42. El camino triunfal de las rosas I

8 2 0
                                    

Con el corazón al límite, y con una sensación de ahogo e inquietud, tres mujeres sintieron una gran presión en sus estómagos, y aparecieron entre órbitas en una casa. Minutos antes, una de ellas, gracias a su poder de luz blanca, intuyó que sus seres queridos estaban en peligro. Al llegar a su destino, las tres mujeres ya entradas en edad, se quedaron boquiabiertas y durante unos segundos no se movieron, el asombro de ver una casa destartalada fue mayor de lo que esperaban.

PIPER: ¿¡Chicos!? -Al haber aparecido en la segunda planta, aprovechó para entrar en la habitación de su hija- ¡NO ESTÁ LA NIÑA!
PHOEBE: Noto mucho nerviosismo y tristeza en el piso de abajo. Es mejor que vayamos cuanto antes. Piper, seguro que la niña está abajo, con sus padres.
PAIGE: Siento no haber orbitado en la primera planta, mi cabeza va a estallar, tengo demasiados problemas últimamente.

La veterana medio bruja medio luz blanca, tenía a su hijo pequeño en la comisaria a la espera de, seguramente, acabar en la cárcel, y siempre que su familia corría peligro, recordaba el dolor de perder a una hija. Las tres volvieron a desaparecer entre destellos azules y blancos, y por fín consiguieron poner los pies en la primera planta. Si segundos antes se sorprendieron al ver el piso de arriba, abajo, las escenas eran mucho más duras; Prue, Wyatt y Chris tumbados en el suelo inconscientes, por otra parte, Melinda y Jared, pese a llorar por la ausencia de su bebé, ayudaban a Patricia, Bobbie y a Eleanor para parar la hemorragia de Rachel, sin olvidarse del sufrimiento de Owen y Phoebe que estaban unidos por unas flechas.

MELINDA: ¡MAMÁ! (Se abrazó fuertemente a ella) ¡Se han llevado a Bianca!
PIPER: Tranquila, la encontraremos
PATRICIA: ¡¡MAMÁ!! (Abrazó fríamente a Phoebe)
PAIGE: ¡¡RACHEEEEL!! ¡ Dejadme sanarla!
RACHEL: Teeeengo.... friiiiiioooo...
ELEANOR: Cómo no le quitemos las balas de su interior va a seguir perdiendo sangre
PAIGE: ¿Quién eres...? ¡No hay tiempo para presentaciones! (se agachó y besó a su hija), cariño, aguanta, esto te va a doler. (Acercó sus manos a las heridas y sacó entre órbitas las balas)
RACHEL: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!

Phoebe se acercó a su hija y sintió una gran incapacidad. No sabía qué hacer. Esa imagen de tantas flechas en el cuerpo de su hija y novio de ésta era algo difícil de olvidar.

PHOEBE: Tran... tranquila Phoebs. Encontraremos una solución
PAIGE: Rachel, Ya, ya. Sólo queda lo más fácil. (Una luz dorada salió de sus manos, pero no pasaba nada)
BOBBIE: ¿¡Quéee!? ¡¿No se supone que debería de sanar?!
PIPER: Mel, despierta a tus hermanos, Paige necesita ayuda.
MELINDA: ¿Y qué hacemos con Owen y Phoebe?
PIPER: Aguantarán, en cuanto sane a Rachel sanará al resto
BOBBIE: ¿Qué, qué es lo que pasa?
PAIGE: Tenemos que darnos prisa. Rachel... ¡Rachel, aguanta!

Rachel se estaba dando por vencida, y su única opción era cerrar los ojos y dormir para siempre. Melinda intentaba despertar sin éxito a sus hermanos, y el otro medio luz blanca de la familia, Henry, estaba en comisaria. La hija de Paige se dirigía a ese camino donde no hay vuelta atrás, al camino del no retorno, al camino de la muerte. Rachel se notaba ligera, tenue, ingrávida, miró sus manos y casi eran transparentes, miró a su alrededor y todo era blanco. Una mujer de aspecto reconocible para Rachel, se acercó a ella, pelo oscuro, ojos azules y muy sonriente, pero sobre todo, idéntica a Rachel.

HELEN: Rachel, no te esperaba aquí
RACHEL: ¡Helen! (intentó besarla pero no pudo, ambos cuerpos se transpasaban) ¿Dónde... dónde estoy?
HELEN: En ese camino que pasé yo hace ya unos cuantos meses. Pero es un camino equivocado. No deberías estar aquí.
RACHEL: ¿Estoy... muerta?
HELEN: Mamá está haciendo todo lo posible para que así no sea. Pero tu cuerpo no aguanta. Rachel, sé fuerte. Tienes mucho poder aún por demostrar. En nuestra familia Halliwell, por desgracia, siempre en cada generación, hay brujas fallecidas que se quedaron en el camino; como la abuela Patty, tía Prue o yo, pero no tú. Sé fuerte, por favor.

Tres veces tres. - EncantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora