Pastillas. Café. Tostadas con mantequilla.
Pastillas. Café. Tostadas con mantequilla.
Pastillas. Café. Tostadas con mantequilla.
La máquina de café.
El sonido de la cucharilla del café golpeando la taza al moverla.
El azúcar entrando en contacto con el negro líquido hirviendo.
El sonido del cuchillo mientras la mantequilla se desliza por la tostada humeante.
El sonido del agua golpeando la taza vacía al dejarla en el fregadero.
La televisión.
Voces.
Palabras.
Frases.
Coherentes. Siempre coherentes.
Un sonido distante.
¿Alice?
La rutina de Alice Halliwell era simple y llana. Cada mañana desayunaba un par de tostadas con mantequilla y siempre procuraba que la mantequilla se hubiera derretido antes de llevársela a la boca. Como el médico había dicho: debía seguir una rutina. La rutina era buena, la alejaba de los malos pensamientos y de perderse en su cabeza. Si seguía una rutina mejoraría.
Sus primos entraban y salían de la cocina, sus hermanas también estaban.
Alice Halliwell lo presenciaba todo desde la distancia, sin intentar participar. Se sentía extraña, fuera de lugar, como un indígena fuera de la selva.
Su tía Prue contaba que quería recuperar a su hija perdida a toda costa pero que tenía que trabajar, y era un trabajo importante. Tenía que desplazarse hasta Los Ángeles, ya que era la encargada de sacar fotos a la presentación de un nuevo perfume de la ultima celebridad de moda.
Su prima Melinda estaba de mal humor, algo que no era nuevo. Como ella decía, eran los genes Halliwell. Era increíble como ella y su tía Piper se parecían tantísimo; su hermana Patricia intentaba entablar conversación con su prima, pero ésta se negaba a contestar a sus preguntas, y si las contestaba, lo hacía de mala gana y con evasivas. Patricia se había puesto como meta conciliar a su prima y su marido, tarea ardo difícil ya que su prima Melinda era de armas tomar.
Y por fin bajó su hermana Phoebe. Algo en Alice se alertó, se aceleró y se puso muy nerviosa. Su hermana Phoebe, nunca había tenido una relación muy estrecha con su hermana Phoebe, de hecho, nunca había tenido una relación muy estrecha con nadie. Su hermana Phoebe, tenía que protegerla de aquello que desconocía, tarea casi imposible porque no conocía la existencia de aquello de lo que debía protegerla. Su hermana Phoebe.
Buenos días, le dijo. Sonrió. Una sonrisa cansada, una sonrisa desorientada, lejos de su verdadera sonrisa. Alice no contestó, desde hacía un buen rato, algo estaba llamando poderosamente su atención. Era como un ruido lejano, algo similar al zumbido de una mosca o al ruido que hace la televisión cuando se queda sin señal. Un ruido blanco. No era capaz de localizar la procedencia de ese sonido.
Como un árbol que se parte por la mitad, un sonido atronador apareció en el salón. Algo había chocado bruscamente en el salón. El salón.
Sus hermanas y su prima Melinda se miraron entre si y salieron corriendo hacía el sonido. Algo seguía distrayendo a Alice.
Ella llegó la última. Su primo Chris yacía en el suelo, con la cara ensangrentada. Su primo Chris, el hijo mediano de su tía Piper. Era un completo desconocido para ella. Su primo Chris.
¿Qué ha pasado? Preguntó su prima Melinda a voces. Estaba nerviosa, el estado natural, pero gesticulaba mucho con las manos algo que Alice sabía que no era del todo bueno.
Algo se materializó en el salón, Alice no pudo ver de quién o qué se trataba, porque todo sucedió muy rápido.
Era un demonio, todos desconocían su procedencia pero su familia estaba en peligro. Finalmente Chris murmuró algo sobre que él y su hermano Wyatt estaban investigando en el inframundo y que uno de los guardianes les descubrió.
Wyatt, también era su primo y en una ocasión descubrió que ambos llevaban la misma oscuridad dentro. Fue un momento muy interesante, pero no estrecharon lazos.
¿Dónde está Wyatt? Preguntó su prima Melinda histérica.
El demonio atacó. Y volvió a atacar.
Alice debía hacer algo, pero de nuevo estaba estancada, como cuando tienes una palabra en la mente pero no consigues dar con ella.
Una bola de energía se dirigía hacia ella, pero su hermana Phoebe la salvó. La salvó empujándola contra la pared, la bola de energía impactó contra su hermana y ésta salió volando por la habitación yendo a parar contra la mesa.
El nombre de su hermana salió de su boca de golpe. Debía protegerla, era su deber y había fallado. Alzó su mano derecha y sin pensarlo un carámbano de hielo salió de ella. Notó como el frío que salía de su interior se abría paso a través de su cuerpo, buscando la salida más cercana, y, saliendo finalmente por su mano. El carámbano de hielo era de un tamaño considerable. Sus primos la miraban impresionados, el carámbano había impalado al demonio. Atravesado su pecho, su caja torácica y hecho trizas su corazón. El demonio miró a Alice sorprendido y antes de darse cuenta estaba ardiendo en llamas de vuelta al infierno. Las llamas derritieron el hielo y sólo dejaron por evidencia un pequeño charco de agua en el suelo, el arma mortal perfecta.
¿Cuándo había recuperado sus poderes? Algo dentro, muy dentro, la inquietó y ya no se sentía segura con nada.
Eso ha sido impresionante, murmuró su primo Chris que seguía en el suelo.
Alice se acercó apresurada a ver el estado de su hermana Phoebe, Patricia, su hermana gemela, se encontraba con ella ayudándola a levantarse del suelo.
Me encuentro bien, murmuró Phoebe para acto seguido caerse redonda al suelo.
La televisión, justo acababa de despejarse todo, Alice recordaba, Alice sabía y era consciente de por qué había estado tan ausente hace tan solo unos minutos. Mientras desayunaba, aunque no le prestara atención, la televisión estaba encendida y en ella estaban las noticias. La presentadora del magacín matinal con el pelo cortado a tazón anunciaba una serie de muertes y violaciones, con algo en particular, las formas en las que la mujeres eran encontradas era igual a como El violador de Manhattan mataba, mujeres mutiladas, sin cabeza y con el cuerpo quemado.
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Tres veces tres. - Encantado
FanfictionEs un fan-fic que narra la historia de los hijos de Piper, Phoebe y Paige aproximadamente 28 años después del final de la serie original de EMBRUJADAS. La nueva generación Halliwell deberá aprender a compaginar sus complicadas vidas personales con l...