Refugio animal

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(Fanfic Korrasami)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie.

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Introducción:

Korra abre un refugio animal después de perder a su amada mascota Naga, dedica su vida a salvar a cualquier animal que le sea posible de la calle, seguido se le ve como una chica más de la calle por vestir ropas arapientas sucias y desgastadas, con una peste poco grata, pero solo es una técnica que ella usa para conseguir la confianza de los animales pues muchos de ellos han sido maltratados por un sin números de personas con ropas más decentes o incluso elegantes, esto no significa que Korra no tenga la posibilidad de cuidarlos, al contrario, los recursos financieros no le faltan, todos los animales eran felices, la querían y protegían.

Asami es la hija de un magnate millonario a la cual jamás le permitieron tener una mascota, cualquier animal que se le acercara era sacado a patadas, rápidamente todo animal aprendió a reconocer el logo Sato y así temerle u odiarle, esto no lo sabía Asami por lo que al tener la mayoría de edad y poder vivir por su cuenta pensó seriamente en conseguir una mascota, pero al iniciar su búsqueda se percató de que todos se alejaban, tristemente pensó en rendirse.

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Era un día como cualquier otro cuando Asami iba saliendo del trabajo, su rutina era algo monótona pero no sé quejaba de ello, estaba acostumbrada a solo llegar, cumplir con sus deberes designados por su padre, terminar y volver a casa.

-"¡Mugrosa!"
-"¡Asquerosa!"
-"¡Pordioseros!"
-"¡Muérete¡"
-"¡Inútil!"
-"¡Estorbo!"

Esos y más gritos llamaron de forma repentina la atención de la joven ingeniero, que al girarse a ver en aquella dirección pudo notar a lo lejos a un grupo de personas muy molestas gritando y repitiendo las mismas palabras que ya había escuchado, quiso ignorar aquello pues en aquella ciudad no era extraño encontrarse con aquel escenario en más de una ocasión al día si se tenía muy mala suerte, pero lo que le impidió irse y no meterse en eso como en otras ocasiones fueron las risas burlonas y crueles hacía su pobre víctima que por lo que había escuchado era mujer, ese sonido usualmente representante de alegría por un buen momento le molestó de sobremanera pues en esta ocasión lo sentía injustificado por lo que decidió intervenir. Con solo acercarse consiguió alejar a todos con su simple presencia pues nadie quería meterse con un Sato, poseían un gran poder en la ciudad y quién se atreviera a contradecirlos estaban sentenciados a perderlo todo, Asami jamás usaba el poder de su familia pues le gustaba sentir la satisfacción de obtener lo que quería por sus propios medios y méritos sin depender de nadie ni nada más allá de su esfuerzo, aunque casi nadie sabía eso; ella al ver libre el camino pudo notar qué se trataba de una chica con una apariencia poco agradable, una chica de la calle, se encontraba envuelta en sí misma con los ojos cerrados, supuso que para evitar los golpes le habían dado, se acercó con cuidado para no asustarla y le ofreció la mano en muestra de ayuda.

-"Tranquila, ya no te harán nada"

Su voz era dulce y tranquilizante, al levantar la mirada zafiros se encontraron con esmeraldas, una sensación algo extraña comenzaba a hacerse presente en ambas, no era nada desagradable, aunque ninguna le prestó mucha atención, cuando la morena estuvo por aceptar la ayuda algo bajo su chaqueta se comenzó a mover de forma incesante hasta sacar su cabeza y empezar a ladrar con desperdicio, Asami estaba acostumbrada a esa reacción, todos los animales parecían hacer lo mismo cuando ella estaba cerca, por otro lado la morena confundida por el actuar del cachorro trató de calmarlo hasta que Asami la detuvo.

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