AU. Shōto era un joven exhausto y sin fuerzas que encontró en Izuku aquella luz llena de esperanza. La cual lo levantó de sus penas y ofreció un lugar dentro de su cálido y dulce corazón.
Porque él, fue el único que estuvo ahí para escucharle. En e...
Vacío se sentía en su interior. Una fuerte presión en el pecho había.
Una presión que fastidiaba y dolía en lo más profundo de su corazón.
¿Por qué?, decía para sí mismo.
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Pasó un día y siguió sin responder al mensaje. Este ni siquiera llegaba. Es como si su teléfono estuviera apagado.
Pasó una semana y lo mismo sucedió.
Una tarde salió a caminar. Su hermana dijo que eso le sería bueno para calmarse.
Pero sin dudarlo, fue al hogar del peliverde y allí golpeó la puerta repetidas veces.
Nadie abrió y sabía que no había quién se encontrara allí. Por lo cual, usando las llaves que Izuku le había dado meses atrás, abrió la puerta e ingresó al lugar.
Estaba totalmente vacío.
Solamente una alfombra y persianas se encontraban. Corrió a la habitación de Izuku y solo se encontraba una repisa vacía y el closet junto a una mesa vacía.
Pero en el medio de la habitación, había tirada una de sus ropas esenciales que decía: "camiseta" ( Tシャツ )
Entristecido al recordar sus hermosos momentos junto a aquella ropa, se arrodilló en el suelo y abrazó la playera.
Pero llamó su atención el pedazo papel que cayó de los adentros de la tela.
Dejó la remera a un lado y observó detalladamente la hoja. La tomó y concluyó en que era una carta.
Era un sobre hecho de papel tan blanco como la nieve. Sellado con la pequeña cinta de un conejo verde.
Esa cinta que había regalado en su cumpleaños hace un año. Automáticamente, otra lágrima salió de sus ojos.
Dio vuelta al pedazo de papel y encontró allí los kanjis de su nombre escritos.
Abrió el sobre con delicadeza y allí encontró una carta.
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23 de marzo 20XX
Musutafu, Japón
Querido Shō-Chan, ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? Supongo que es hipócrita de mi parte preguntar cómo estás, sabiendo lo que te he hecho... Y en verdad me quiero disculpar.
