Ante la muerte

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(Fanfic Korrasami)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie.

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Korra, el mejor Avatar de todos desde Wan, el primer Avatar, así era considera por muchos pues era la primera Avatar en hacer metal-control, siempre podías contar con ella si tenías algún problema y estaba dispuesta a aprender de cualquier circunstancia para mejorar, había sido capaz de mantener el equilibrio entre el mundo espiritual y el mundo humano después de conseguir un mutuo acuerdo, la heroína de muchos, la mejor amiga de algunos y una novia excepcional solo para una, tenía una vida privilegiada y feliz pero el deber siempre pedía por ella.

Korra a luchado durante años contra todo lo que a amenazado la paz desde el primer momento en el que se descubrió que era el Avatar, conoció amigos muy leales que estarán para ella en las buenas y en las malas y de entre ellos encontró al amor de su vida, pero no todo puede ser perfecto para siempre, en su último combate lo sabía mejor que nadie, solo pedía haber podido haber hecho más o al menos haber dicho más; después de enfrentar por horas a un espíritu corrompido por la avaricia de un humano este por fin estalla y Korra usa todo su poder para evitar un daño masivo, comprometiendo su vida encerrandolos a si misma y el espíritu en un domo de aire y hielo conteniendo el daño en un rango limitado.

El equipo Avatar que se encontraba a una ciudad de distancia manteniendo a la gente a salvo observó con horror el estallido, Asami sin pensarlo subió en Naga y galopó hasta el centro de los sucesos deseando y suplicando a los espíritus que Korra se encontrará bien, al llegar al lugar la barrera de aire impedía su ingreso por lo que solo pudo pegarse lo más que pudo al aire sin salir lastimada consiguiendo tocar ligeramente el domo de hielo y así logrando ver a Korra en estado Avatar sumamente herida y cansada, la explosión quemaba su piel y el dolor era evidente en sus lágrimas, Asami gritaba su nombre al llorar y golpeaba con fuerza con la intención de romper aquello que le impedía llegar a Korra, el Avatar giró la cabeza en su dirección y con el ceño triste esbozó una sonrisa empapada por sus lágrimas.

Después de unos segundos que parecieron eternos la barrera de aire por fin cedió y desapareció cuando el humos de la explosión se disipó, Asami vió a Korra caer de golpe al suelo en un sonido sordo y con ella el domo de hielo, la ingeniero con sus pocas fuerzas al verla así corrió a ella, la tomó entre sus brazos y se acercó a su pecho para tratar de escuchar su débil palpitar...

-"Korra... Korra por favor resiste"

La Avatar volteó y la vio con pena al sentir nuevas lágrimas recorrer sus mejillas, sonrió y sin decir nada cerró sus ojos, Asami sintió su corazón partirse y su alma abandonar su propio cuerpo, gritó unas cuantas veces más el nombre del Avatar pero ella no volvió a responder, lo gritó una vez más en un grito desesperado y desgarrador, se afianzó al cuerpo sin vida y susurro.

-"Eres una tonta impulsiva, ¿Porque no nos esperaste?... ¿Porque no me esperaste?..."

Siguió sollozando sobre su pecho que ya no emitía el reconocible sonido del latir del corazón cuando bajo ella una luz blanca se apoderó del cuerpo del Avatar, al sentir el calor de esa luz se alejó ligeramente y la miró con impresión.

-"Ravaa..."

Susurró aquel nombre sin creer que fuera real, después de su mención aquella luz empezó a titilar cada vez más lento y más tenue a cada parpadeo, esto trajo de nuevo el llanto a Asami, tenía la sensación de que la volvía a perder, cuando la luz empezó a apagarse escuchó un susurro.

-"Despierta, Asami por favor despierta, Despierta"

Dijo una extraña combinación de la voz de Ravaa y de Korra, Asami confundida abrió los ojos encontrándose con la luz cegadora del techo de su habitación por lo que se tuvo que cubrir con su brazo, tardó unos segundos en reincorporarse y percatarse de que se encontraba en su cuarto completamente sola, justo igual como había sido en los últimos dos años desde la partida de Korra de vuelta al polo sur, ese sueño era confuso pero doloroso, fue demaciado real, se sentía cansada y no deseaba hacer nada pero su deber con la ciudad le impedía seguir con esa idea, debía levantarse y ver los últimos toques para la gran inauguración del parque Avatar Korra, le había costado mucho convencer al alcalde para hacerlo y ahora que ya era una realidad no podía dejarlo, justo antes de pararse escuchó a alguien tocar a su puerta, se puso su bata de dormir y permitió el paso, era un hombre de piel clara y ojos marrones ligeramente alto, de expresión seria y de traje formal con una bandeja de plata en mano cubierta, Asami al ver la bandeja supuso inmediatamente de que se trata y sin interés alguno se levantó a abrir las cortinas dándole la espalda al hombre.

-"Te dije que no quería recibir más cartas"
-"Créame señorita Sato, querrá recibir está"
-"¿Que te hace pensar eso?"
-"El hecho de que proviene de la tribu agua del sur"

El semblante de Asami cambió al escuchar el nombre de aquel lugar, su interés fue evidente pues la carta tal vez eran los padres de Korra haciéndole saber de su progreso en su recuperación como lo habían venido hecho en los últimos meses, saber algo bueno de ella le caería bastante bien, en especial después de aquel sueño y más luego de esos dos años tan largos, aquel hombre quitó la tapa de la bandeja mientras se acercaba a Asami, al estar frente a ella tomó la carta y enseguida el hombre se retiró, Asami vió el sobre y su rostro se iluminó aún más que antes al leer de quién provenía, era la mismísima Korra quien le escribía, después de su sueño esto era lo que más necesitaba, algo de ella, la sonrisa de Asami se pasmó por un breve momento, razonó un instante todo lo que había sentido de ese sueño y lo que significaba, fue aquí donde por fin lo comprendió, se percató de sus sentimientos, lo largo que han sido esos años, de lo mucho que anhelaba verla, y de lo que significaba para ella.

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