Esclava

448 15 5
                                    

(Fanfic Korrasami)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie.
Contenido Futanari, si este tipo de contenido no es de tu agrado salta al siguiente capítulo (ship)

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

"(*Los días han pasado, ¿O han sido semanas? No lo sé, en este miserable agujero no soy capaz de  percibir correctamente el paso del tiempo, incluso podrían haber pasado meses y yo no sería capaz de decirlo, lo único que si sé es que no volveré a ver a mi familia y aunque lo hiciera no sería capaz de verlos a la cara si los llegará a reconocer y aún asi ellos no me reconocerían a mí, e cambiado mucho... Me han cambiado mucho*)"

Mucho a pasado desde que se la llevaron, la extrajeron de su hogar a altas horas de la noche solo unos días después de que cumpliera 11, truncando su futuro, una joven promesa de la belleza, el ingenio, inteligencia y poder, ahora solo quedaban los remanentes de lo que alguna vez fue, su hermosa cabellera tan brillante como una noche despejada ahora apenas si era capaz de moverse con el aire opacado en un gris ceniza, su hermosa piel blanca como la porcelana y tan suave como la seda ahora era tan áspera como la grava y tan sucia que apenas si se distingue su tez original, sus ojos jade se veían obscurecidos por el odio, la tristeza y rabia, rojos por las incontables lágrimas que ahora eran parte del inmenso mar ya que se filtraban por los débiles tablones de su celda, esa era ahora la vida de Asami Sato.

El tiempo había sido despiadado transformando a una niña amable, tímida y justa en una niña desconfiada, ferozmente agresiva e incapaz de comunicarse, todo culpa de sus captores, pensaron en pedir una jugosa recompensa pero cuando notaron que al venderla y recuperarla cobrando por quitársela de encima a sus amos ganaban incluso más de lo que hubieran podido cobrar por regresarla, más cuando nadie podía comunicarse con ella ni ella podía entender nada de lo que le pedían, nadie soportaba a un esclavo así por más de una semana y definitivamente era el negocio perfecto. Ahora se dirigían a su nuevo cliente con la esperanza de que callera en su trampa, Asami conocía su rutina, parecer sumisa y conseguir a un amo, a unos días mostrarse rebelde y volver con los piratas, si cumplía correctamente no le harían nada malo y solo la dejarían en su celda, de lo contrario sentiría la descarga del miembro viril de cada pirata en el barco una vez más, dolor y pena por la cual estaba descidida a no volver a pasar.

Cómo era usual, llegaron al puerto, en este caso a una isla de la tribu del agua, un inmenso lugar que les pertenecía y donde los miembros de la tribu del agua del norte, del sur y del pantano eran tratados como igual entre sus clases, ahí se encontrarían con su principal cliente, un delegado y representante en Ciudad República y el líder de una de las tribus, esperaba poder venderle su joya y regresada a la semana, sería la mayor venta en sus vidas y lo que quedaba de ellas, pero para ello habría que esperar unas horas, llegar temprano era escencial, tomar el mejor lugar para ser visibles y exponer a sus esclavos, no tenían muchos como en otras ocasiones pero eran los suficientes para sus mejores clientes, también debían deshacerse de los enfermos y débiles, nadie querría comprar a alguien en mal estado y perder suministros en ellos era algo que no harían, apenas atracaron  sacaron a los enfermos y ancianos a cubierta donde les cortaron el cuello, les perforaban el corazón y/o les abrían la espalda y les sacaban los pulmones, cuando notaban que sus cuerpos dejaban de moverse los tiraban por la borda al mar donde se hundían y eran devorados por los tiburones tigre. Para cuando salía el sol ellos ya estaban listos para la venta, solo quedaba sacar la mercancía, bajaban a las celdas donde paraba a todos, los encadenaban de pies y manos, los dejaban en paños menores mostrando las marcas de sus castigos y qué tan nuevos eran hasta su venta, les cubrían el rostro con un saco y los sacaban a la arena donde eran colocados en fila para su exhibición.
Bajo ese trato Asami lograba escuchar el llanto de los nuevos, lo que le parecían plegarias de los más viejos y las risas de sus captores, aún así sin entender ni una sola palabra que se decía, nadie hablaba su idioma y ella no había logrado aprender otro ya que eso eran estudios de una persona de 13, ella no sabía siquiera que edad tenía, había cumplido con 6 amos diferentes pero para ella todos los días eran iguales y el tiempo parecía no pasar, su sufrimiento era eterno.

Historias Y Mini HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora