Historias Y Mini Historias

Hermanas

(Fanfic Raya x Namaari / Rayaari)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie.

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Un amor del pasado afectará un amor del futuro. Virana abandona a Raya apenas nacer con su padre Benja, los años la reencontrarán con su media hermana y se enamorara de ella sin siquiera conocer su parentesco.

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-Vamos papá nos perderemos de la función
-Wow Raya más despacio, me harás caer

La pequeña niña no mayor a los 5 años traía de una lado al otro por todo el departamento a su padre, cada nueva cosa que ella hacía siempre era observado por su padre, sin importar que fuera, un dibujo de ellos (y su madre) hecho en la escuela, una torre de bloques, un nuevo amigo del parque o un animal encontrado en la calle, todo, absolutamente todo era apreciado por su padre, la creatividad de la niña no tenía límites ni restricciones y aunque no eran las personas más ricas del mundo no carecían de nada.

-Raya, hija, sabes que no tengo tiempo, debo ir a trabajar y tu a a escuela
-Shhh siéntate, la función va a empezar

Resignado hizo caso y observó la función creada por su amada hija, Chief Benja era un hombre relativamente joven, no mayor a los 27 años, aún así era el orgulloso padre de la pequeña frente a él, narrando las aventuras del grandioso Tuk y su fiel amigo Tuk 2, un armadillo y un erizo que había llevado a casa de quién sabe dónde, ambos eran criaturas nobles y parecían apreciar a Raya por lo que se dejaban manipular por ella a su antojo, cosa que no le permitían a nadie más, su imaginación no tenía límites, todos los días conseguía crear fantásticas historias que combinado con su gran intelecto nadie como seguía superar.

-Y así el equipo Tuk Tuk vuelven a salvar el día - Benja aplaude alabando a su hija - ¿Si te gustó papá?
- Por supuesto que sí mi amor, fue una grandiosa historia
- ¿Crees que también le pueda gustar a mamá?

Benja tubo que sonreír forzado para no desilusionar a su hija, ella no conocía la verdad y todos los días sin falta preguntaba por la mujer que la había traído al mundo, aquella misma mujer que jamás a conocido y aún así la semana con todo su ser, eso gracias a lo que su padre le decía de ella.

-Le gustará, igual que todos tus juguetes, estará orgullosa de ti por tus calificaciones...
-Eso quiero, pero ¿Cuando vuelve mamá?
-Lo siento cariño, no lo sé, la enviaron de nuevo a Moscú
-Ouh...

Raya se mostraba triste, todos días era lo mismo, y aunque era muy pequeña era también muy inteligente, estaba cansando y de apoco iba entendiendo que ella jamás iba a volver, Benja no conocía los alcances del intelecto de su hija por lo que no imaginaba la idea que crecía en su pequeña mente, en su lugar solo pensaba que su tristeza tal vez solo se debía a otra pequeña desilución, así que igual que todos los y con su mejor sonrisa sacó de su bolsillo una carta que había escrito él mismo para la alegría de su amada hija, ella al ver el sobre podía suponer de que se trataba y sin más demora y con gran entusiasmo siempre la abría, leía cada letra escrita que estructuraban una bella carta con buenas intenciones, pero aún así eso no le quitaba lo falso.

Los años pasaron y Raya creció hasta cumplir la mayoría de edad dotada de una belleza sin igual, Benja la podía ver con orgullo pues lo mismo que tenía de bella lo tenía de inteligente y también peligrosa, siendo cinturón negro en karate, la mejor de su clase de Mai Tai y ayudante en sus clases de Kendo, siendo este último el que más le gustaba por el uso de de un palo como espada, jamás me gustó la esgrima por lo cautelosa que debía ser con sus ataques, aún así todo eso le había dado una beca deportiva aparte de su beca de excelencia en los estudios, eso le permitió ingresar a la institución de prestigio de su preferencia.