Princesa moderna

230 5 6
                                    

(Fanfic Korrasami)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

INTRODUCCIÓN (Contexto)

Asami Sato, hija única y heredera del legado Sato, estudiante estrella de cada clase de la Preparatoria de Ciudad República, líder del consejo estudiantil del taller de periodismo, apodada la princesa moderna por todos los lujos que su familia provee aunque realmente no lo use, aunque esto solo lo saben sus amigos más cercanos Mako y Bolin, los hermanos estrella en el deporte, Mako por su velocidad en atletismo y Bolin en lanzamiento de bala, tan buenos eran que el entrenador Zaheer los puso a cargo de los novatos

Korra Hernández, hija mayor de una familia pobre de las afueras de Ciudad República, algo rebelde por lo que a sido expulsada de 6 escuelas a lo largo de su vida por peleas y discusiones con profesores, sumamente inteligente y gracias a ello está adelantada solo un año a pesar de todo, y por ello consiguió ingresar a la Preparatoria de Ciudad República, eso y como favor de una vieja amiga de familia. Korra puede ser rebelde pero conoce sus responsabilidades y entre ellas está proteger a su hermano menor Kai que siempre a estado para apoyarla en los momentos más difíciles, ahora con esto de irse sus preocupaciones serán mayores pues él sigue sus pasos, Kai le prometió comportarse para que no se preocupe y la reconfortó con la presencia de dos amigas en aquella escuela, Opal y Kuvira eran las únicas a parte de Kai que conocían a la verdadera Korra pues solía ser muy cerrada, Kuvira fue la primera en enterarse de que Korra iría a la misma escuela y con entusiasmo le contó a Opal que rápidamente le acondicionaron un cuarto en su casa y sin demora le contaron a Jinora, Ikki y Meelo quienes con emoción deseaban volver a verla pues recordaban como los cuidaba de niños y deseaban volver a convivir con ella.

————————————————

POV Asami

Hoy es un gran día, un nuevo ciclo escolar empieza y como presidenta del consejo estudiantil es mi deber llevarlos y presentarles todo lo necesario para que tengan un gran inicio en la escuela, estoy tan ansiosa y todo solo mejora con la primera publicación del periódico escolar, espero esté semestre tengamos a más interesados a participar en los muchos talleres que ofrece la escuela, estoy tan feliz.

Pov Korra

Hoy inician las malditas clases, que pinche flojera, gracias a Opal y a Kuvira conozco todo el edificio, sé donde serán las clases más aburridas a las que no entraré y las pocas que realmente me interesan, me dijeron que estoy obligada a usar el estúpido uniforme al menos para entrar a la escuela, pero es un asco, una camisa de cuello blanca con un ridículo moño que asfixia a cualquiera, una horrible faldita tableada de color guinda al igual que las malditas calcetas, zapatos de charol negros y un horrible suéter de ancianos gris con franjas el brazo izquierdo del mismo color a la falda que identifican en qué grado estamos, ah y para terminar de arruinar mi martirio debo ir a un puto tour para los nuevos a la cual solo iré porque se lo prometí a Kai que al menos el primer día haré todo bien como una nerd, aunque me joden las reglas, después de eso me encontraré con las chicas para pasar el rato, no puedo esperar a que se termine este puto día.

Pov Normal

El día inicio tranquilo desde temprano se encontraba de pie preparando todo lo necesario para el inicio de clases, tomó su desayuno junto a su padre y después de terminar el mismo la llevó a la escuela, por otro lado Korra se encontraba levantada desde temprano pues estaba acostumbrada a levantarse antes que nadie en la casa para preparar los almuerzos y desayunos de la familia, sus padres salían desde temprano a trabajar y volvían ya muy noche por lo que quería ayudarles aunque fuera un poco en eso, aparte de que quería que Kai aprovechara para descansar ya que el era ligeramente más dedicado a la escuela, Korra soñaba con verlo llegar muy lejos así que no le importaba hacer ese pequeño sacrificio, pero ahora, estaba parado ya lista con la mesa servida y nadie en esa casa se paraba, estaba agradecida con Opal y Kuvira que la recibieran pero seguia sintiéndose demasiado extraña pues nunca había tenido un lugar en el cual dormir, al menos no un lugar L cual llamar cama, Korra solía dormir en una hamaca  que debía colgar ella misma en el patio, no era algo muy cómodo pero servía para descansar unas cuantas horas antes de que los hilos empezaran a marcarse en su piel descubierta y la molestaran, el dejar eso para tener una habitación propia era algo a lo que no se acostumbraría pronto, a eso y la casa en sí, tenía mucho lujo que ella jamás pensó tener cerca y todo era gracias a la madre de Opal, una mujer de dinero que se aseguraba de que sus hijos tuvieran todas sus necesidades cubiertas en la mejor manera, aún a estas alturas seguía sin comprender cómo se habían vuelto amigas, lo entendía de Kuvira pues eran muy parecidas, a las dos les gustaba meterse en problemas y ponerse a prueba pero Opal no era como ellas, ella era una chica bien y de clase a la cual por algún extraño motivo le era muy fácil hablar, era como una segunda hermana, aún así le era algo ilógico. Korra salió a dar una vuelta pues sus clases iniciaban a las 9 y el tour a las 8, tenía tiempo antes de cualquiera de esas dos así que fue al parque estaba cerca de las canchas, llevaba una sudadera grande y gruesa pues sentía el ambiente mucho más frío que lo que lo era en casa, así que se sentó en el límite con la escuela recargada sobre la reja y comenzó a leer, uno de sus muchos pasatiempos, se colocó la capucha de la sudadera y los audífonos para escuchar su música que solo ella sabía y comenzó a tararear la melodía que empezaba a reproducirse, era una tonada muy calmada y dulce.
Asami hacía el reconocimiento de las instalaciones viendo que partes eran las más importantes a enseñarles a los nuevos alumnos, cuando llegó a las canchas el silencio de su ronda fue interrumpido por un dulce tararear, hipnotizada por aquel sonido lo siguió como si fuera el canto de una sirena, este la llevó al límite de la escuela que colindaba con uno de los parques más viejos de la ciudad, ahí pudo ver una figura humana que recargaba su peso sobre la reja, se acercó para pedirle amablemente que se alejara pero se detuvo al leer unos cuantos párrafos de aquel libro que llevaba, pudo reconocer aquellos párrafos al instante, era el gato negro de Edgar Allan Poe, uno de sus cuentos favoritos y que nadie más sabía de ello, tanta era su sorpresa que no se percató de que había sido descubierta espiando a aquella persona, está al sentir la presencia de alguien más en el lugar gracias a ese dulce aroma a jazmín se levantó y sin mirar atrás se fue, aquel aroma era dulce pero no empalagoso, estaba en el punto exacto de una escencia para que la morena lo disfrutara, aún así no le gustaba que nadie se metiera en sus asuntos y menos un desconocido.

Historias Y Mini HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora