía, cómo desahogarse.

Lo más cercano a una amistad, fue una realmente corta charla forzada entre él y la hija del hombre adinerado que trabajaba con su padre; Yaoyorozu Momo.

Y obviamente, su padre mencionó varias veces en que debía casarse con ese tipo de señorita para dar honor a la familia, y de este modo, continuar con la cadena que el mismo Shōto deseaba cortar.

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Salió de los baños pertenecientes a la escuela U.A. Una de las más reconocidas por tener allí a estudiantes hijos de familias reconocidas, o estudiantes dignos de merecedora escuela a causa de su intelecto desarrollado.

En cuestión de minutos comenzaría su primera clase basada en la introducción. Apenas ingresó al lugar fue directo al baño, para poder así tomarse la molestia de peinar su cabello bicolor el cual se encontraba húmedo.

Desde sus adentros maldecía aquella maliciosa botella de agua con gas engañosa.

¿Cómo pudo despistarse así?

Y aún con su rostro serio e inexpresivo; entró a la clase 1-A, la cual se encontraba casi llena.

No era ese tipo de persona que llegaba tarde a las clases o recién comienzan. Solo que por culpa de una equivocación en la máquina expendedora hizo que su mañana perfecta se arruinara de nuevo.

Tomó asiento y un par de minutos después, quien sería su director de la clase entró con una bolsa de dormir amarilla.

El cabello de su maestro era grasoso, largo y negro, como si lo hubiera bañado hace meses. Sus ojos parecían demasiado resecos y con falta de sueño, vistiendo ojeras a su vez.

Su ropa negra tenía manchas y llevaba una larga bufanda gris.
Tal vez la escuela se equivocó de maestro, y en vez de profesional, envió a un mendigo.

• Cura De Un Anhelo • | TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora