Alice se levantó sobresaltada de la cama. Sudorosa, respirando fuerte y muy asustada. Lo primero que hizo fue tocarse la barriga, preocupada y segundos después, vio que ni su hermana gemela Patty ni su hermana pequeña Phoebe se habían despertado.
Estaba acalorada, por lo que decidió abrir la ventana de la habitación, sin prisas, muy lentamente, para no hacer ruido. Chicago se encontraba a finales de febrero y el aire fresco e invernal inundó la habitación. Posó su brazo derecho en el alfeizar mientras su mano derecha aguantaba el peso de su cabeza, estaba pensativa viendo la maravillosa panorámica de Chicago a oscuras iluminada por millones de luces artificiales. Con su otra mano, dubitativa, no quiso llevarla al alfeizar, sino, nuevamente a su barriga. ¿Qué le había sucedido? Con todos los problemas que habían pasado últimamente en la familia no quería estropear la situación aún más...
ALICE: Mierda...
Eso es lo único que salió de su boca, mientras su nariz se iba poniendo roja por el frío que entraba en la ventana. En su cabeza la mayor preocupación que tenía era la de recordar tomar sus pastillas diarias, pero aquella noche le había surgido una gran duda. Phoebe, quien seguía dormida, tosió con fuerza, así que Alice despertó de aquel ensimismamiento y volvió al mundo real, cerró la ventana y el aire gélido empezó a disiparse por la habitación.
Pero ella seguía sin estar bien, así que se puso la bata y salió del dormitorio, al pasillo rumbo al baño. Eran las tres de la madrugada, por lo que era muy pronto aún para vestirse y arreglarse, así al menos su mente se encontraría ocupada pensando en qué ropa se iba a poner y no en aquella pesadilla o sueño extraño que ni ella podía razonar, que visualizó hace escasos minutos.
Llegó finalmente al baño, y se cerró con pestillo. Se quitó la bata, y se subió el camisón dejando al aire libre su tripa, a la vez que sus ojos buscaban el espejo grande del baño. Era imposible que estuviera embarazada de James, pues no le salían las cuentas. Hacía ya muchos meses que James había muerto. Imposible para una humana normal estar embarazada tanto tiempo después, sí, pero no para una bruja que guarda la semilla del desaparecido James. Quizá los embriones de Fuentes de Todo Mal tardaban más en crecer, pensó ella. La magia guardaba muchos secretos inexplicables que tardaría muchos años en entender.
Lo cierto es que aquel sueño que despertó a la muchacha, no salía de su cabeza para nada. Todo el rato las mismas visiones; una mujer rubia, a la que no se le veía el rostro debido a la oscuridad, gritaba con una fuerza descomunal mientras paría a un bebé...
Alice se volvió a mirar al espejo, y de repente se rió. De una cara de total preocupación, segundos atrás, a de repente sonreír cómo si no hubiera un mañana. ¡¡Ella ya no era rubia, esa chica no era ella!!
ALICE: ¡Malditas pesadillas, qué mal me lo han hecho pasar! ¡Si ya no soy rubia, ya no soy rubia!
Gritó emocionada, pero pronto se calló al no querer despertar a su familia.
ALICE: Ay... Alice, qué tonta... Rubia, yo, pff.
Sonrío pícaramente tras ponerse la bata y abrir el pestillo de la puerta. Pero otra vez se quedó en blanco, asustada.
ALICE: ...Patty.
Patty estaba embarazada.
Patty y Alice entraron directas a la cocina. La primera llegaba tarde a la residencia de ancianos, pues se había quedado dormida, la segunda, por su parte tenía que tomarse las pastillas. Ambas miraron hacia la cafetera, y estaba a rebosar de café negro, prueba concluyente de que Prue hacía ya tiempo se había despertado, sin embargo, no estaba en la cocina.
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Tres veces tres. - Encantado
FanfictionEs un fan-fic que narra la historia de los hijos de Piper, Phoebe y Paige aproximadamente 28 años después del final de la serie original de EMBRUJADAS. La nueva generación Halliwell deberá aprender a compaginar sus complicadas vidas personales con l...