• Cura De Un Anhelo • | Tododeku

- Capítulo 12: Pasos adelante -

Shōto dió por finalizado su encuentro con el otro, hasta que se vió sorprendido tras la repentina acción del peliverde.

—Todoroki-Kun...

—¿Sí, Midori-...

Trataba de buscar explicación alguna hacia lo que acababa de suceder.

Aunque pensaba que el otro ya se marcharía, en su momento de vulnerabilidad, se dió vuelta tras el llamado del otro. Y dejando su rostro lo suficientemente cerca, el pecoso besó los pálidos labios de Shōto.

Y él, acorralado entre sus confusos sentimientos; a pesar de los nervios con los que cargaba entre la incertidumbre y emoción, sintió una paz verdadera junto a la certeza de no querer estar en otro lugar más que allí.

Porque allí, en ese preciso momento, consiguió sentir que estableció con él una conexión que jamás pensó o había tenido.

De repente, sus labios se separaron, lo único que Izuku alcanzó a pronunciar luego de eso, fue un sincero "gracias". Y al decirlo, salió corriendo.

—¡H-Hasta mañana, Todoroki-kun! —Exclamó avergonzado. Saliendo por en medio de la entrada rodeada del hermoso jardín. Subiendo rápidamente a su bicicleta, saliendo de la residencia.

Todoroki continuaba sorprendido, pero en medio de su asombro, ingresó a la vivienda y subía las escaleras lentamente, analizando lo que acababa de suceder.

—Shōto, Shōto, ¡Shōto! —Exclamó Fuyumi, preocupada por la palidez de su hermano— ¿Estás bien? ¿Sucedió algo?

Y en medio de los continuos llamados, el bicolor respondió:

—N-No es nada. Buenas noches, Fuyumi.

—Sí, sí, lo que sea. ¡¿Y los fuegos artificiales?! Fuiste tú, ¡¿Cierto?! —Preguntó, entusiasmada.

—¿Cómo lo sabes?

La otra rió.

—Lo supuse, dijiste que tenías una sorpresa en la noche por el cumpleaños de Midoriya-Kun. Además, el nombre de tu amigo estaba por los aires, papá y yo lo vimos desde mi habitación. Aunque él notó que hubiera entrado, me sorprendió que esta vez no dijera nada al respecto —Confesó.

—Así que, ¿Él también lo vió?

—No preguntes cosas obvias. Creo que todos lo vieron, supongo que eso será popular mañana en tu escuela —Bromeó.

El otro asintió y se dirigió a su habitación, la palidez ya se había pasado y en ese momento solamente deseaba descansar.

—¡Shōto! ¡Espera!

—¿Sí? —Volteó.

—Me enorgullece ver lo entusiasmado que estabas por darle esta sorpresa. Hace mucho que no veo en ti tal brillo en tus ojos. Mamá está orgullosa de ti y de tu nuevo comportamiento, le hace muy feliz saber que ahora tienes amigos y das lo mejor de ti por alguien —Habló sonriendo.

El otro sonrió también.

—Buenas noches, Fuyumi —Despidió e ingresó a su habitación.

Antes de lanzarse a su cama, escribió en la libreta:

"Puede que mi hermana tenga razón. Los demás se enteran antes que yo respecto a mis sentimientos."

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A la mañana siguiente desde que arribó a su escuela, pagó a Kaminari por lo hecho la noche anterior.

Aunque estaba orgulloso de lo que había hecho, el rubio terminó con dos dedos medianamente quemados por la intensidad de la pólvora.