Me ha remplazado

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(Fanfic Phinbella)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie. Historia sacada de DeviantArt.

Créditos a: Lizy98

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«¿A esto has llegado? ¿Ahora lo espías? Sí, así es.»
Me siento mal conmigo misma, mi relación con Phineas ya no es la misma, mi único consuelo antes era ser su mejor amiga, ahora a pesar de conservar el título ante todos ya no es así.
Él me confiaba todo, sus sueños, sus metas, sus sentimientos sus ideas y mucho más, todo...ahora siento que está distante que no me cuenta nada.
Todo desde que ella llegó, siempre están juntos, siempre hablan, siempre rién. Él me dice que me acerque a ellos, pero siendo sinceros es incómodo, les hago mal tercio, ella y yo somos incompatibles, no podemos estar juntas por más de media hora.
He decidido hacerme a un lado pero me es imposible siempre mis sentimientos me dominan y término a su lado, aunque sea un ratito cuando ella no esta, pero ella casi siempre está.
¿Y quién es ella?
Marisol, su nueva mejor amiga.
Y aunque Phineas diga todo lo contrario es así, yo lo sé. Me ha remplazado.
Lo peor es que siento que ella si tiene algo en común conmigo, a ambos nos gusta Phineas.
Tengo miedo, ella es muy parecida a él, se entienden y odio admitirlo no es tan fea como a mi me gustaría.
Y he caído tan bajo que ahora los miro de lejos, ambos comparten una banca del parque, hace quince minutos salimos de la Prepa, ni siquiera fuí invitada a está reunión.
Recuerdo lo que irónicamente Phineas me dijo ayer «Hay Izzy, no te enojes. No te quiero lejos, por eso te invito a todos lugares con nosotros, el echo de que ella este conmigo no significa que no pueda estar conmigo, ambas son mis amigas y ambas las quiero a mi lado. Además no la puedo abandonar, ya ves que casi no le habla a nadie desde que llegó a Danville»
Pero claro, hoy no me ha invitado a hacerles compañía.
Veo como ella aprieta su hombro, Phineas solo la ve ¿De qué hablaran? ella le sonríe, él no hace nada solo mira fijamente el suelo sin dejar de hablar. Parece estar pensando.
Trato de leer los labios del pelirrojo.

—a-Is-a-be-lla-es-ta-n-dif-ícil.

Arqueo una ceja y desvió la mirada.
Lo que entendí no me ha gustado nada.
Yo...¿difícil?
¿En qué soy difícil? ¿Ya no me soporta? ¿Ya no le agrado? ¿Alguna vez le he agradado?
Me dejo caer sin preocuparme en lastimarme o no. Esta el césped así que me da igual, con los brazos a los costados y de rodillas bajo la mirada. Sin pretenderlo un par de lágrimas escurren por mis mejillas.
Si apenas ayer me sonrió al despedirnos, me compro un helado para pedirme que no estuviera tan distante ¿Distante yo? si él es quien se va con ella.
Para que me pide que siga a su lado si de todas maneras ya no me soporta.
Me seco las lágrimas con el antebrazo y me levanto.
Suspiro con mayor fuerza.
Esto es horrible.

—¿Isabella?

Me giro lentamente, ¡es él!

—¿Phineas?

Ambos nos miramos confundidos.
¿Cuándo apareció? estaba a unos metros y yo detrás de los arbustos ¿cómo pudo verme?

—¿Qué haces aquí?—decimos al unisono.
—Escuche un ruido tras estos arbustos—cuando me deje caer—Y vine a ver que lo provoco ¿qué haces tu aquí?

Me sonrojo.

—Yo...

Desvió la mirada por casualidad y veo a uno de los chicos populares de la escuela caminar cerca de nosotros y va solo.

—...venía...es decir vengo...por mi cita.
—¿Ci...cita?—me pregunta con un leve tartamudeo.
—Sí, así es—digo tan segura como si fuera cierto.
—¿Con quién?

—Con Javier—lo señalo.

Se gira para verlo y luego a mí.

—¿Qué? ¿por qué no me dijiste que saldrías con él?
—Porque no me preguntaste, estás muy distante y si tu no me cuentas tus cosas ¿por qué tendría que contarte las mías?

Me cruzo de brazos.
Estoy molesta por lo que dijo acerca de que soy muy difícil.

—¿De qué hablas?
—Siento que no me estás contando algo últimamente, siento que le cuentas todo a ella. Siento que ahora ella es tu mejor amiga y no me gusta.
—Claro que no.
—Claro que sí—levanto la voz.
—Izzy ya hablamos de esto cientos de veces incluso ayer te dije...
—Si según tú no me quieres lejos ¿entonces porque han venido a hablar sin mí?
—Este...
—Y encima a hablar de mí.

Me mira confundido, incluso asustado.

—¿Qué tanto oíste?—me pregunta casi en susurro.

No le puedo decir que solo he leído sus labios en medio de la conversación

—Lo suficiente como para saber que no me quieres más en tu vida.
—¿Qué? ¿De qué hablas?
—Oh es que Isabella es difícil—imito su voz hablando de manera exagerada—Dime Phineas ¿por qué te parezco tan difícil de repente, casualmente cuando ella aparece en nuestras vidas o es acaso ¿qué siempre he sido difícil?

En verdad estoy molesta.
Frunce el ceño.

—¿Eso es lo que escuchaste?¿o es lo que quisiste entender? además ¿cómo escuchaste? a menos que nos estuvieras espiando.

Me ha pillado.

—¡Claro que no!
—Talvez no dije eso pero puede que sea cierto. ¡A veces eres tan difícil Isabella!

Me quedo sin aire, abro los ojos como platos. Abro la boca, estoy sin palabras.
Duele más ahora que me lo ha dicho en la cara.
Parece arrepentido por lo que ha dicho, quiere decir algo pero lo interrumpo hablando primero.

—Bien...—desvió la mirada—Hoy es tu día de suerte—sonrió cuando por dentro estoy mal—Ya no seré difícil al menos para ti. Me voy...para siempre.

Me giro, le doy la espalda.

—Espera...

Empiezo a caminar. No me sigue. Al tercer paso me toma el brazo...espera, la mano es pequeña...no es él. Me giro, es ella.
Phineas está tan desconcertado como yo.

—Él no dijo eso. Si vinimos a hablar de tí pero no dijo eso.
—Suéltame si no quieres que te deje inconsciente ahora mismo.

Frunce el ceño.

—Si que eres difícil.

Mi expresión se hace dura, en verdad busca que la golpeé.

—Él te quiere, y no como amiga.
—Él no me quiere.

Phineas no sabe ni que decir.

—Lo que escuchaste, o viste tras los arbustos...

Abro los ojos sorprendida, Phineas también. Ella me vio.

—...es lo siguiente En verdad amo a Isabella, es tan difícil porque se que es imposible algo entre nosotros, somos mejores amigos. Y vamos, es obvio que tu sientes lo mismo sino ¿por qué nos espíabas?

Me quedo callada.
Tratando de analizar toda la información.

—Mi trabajo aquí término—dice ella—Los veo mañana en la escuela.

Dicho eso, se va.
Phineas y yo nos quedamos mirándonos sin decir nada.
Nos empezamos a acercar y casi como si estuvieramos coordinados, nos besamos.
Sus labios son suaves, son todo lo que yo esperaba, son deliciosos.
Nos separamos luego de mucho, con la respiración agitada y el cabello despeinado.

—¿Y...—comienza Phineas.

Esta nervioso, y mira el suelo.
¡Oh vamos! ¿es encerio? ¿luego de ese beso tan apasionado?

—...bueno Izzy...te...?
—¿Te gustaría ser mi novio?—lo interrumpo.

Levanta la mirada y sonríe.

—Hay Isabella, tu tan impaciente y única.
—Creeme no es impaciencia.

No luego de tantos años.

—Me encantaría ser tu novio.

Y nos volvemos a besar.
Tal parece que no me ha remplazado ni lo hara. Más le vale.

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